Sallent de Gállego ha vuelto a rendir homenaje este 20 de agosto a Irene Fernández Pereda y José Ángel de Jesús Encinas, los guardias civiles afincados en la localidad asesinados por la banda terrorista ETA hace hoy 22 años.

Una bomba lapa colocada en los bajos del coche oficial se llevó la vida de estos dos jóvenes agentes cuando tenían 32 y 22 años. Un año más, la localidad de la Jacetania no ha faltado a su cita con la memoria de las víctimas, y los ha recordado en un emotivo acto, con una misa oficiada por el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz, y una ofrenda floral en el monolito que recuerda el lugar del atentado.

Al homenaje han asistido familiares de los dos agentes, originarios de Asturias (Irene Fernández) y de Toledo (Jesús Ángel de Jesús), quienes han recibido un sentido saludo por parte de los vecinos de la localidad así como de los mandos del cuerpo desplazados.

En concreto han asistido al homenaje el teniente coronel jefe interino de la Comandancia de Huesca, Francisco Pulido, el coronel jefe interino de la Jefatura de Montaña, Ramón Gallego, y el general de División y exjefe del Cuerpo en Aragón Carlos Crespo.

Además, han asistido miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil, también llamados 'polillas', de la que José Ángel de Jesús formaba parte.

También han asistido el alcalde de la localidad, Jesús Gericó, con concejales de su corporación, la secretaria general de la Subdelegación del Gobierno en Huesca, Raquel Marquina, y entre el público el exdelegado del Gobierno en Aragón Gustavo Alcalde.

Los actos han comenzado con una misa de oficiada por el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz, y han continuado con una comitiva en procesión encabezada por una pareja de guardias civiles que portaban una corona de flores que se ha desplazado hasta la plaza para depositarla junto al monolito de recuerdo de las víctimas.

El alcalde de la localidad ha recordado que "el atentado supuso un antes y un después para Sallent" y que, desde entonces, cada año se recuerda a las víctimas. Tan solo en 2020, por las restricciones de la pandemia, se suspendió este homenaje.

"Mientras la familia quiera, haremos este homenaje. Aunque 22 años puedan parecer mucho tiempo, estamos aquí para apoyar a las familias, recordarles juntos y reconfortarles", ha expresado Gericó, que ya era concejal en el momento del ataque terrorista.

Aunque "cada 20 de agosto es un día triste", ha reconocido, "es bonito poder acompañar a las familias que perdieron a sus seres queridos y que, además, vienen hasta aquí a rendirles homenaje pese a estar tan lejos".

El atentado

A primeras horas de la mañana del 20 de agosto de 2000, José Ángel de Jesús e Irene Fernández Perera, que acababan de regresar de sus vacaciones, recibieron una llamada en el cuartel de Sallent de Gállego (Huesca) para acudir a un servicio en las fiestas de una localidad vecina.

Cuando Irene Fernández se montó en el vehículo y arrancó el motor del Nissan Patrol oficial, se activó el dispositivo detonador de una carga explosiva de 10 kilogramos adosada a los bajos del vehículo. La onda expansiva la mató en el acto e hirió mortalmente al agente De Jesús, que estaba rodeando el automóvil para sentarse en el asiento del copiloto.

Tiempo después, ETA reivindicó el atentado, por el que fueron condenados los terroristas José Ignacio Guridi Lasa, Aitor Aguirrebarrena Beldarrain y Asier Arzalluz Goñi como autores materiales y Javier García Gaztelu, "Txapote", como inductor.