El Periódico de Aragón

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INCENDIOS FORESTALES

Los mayores desalojados vuelven a la residencia de Añón

Las llamas no dañaron el centro y este jueves regresan los afectados

Las calles de Añón de Moncayo antes del regreso de los habitantes desalojados. JAIME GALINDO

Los 25 mayores usuarios de la residencia de Añón del Moncayo, que tuvo que ser desalojada el pasado sábado cuando se declaró el incendio forestal en las inmediaciones de la localidad, podrán volver este jueves a las instalaciones, que se han salvado de las llamas. Con el regreso, los residentes podrán recuperar «la rutina y la normalidad» tras unas jornadas intensas en las que tanto los residentes como los trabajadores del centro se enfrentaron a una situación inédita.

«Por suerte, nos avisaron con tiempo y pudimos hacer la evacuación con toda la tranquilidad que se podía en un momento como ese», relata Azucena Cascán, coordinadora de la residencia de mayores de Añón. Con el inicio del fuego llegaron los primeros cortes de la electricidad, lo que supuso uno de los mayores impedimentos en esos primeros momentos de evacuación. «Nos quedamos sin electricidad y, por lo tanto, sin ascensor ni teléfono. Así que los momentos más difíciles fueron los primeros», explica. Enseguida los vecinos del pueblo y el operativo de Protección Civil se puso manos a la obra para ayudar a trasladar a los ancianos con más problemas de movilidad. «Los vecinos pusieron desde el primer momento sus vehículos particulares para faciltiar los traslados, también desde Protección Civil, y tuvimos mucha ayuda desde el principio», comenta Cascán.

Los 25 residentes de este centro son, en su mayoría, vecinos de la propia localidad de Añón, y de las vecinas Vera del Moncayo, Litago o Tarazona. El regreso a casa es lo que más esperan después de tres días de «incertidumbre» por si las llamas destruían a su paso no solo el entorno en el que han vivido, sino también su hogar.

«Ya podemos entrar a la residencia, no ha habido daños al edificio y así, cuando ellos regresen, volverán a estar cómodos, recuperarán su rutina y podrán sentirse mejor», añade la coordinadora. El incendio, que ha teñido de negro muchas zonas del Moncayo, ha respetado los metros de terreno frente al centro de mayores. «Justo enfrente de la residencia no se ha quemado, así que al menos podrán tener una visión más agradable que no les recuerde tanto al incendio», cuenta Cascán. En estos días, los mayores han sido realojados en las residencias de Borja, Mallén, Magallón y Ainzón, además de en casas de familiares. En este tiempo, la coordinadora de la residencia de Añón no ha dejado de visitarles y las trabajadoras del centro han doblado turnos para colaborar con sus compañeras de las otras residencias. «Es la primera vez que nos veíamos en una situación semejante, pero las trabajadoras han redoblado turnos donde ha sido necesario, incluso en la residencia de Borja, para intentar también que los mayores notaran menos el cambio», explica.

Lo peor de la situación para los usuarios fue perder las referencias diarias y tener que adaptarse a los cambios que obligó el desalojo. Hoy, por fin, vuelven a casa.

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