La Federación de Caza de Aragón considera «inasumibles» las condiciones establecidas en el proyecto de ley de bienestar animal y advierte de que podría provocar un abandono masivo de la actividad cinegética en un momento en que la sobrepoblación de especies como el jabalí, el corzo o el conejo pueden comprometer el futuro de la economía rural.

Así lo aseguró ayer el presidente de este órgano federado, Miguel Ángel Girón, después de la aprobación, en el último Consejo de Ministros, del texto de esta ley para su remisión a las Cortes Generales.

Girón destacó que la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de no excluir del texto legal a los perros de caza y a los de pastoreo hará que muchos cazadores de la comunidad renuncien a la actividad ante la posibilidad de que sus animales sufran heridas en las batidas que puedan derivar en una sanción penal de hasta 200.000 euros.

Unas heridas, añadió, que pueden sufrir los perros debido a la embestida de un jabalí o al adentrarse en las marañas de zarzas cuando persiguen a sus presas.

El presidente de los cazadores también expresó su sorpresa ante la condición que supone para la actividad la exigencia de habilitar un transporte «con climatización y ventilado» para las jaurías de perros en sus transportes.

Miedo a la peste porcina

«O sea, yo puedo tener un coche viejo sin aire acondicionado en el que puedo llevar a mi mujer y a mi hija pero no al perro», ironizó el representante de los aficionados a la actividad venatoria.

Por ello advirtió de que, a pesar de que el Gobierno aragonés se muestra «sensibilizado» con sus demandas, las exigencias establecidas para el transporte de los perros y el riesgo derivado de incurrir en sanciones elevadas por maltrato animal podrían provocar el abandono de la actividad por parte de muchos cazadores federados. Una situación, según explicó, que supondría el aumento sin control de las poblaciones de jabalí, de corzo y de conejo.

En este sentido, señaló que en el Ejecutivo regional existe preocupación ante la posibilidad de que el abandono de la caza del jabalí pueda favorecer la propagación de la peste porcina, en una comunidad autónoma con una cabaña de cerdos «inmensa» y un mercado «impresionante» que tiene un impacto significativo en el PIB regional.

«La única forma de controlar la peste porcina es controlando la población de jabalí, y el sistema más eficaz para esto es la caza», precisó Girón, para quien la propagación de la enfermedad sería «la ruina» para muchas familias del medio rural. Y agregó que la «plaga de conejos» también causa daños a las explotaciones rurales, mientras que el corzo perjudica a los frutales en el momento de su floración en el ramoneo de las hojas.

Más de un millón de conejos abatidos

Tras añadir que «sólo el año pasado se cazaron más de un millón de conejos en Aragón», expresó su confianza en las gestiones llevadas a cabo por el Ejecutivo aragonés para tratar de sacar a los perros de caza y de pastoreo de la referida ley. En relación a este punto, indicó que el presidente de Aragón le remitió hace varias semanas la carta que había enviado a los ministros de Presidencia, Félix Bolaños, y de Derechos Sociales, Ione Belarra, para instar la exclusión de estos perros de la ley.

En este mismo sentido se pronunció el asesor técnico de la Federación Aragonesa de Caza, Nicolás Urbani. «Es curioso que las guarderías no estén obligadas a disponer de un sistema de climatización y sin embargo se exija para el transporte de los perros», dijo Urbani, que incidió en la necesidad de que los animales vinculados al medio rural como los canes, pero también los hurones, estén excluidos de la citada ley.

Según comentó, «el Gobierno aragonés está muy sensibilizado porque la situación es particularmente grave en la comunidad si dejamos de cazar, ya que aun cazando, y aquí somos muy eficientes en el control de las plagas, sigue habiendo daños agrícolas y también accidentes de tráfico».