El Periódico de Aragón

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TURISMO ITINERANTE

Autocaravanas: de unas horas a noches enteras

Aínsa y Trasmoz viven un aumento del turismo itinerante al instalar áreas específicas para casas rodantes

Parquin de autocaravanas de Trasmoz. AYTO. DE TRASMOZ

Las localidades que se han dotado de párquines y áreas de autocaravanas han notado que, desde que las tienen, han conseguido aumentar la afluencia y alargar la estancia de los visitantes que llegan en este medio. «Hasta que no tuvimos la zona de servicios, estos turistas pasaban solo unas horas en el pueblo, pero desde que la inauguramos lo habitual es que estén de dos a tres noches de media», subraya Jesús Andía, alcalde de Trasmoz, un pintoresco pueblo a los pies de un castillo en las estribaciones del Moncayo.

"Los usuarios disponen incluso de conexión a la red eléctrica", resalta. «Habilitar ese espacio de estacionamiento y acampada fue sin duda un acierto», destaca el regidor, que subraya que gracias al parquin es fácil que durante el fin de semana se acerquen a la localidad entre 50 y 60 personas.

«Habilitar ese espacio de estacionamiento y acampada fue sin duda un acierto»

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Otra población que ha visto incrementada la afluencia y estancia de turistas gracias a un parquin de autocaravanas es Aínsa, en la comarca de Sobrarbe. «La habilitamos en la explanada anexa al castillo porque hace ya dos décadas que nos dimos cuenta de que era una forma de viajar y hacer turismo que estaba y sigue en auge», manifiesta Enrique Pueyo, alcalde de la población pirenaica.

Búsqueda de estacionamiento adecuado

Su parquin cuenta con 48 plazas y tiene un coste de cinco euros diarios. Ofrece suministro de agua, así como un colector para la evacuación de las aguas residuales, grises y negras.

«No es cierto que las autocaravanas, roulottes y demás ensucien el entorno más que los coches, eso es algo que depende de la persona, no del vehículo», resalta el regidor de Aínsa.

El parquin de autocaravanas de Aínsa es muy frecuentado todo el año. GIRO LIBRE

«Hay que tener en cuenta que los propietarios de estos vehículos, si no encuentran un lugar idóneo para estacionarse, aparcan donde pueden», afirma. Pero para él el problema no está en el incremento de estas casas rodantes, sino en que «en muchos sitios no hay párquines ni áreas de servicios».

Desde su punto de vista, «el auge de las autocaravanas obliga a los ayuntamientos a adaptarse». De hecho, hay particulares que han visto una oportunidad de negocio en la clientela que practica el turismo itinerante y, como es el caso de la localidad de Fiscal, han aprovechado explanadas para hacer áreas de servicio que ofrecen la infraestructura que requieren los las viviendas móviles.

Capacidad sobrepasada

La cuestión es que durante los cinco o seis últimos años, incluso antes del coronavirus, su número ha crecido muy deprisa, señala Pueyo. «Nosotros tenemos medio centenar de plazas y en determinadas épocas se llenan e incluso se sobrepasa su capacidad», explica.

«No es cierto que las autocaravanas, roulottes y demás ensucien el entorno más que los coches, eso es algo que depende de la persona, no del vehículo»

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Los municipios que se dotan de un parquin o un área de servicios para autocaravanas realizan una fuerte inversión, dado que las mejor montadas cuentan incluso con césped y sombra, a la manera de los cámpines, así como con conexión a la red eléctrica.

Pero a cambio, indica Jesús Andía, atraen a un público que «da vida» al comercio local y a la hostelería, no solo en las épocas de puentes y vacaciones, sino durante todo el año, dado que muchos de los propietarios de autocaravanas son parejas de jubilados.

Por otro lado, los caravanistas disponen de guías en internet que les indican dónde pueden estacionar y acampar en las debidas condiciones. Lo que hace que los pueblos que ya disponen del servicio compitan con ventaja con los que todavía no se han adaptado a esta nueva y pujante forma de moverse por el mundo. 

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