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El comercio no remonta con unas rebajas "flojas" aun sin restricciones energéticas

El sector habla de una campaña similar a las registradas en los años de la pandemia | La incertidumbre sobre cómo recibirán los clientes las medidas viaja por las tiendas

Una bocacalle de León XIII, donde las terrazas y las tiendas estaban ayer vacías. JOSE MIGUEL CALVO

Ni el primer verano de normalidad pospandémica, ni la luz en los escaparates, ni el aire acondicionado a todo gas han propiciado que la campaña de rebajas de verano sea un éxito. En el ecuador de la temporada de precios bajos del estío, coinciden los comerciantes aragoneses en que agosto está siendo "flojito", algo que no mejorará, dicen, conforme el calor se vaya colando en las establecimientos. 

Apenas unas horas antes de la entrada en vigor del decreto por el que se aplicarán las primeras medidas de ahorro energético –a las 00.00 horas de hoy–, el sentimiento en los comercios no es demasiado optimista. "La campaña está bastante floja. Empezamos el 1 de julio, sin adelantarnos como otros centros. Tuvimos un pequeño pico de venta el primer día, pero muy lejos del boom de otros años", explica Roberto García, gerente de Skandalo Deluxe, una tienda de tallas grandes ubicada en la zaragozana calle León XIII. 

Precisamente, la particularidad de esta tienda se verá afectada por las mayores temperaturas que se derivarán de la subida de temperaturas del aire acondicionado. "Después del anuncio de las medidas ya se ha notado un bajón. La clienta que viene a la tienda ya no se prueba tres pantalones y dos camisetas porque no puede. Nos dicen que volverán al día siguiente, pero claro, esa posibilidad de vender al momento dos prendas la pierdes", apunta García.

Más negocios implicados

Todavía no hay datos y las asociaciones de comerciantes prefieren no hacer estimaciones, pero según las cifras publicadas por la Dirección General de Consumo de la DGA, este año se adhirieron a las rebajas de verano casi el 70% de los comercios aragoneses, cuando la temporada de 2019 –la última equiparable por ser previa a la irrupción del covid– la cifra rondó el 35%.

"Llama la atención que vuelve a incrementarse la cifra de comercios que se suman a las rebajas, una tendencia que iba a la baja y que se recupera", indicó al comienzo del estío el director general de Protección de Consumidores y Usuarios, Pablo Martínez, una tendencia que ya se observó el año pasado, cuando fueron el 68,82%.

Con el sol haciendo un efecto rebote en la cristalera, Raquel Beamonte, que trabaja desde hace ocho años en Calzedonia, Parecido en Calzedonia, decía que este agosto está siendo "igualito que el del año pasado". "No noto la diferencia, los fines de semana no hay nadie... y ahora a 27 grados no sé cómo irá", comentaba Beamonte, que, no obstante, difiere sobre la opinión de que el calor vaya a ser un impedimento para atraer clientes. "Donde más calor hace es en los probadores, y el que quiera probarse algo se lo va a probar", explicaba ayer hacia el mediodía, con la tienda vacía desde hacía un rato.

Interés por comprar

Y lo cierto es que los clientes que aprovechan los paseos matutinos para ir de tiendas no se quedan solo en echar un vistazo. Las ventas se suceden, incluso con la promesa de volver. "¿Ese pañuelo a cuánto está? A trece, eh, pues para el invierno me parece que me lo voy a coger", le decía una mujer a una trabajadora de Koker, una tienda de moda en la céntrica vía León XII. "Ya ves que se vende, pero no es como antes, aunque hay días y días", aseveraba la dependienta.

En cualquier caso, depende el éxito de las rebajas del negocio y del cliente tipo. «Si el cliente quiere comprar, compra, y le da igual si hay rebajas que si no las hay», comentaba una dependienta de una cadena de moda femenina que trabajacon diseños exclusivos. 

Hasta el 60% de descuento se anuncia en algunas tiendas zaragozanas. JOSE MIGUEL CALVO

En la zapatería Pikolinos, Elena Romeo, recién llegada de vacaciones, ponía el contrapunto al asunto. "Venimos de una temporada muy mala por la pandemia, y nosotros por lo menos estamos cubriendo el presupuesto, es decir, que cumplimos con los objetivos", apuntaba Romeo, que cifra en un 50% el incremento de las ventas. Eso sí, la frase con la que concluye su explicación es redundante: "Agosto es más flojito, aunque sí es verdad que para nosotros el invierno es más agradecido, que hace menos calor e invita a entrar". 

En estas condiciones recibe el comercio aragonés el paquete de medidas de ahorro energético impulsado por Europa. Habrá que esperar unos meses para comprobar cuál es el efecto real sobre la economia del sector terciario.

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