Cambrils se convierte este jueves en el epicentro del recuerdo a las víctimas de los atentados que asolaron esta localidad de la Costa Dorada, hace ahora cinco años, en los que falleció la zaragozana Ana María Suárez, de 67 años, cuando el vehículo conducido por los terroristas la arrolló en pleno paseo marítimo.

Fue la única víctima mortal de la acción terrorista en Cambrils, donde también resultaron heridos su marido y su cuñada, y otros cinco viandantes del paseo. En total, los ataques terroristas se llevaron la vida de 16 personas, principalmente, en el atropello masivo de las Ramblas de Barcelona, a los que se suman los terroristas que fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.

El Ayuntamiento de Cambrils ha convocado a las 11.00 horas de este jueves un acto institucional bajo el lema 'Cambrils por la paz' para conmemorar el quinto aniversario del atentado. Al mismo asistirán representantes de las principales instituciones aragonesas, como el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés y la concejala delegada para las víctimas del terrorismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Patricia Cavero.

El homenaje tendrá lugar en el Memorial por la Paz, ante el club náutico de la localidad, donde se perpetró el atentado.

Este homenaje llega a Cambrils tras la polémica provocada en el recuerdo a las víctimas de los atentados en Barcelona, donde un grupo de independentistas interrumpió el minuto de silencio en su memoria con gritos e insultos reivindicando las tesis conspiracionistas de que el Estado estuvo detrás de los ataques.

Junts per Cataluña tuvo que desmarcarse de las escenas vividas en las Ramblas, a pesar de que su presidenta, Laura Borràs, dio su apoyo a los manifestantes con su presencia.

Después de que interrumpieran los actos y de que algunos de ellos se encararan e insultaran a familiares de las víctimas, la expresidenta del Parlament, expulsada de la Cámara por presunta corrupción cuando estaba al frente de la Institución de las Letras Catalanas, se acercó a ellos para departir amigablemente, mientras el grupo la aplaudía.

Los hechos provocaron la repulsa de todo el arco parlamentario catalán y del resto de partidos. El propio partido de Borràs lanzó un mensaje en el que reiteraba su apoyo «a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils y a sus familiares». «Por este motivo», añade el texto, «queremos expresar nuestro más enérgico rechazo a la interrupción del minuto de silencio de hoy en La Rambla». Los socios de Junts en la Generalitat, Esquerra Republicana, también lo criticaron.

El más contundente fue su líder en el Congreso, Gabriel Rufián. «Con la misma contundencia que utilizamos desde hace 5 años para reclamar una comisión de investigación conviene decir que no respetar un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de un atentado es miserable. Y sacar rédito político de ello, despreciable. No en mi nombre», escribió.