Siete pinchazos y un abuso sexual, fue el balance de las primeras 48 horas de San Lorenzo. Durante estos dos días se vivieron en Huesca grandes aglomeraciones, la ocasión perfecta para incurrir en este tipo de ataques. Todos los casos que se han ido denunciando – seis mujeres, algunas de ellas menores de edad, y un hombre – han sido atendidos en el Hospital San Jorge de Huesca para intentar determinar si había sustancias estupefacientes detrás de las agujas.

Además, durante la primera noche de fiestas se interpuso una denuncia por abuso sexual en la Comisaría de Huesca, y que fue derivada desde los Puntos Violeta del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) y el ayuntamiento. El día siguiente los efectivos de la policía detuvieron a un hombre de un hombre de 62 años como presunto agresor.

Los pinchazos con objetos punzantes que han sufrido seis chicas desde el comienzo de las fiestas de Huesca no ha afectado al espíritu festivo de la ciudad. Pero sí ha influido en la actitud de las numerosas jóvenes que estos días disfrutan de los actos en honor de San Lorenzo.

«La verdad es que lo que ha sucedido da miedo», afirmaba esta semana Ana, que es de Cretas, en la provincia de Teruel, y es la primera vez que acudía a las fiestas oscenses. «Es la primera noticia que tengo y no me lo puedo creer», indicó.

Junto a ella, en el popular Coso de la capital del Alto Aragón, se encontraba su amiga Tina, que es norteamericana, de Filadelfia, y no da crédito a sus oídos. «Eso es horroroso», decía al tiempo que su rostro adopta una expresión de desagrado.

«Sí que da un poco de miedo», señaló, por su parte, María, que es de Huesca. Asegura que los tres pinchazos registrados en la primera jornada de las fiestas, la del cohete inaugural en la abarrotada plaza de la Catedral, obligaron a cambiar los hábitos de ella y sus amigas. «Ahora lo que hacemos es tener más cuidado y salir en grupo, por si acaso», manifestó.

Sin embargo, Teresa, que está sentada en una de las numerosas terrazas del Coso, cree que el número de amigos no pone a salvo de sufrir un pinchazo. «En San Lorenzo hay muchas aglomeraciones en todas partes, en la calle, en las verbenas, en los bares, y una persona con una alfiler o cualquier otro objeto punzante te puede dar un buen susto», opinó.

A su lado, Marta, que fue desde Zaragoza para vivir los Sanlorenzos, mantuvo que la serie de pinchazos que investiga la Policía puede hacer cierto daño a las fiestas. «Es que si se te mete en la cabeza que corres peligro, a lo mejor te da por salir menos, el miedo es libre y cada cual reacciona a su manera», razonó.