La estación de Goya, en el centro de Zaragoza, es el punto de entrada y salida de la capital utilizado por muchas personas que viven en su entorno, tanto en la ciudad como en las líneas ferroviarias más transitadas por los trenes de cercanías.

Cada pocos minutos llega o parte un convoy y hay movimiento de viajeros en los tornos, si bien en agosto disminuye bastante al cesar gran parte de la actividad, en particular el fin de las clases en colegios e institutos y la universidad, pues muchos de los usuarios son estudiantes, así como trabajadores.

A casi todos ellos les ha sorprendido agradablemente la gratuidad de los desplazamientos en tren entre los próximos meses de septiembre y diciembre, siempre que se demuestre ser un viajero habitual.

«Es una buena idea fomentar el uso del tren», señala Carlos, un joven que hace al menudo el trayecto Zaragoza-Calatayud y que dice preferir el ferrocarril al transporte en autobús. «El tren es más cómodo y además el viaje viene a durar el mismo tiempo en los dos medios, no hay diferencias apreciables», asegura.

Usuaria 8 Fátima ve bien que se fomente el uso del ferrocarril. | ANDREEA VORNICU

Para Jacobo Palacín, que vive en Gallur, el tren resulta imprescindible para venir a la universidad. «He oído lo de que será gratis durante varios meses», señala. La propuesta de Renfe, dice, le parece adecuada. Y explica que en la actualidad el tren ya es más barato que el autobús entre Gallur y Zaragoza.

«En el tren pago 3,30 euros, mientras que en el bus el mismo desplazamiento sube 4,85 euros», afirma.

Pero para Jacobo, lo importante no es solo el precio. «Es que además me deja más cerca del sitio al que voy a estudiar, no tengo necesidad de coger autobuses, con lo cual resulta mucho más práctico», comenta.

Jacobo Palacín usa a menudo la línea Gallur-Zaragoza en los dos sentidos. ANDREEA VORNICU

En opinión de Fátima, que reside en Luceni, el tren es una buena forma de transporte, pero reconoce que no está muy al corriente de la oferta lanzada por Renfe, que busca reducir el consumo de combustibles fósiles y, de paso, dar un espaldarazo a un medio de locomoción más sostenible. La iniciativa supondrá que en Aragón resulten gratuitos unos 150.000 viajes en ferrocarril en los cuatro meses en que estará en vigor la gratuidad o, en media y larga distancia, la reducción de la tarifa a la mitad. «Se viaja mejor en el tren», afirma Fátima, que lo encuentra más espacioso que el autobús.

Pero la fórmula ideada por el Gobierno de Sánchez también provoca la desconfianza de algunos viajeros. Este es el caso de Daniel Plaza, que suele usarlo para ir a Casetas y a Tudela. «Lo que propone el Gobierno me parece un auténtico despropósito, porque al final estas cosas las acaban pagando todos los ciudadanos y, además, no veo por qué no se hace lo mismo con el tranvía o los autobuses», critica.