El Periódico de Aragón

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Semana de la lactancia

El Banco de Leche materna de Aragón recibe donaciones de 40 mujeres

Durante la pandemia hubo menos madres donantes pero más litros entregados

Una mujer da el pecho a su bebé.

La donación es un gesto de solidaridad. El Banco de Sangre de Aragón es conocido por sus llamamientos a ceder sangre pero también es el lugar donde se almacena la leche materna donada por madres que amamantan a sus hijos. En estos momentos, 40 mujeres aragonesas donan al Banco de Leche materna, un centro especializado, nacido en el año 2011, encargado de recoger, analizar, procesar y distribuir el alimento a los hospitales que tienen servicio de neonatología (el Miguel Servet y el Clínico, en Zaragoza). El objetivo de la institución es asegurar la alimentación con leche materna de todos los bebés prematuros de Aragón que la necesiten por prescripción médica. Está demostrado, señala Carmen Garcés, gerente del Banco de Sangre y de Tejidos de Aragón, que la lactancia «disminuye el riesgo de infecciones». Son los servicios de neonatología los que la demandan y el Banco de Leche la distribuye.

Las mamás pueden donar durante los primeros seis meses de vida de su lactante y, según Garcés, en estos momentos tienen «reservas óptimas para las necesidades actuales», señala. Actualmente hay 40 mujeres donantes, una cifra «similar» a la del año pasado en estas fechas, y que al final ascendieron a 171. «Hay veces que hay menos madres activas pero más litros donados», señala Garcés, una situación que se dio durante la pandemia, que por ejemplo, hubo un 30% menos de madres donantes pero más litros de leche. En 2021 fueron 605 y un año antes, 1.037.

«Lo importante es cubrir las necesidades» y eso se puede hacer, ya que la leche materna «no caduca» –a diferencia de la sangre– y puede conservarse durante más de un año por lo que «si en lugar de dos neonatos hay nueve» con necesidades, «hay reservas para atenderlos».

Garcés señala que en los últimos años han bajado la demanda, quizá por «los métodos de control de embarazo» y «porque ha bajado el índice de bajo peso».

El 90% de las madres que acaban de tener un bebé son aptas, asegura la gerente del Banco de Sangre. Los únicos requisitos son gozar de buena salud, estar dando de mamar a su bebé y tener suficiente leche. En su visita a Atención Primaria se les realiza una analítica y tras responder a un breve cuestionario, se informa sobre la forma de extraer la leche y cómo conservarla. Una vez a la semana es el Banco de Leche el que recoge los biberones y se les realiza un control biológico para confirmar que «no hay riesgos». El siguiente paso es la congelación a menos de 80 grados para su almacenaje y uso cuando sea necesario. Últimamente además, se lleva a cabo una valoración nutricional de las leches para tener en cuenta «cuál es la más adecuada para el recién nacido».

Vía láctea apoya alargar el tiempo de amamantar

Las bondades de la lactancia materna son conocidas, no solo para los prematuros si no para los recién nacidos en general. Esta semana se celebra en el hemisferio sur (en el norte se trasladó a octubre para no coincidir con agosto). En Zaragoza existen dos asociaciones que promueven esta forma de alimentación para los bebés, Lactaria y Vía Láctea .La primera considera que el “ahorro” es uno de los factores, pero también está demostrado que están “más nutridos, atendidos psicológicamente y favorece el apego”, por lo que defienden que la alimentación del bebé durante los seis primeros meses del su vida debe ser exclusivamente leche materna.

Aunque no hay actos organizados por la Semana de la lactancia materna, este año el lema es “impulsamos la lactancia materna apoyando y educando”, ya que con la irrupción de las leches de fórmula y distintos cambios sociales esta forma de alimentación se ha ido reduciendo en la sociedad occidental. Por eso desde Vía láctea apuestan por “educar e informar para que las mujeres puedan tomar decisiones informadas y de recuperar la cultura de la lactancia” para aquellas que decidan amamantar a sus bebés todo el tiempo que lo desean. Para ello urgen facilitar la cohabitación en ingresos hospitalarios, ampliar los permiso por maternidad, así como “normalizar la práctica del colecho” 


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