Carlos Igualada, director del Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo (OIET), aseguró el miércoles a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN que la mayoría de las víctimas de los atentados en Barcelona y Cambrils se sienten olvidadas: "Quitando los actos de homenaje de estos días, el resto del año se les olvida. Hay que darle prioridad a las víctimas, no nos podemos permitir como sociedad que, a nivel político, se les utilice con fines electoralistas".
La reflexión de Igualada cobra todavía más fuerza tras la polémica que se levantó ayer durante el recuerdo a las víctimas de los atentados en Barcelona, cuando un grupo de independentistas interrumpió el minuto de silencio en su memoria con gritos e insultos reivindicando las tesis conspiratorias de que el Estado estuvo detrás de los ataques. Así lo expresó Igualada en su cuenta de Twitter: "Las víctimas han sido utilizadas como un arma arrojadiza bajo un contexto de crisis social y tensión política sin precedentes. Tristemente, hoy hemos visto de nuevo cómo las víctimas han vuelto a ser desplazadas del foco y del lugar que merecen en su propio homenaje".
Este experto en funcionamiento de las organizaciones yihadistas explicó que, a grandes rasgos, es complicado encontrar una explicación a las causas del atentando, pues intervienen muchos factores como la venganza o la radicalización: "Es cierto que siempre juegan un papel importante esos procesos de radicalización como, al parecer, sucedió con el imán de Ripoll. Además, todos los integrantes de la célula tenían vínculos familiares o de amistad, lo que hace que entre ellos existiera una propia cohesión para no delatarse».
España, en nivel 4 de alerta
"Aunque la percepción pueda ser otra, el nivel de alerta antiterrorista que hay en España es el nivel 4. Por tanto, la amenaza es alta", asevera el director de la OIET mientras señala que, en lo que llevamos de año, se han completado 18 actuaciones antiyihadistas en España, con un total de 27 individuos detenidos. A nivel internacional, el año pasado se cometieron 2.000 atentados yihadistas, que causaron casi 10.000 fallecidos".
Por eso, las fuerzas de seguridad del Estado, "un gran ejemplo de lucha antiterrorista", están demostrando "una gran capacidad" para hacer frente a las amenazas: "En España, se actúa ante las primeras evidencias de adoctrinamiento y, la solución, pasa precisamente por la prevención del radicalismo violento".
Respecto a las amenazas a las que se enfrenta la lucha antiyihadista, Igualada enumera tres: la vuelta de los combatientes de Siria e Irak, la autorradicalización de individuos a través de material online y las prisiones como centros de radicalización para los presos que quedan libres
