El Servicio Aragonés de Salud ha ofertado desde 2015 más de 8.000 plazas de empleo público y para este 2022 está prevista la convocatoria de 2.172 puestos. A pesar de este histórico, que mantiene una dinámica anual de publicación y consolidación de trabajo, en Aragón hay un déficit latente de profesionales.
«No podemos negar que tenemos problemas y nos cuesta dar respuesta a algunas situaciones, pero estamos satisfechos con la oferta que hemos ido haciendo. Somos una de las comunidades que más empleo público ha ofrecido», señala a este diario Félix Pradas, director de Área de Coordinación Asistencial del Salud. «En el caso de los médicos, hacemos un año oposición y al siguiente concurso de traslados para que puedan organizar su vida profesional y vital», indica.
La pandemia ha evidenciado la necesidad de profesionales sanitarios (en Aragón y en toda España) y Pradas indica que, el futuro más inmediato, pasa por la estabilización de plazas. «En este 2022 vamos a tender a eso con una oferta extraordinaria para convertir en fijas 1.179 plazas eventuales o temporales que, por necesidades asistenciales, son necesarias. Al mismo tiempo, habrá una oferta ordinaria con casi mil plazas para cubrir la tasa de reposición», indica el responsable.
No podemos negar que tenemos problemas y nos cuesta dar respuesta a algunas situaciones, pero estamos satisfechos con la oferta. Somos una de las comunidades que más empleo ha ofrecido», señala Félix Pradas, director de Coordinación Asistencial del Salud.
A pesar de todos los «esfuerzos», las bolsas de contrataciones están vacías en Aragón, hay plantillas que doblan turnos para poder atender a todos los pacientes y las guardias han requerido de nuevos incentivos económicos para captar la atención de algún interesado. «Tenemos un gran problema en la formación de médicos y de enfermeros. Hubo un tiempo donde las plazas MIR eran menos que los médicos que terminaban la carrera y ahora lo que sucede es que ofertamos más plazas MIR que médicos acaban el grado. En esta situación de falta de profesionales, entendemos que las facultades tienen que incrementar sus vacantes», considera Pradas.
La categoría sanitaria en la que más plazas se han convocado desde 2015 en Aragón es la de Enfermería, con un total de 2.968 según los datos del Departamento de Sanidad. Precisamente, este perfil profesional es uno de los más demandados y en los hospitales, por ejemplo, ha habido problemas este verano para poder cubrir las plantillas. De hecho, los recién egresados ya han podido encontrar trabajo debido a la necesidad de personal de enfermería. La segunda categoría de la que más plazas se han ofertado desde 2015 es la de Facultativo Especialista de Área, con 1.270, seguida de las 745 plazas de médico de familia en Atención Primaria y las 78 vacantes para Pediatría.
Desde 2020, la formación de médicos y enfermeros en la comunidad ha crecido un 23%. Sin embargo, muchos se van cuando terminan este periodo de residencia. «Antes, cuando no había tanta oferta de trabajo, los MIR se solían quedar en Aragón, pero ahora la tendencia es que muchos se vuelvan a sus comunidades de origen», dice Pradas. «Por estadística, si conseguimos formar a más estudiantes, un mayor número se podría quedar en la comunidad», apunta.
Limitación presupuestaria
En este sentido, los sindicatos han señalado muchas veces que las retribuciones en otras regiones son mejores que en Aragón. «Estamos en la media y el concepto de nómina varia en cada comunidad. Puede que en otras paguen más, pero su nivel de vida también es más caro. No queremos que la gente se vaya por cobrar más, queremos que se quede aquí y por eso vamos a tender a fidelizar puestos», indica. «También hay que entender que el presupuesto es el que es», añade.
A pesar de todos los «esfuerzos», las bolsas de contrataciones están vacías, hay plantillas que doblan turnos para poder atender a todos los pacientes y las guardias han requerido de nuevos incentivos económicos para captar la atención de algún interesado.
Más allá de contar con una plantilla estable y suficiente con la que cubrir la actividad asistencial habitual, el Salud también necesita disponer de personal de refuerzo con el que poder contar para cubrir situaciones de bajas, permisos de maternidad u otros supuestos. «Si ya de por sí tenemos problemas para cubrir todos los huecos, en estos casos tenemos muchas complicaciones. Insisto en que hay que afrontar el debate de formar a más profesionales para que, en un futuro, no nos veamos en una situación peor», decía, En este caso, son las universidades las que también deben tomar la palabra.
