El Periódico de Aragón

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Posible caso de acoso escolar

Educación abre una investigación sobre el caso de Saray y el centro "lamenta" los hechos

El departamento ya recopila información ante el posible acoso a la niña de 10 años / La dirección del Agustín Gericó dice que prestó una «especial atención» a la alumna cuando llegó al centro

Katya, la madre de Saray, cierra la puerta del balcón desde el que se arrojó su hija el pasado viernes. ANDREEA VORNICU

El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón ha abierto una investigación y ha iniciado un expediente informativo para conocer las circunstancias del posible caso de acoso escolar a Saray, la niña de 10 años del barrio zaragozano de San José que el pasado viernes, tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, se intentó suicidar saltando por el balcón de su casa.

Según explican fuentes de la consejería, el Servicio Provincial de Educación inició este trabajo el fin de semana "al tener conocimiento de los hecho ocurridos con la menor del colegio Agustín Gericó".

Por su parte, la dirección del colegio ha emitido este lunes un comunicado en el que "lamenta los hechos acaecidos el viernes pasado". "Damos gracias a Dios porque la niña está fuera de peligro", continúa el mensaje, que precisa que desde que la menor se incorporó al curso "a mediados del año pasado, tanto su tutora como el resto de docentes han prestado una especial atención a la acogida de esta alumna". Por este motivo, agrega la nota, los responsables del centro "no esperábamos esta noticia".

El colegio, prosigue la circular, "recabará información, se abrirán los protocolos necesarios si fuera conveniente y estaremos a disposición de las instituciones oficiales para colaborar en todo lo que consideren necesario". El comunicado concluye con un párrafo en el que se pide a la comunidad educativa "respeto y confianza en nuestra labor en este comienzo de curso".

Con anterioridad a esta reacción, la dirección del Agustín Gericó ya había enviado a los padres y madres del centro educativo un comunicado interno. Lo hizo el domingo por la tarde a través de la plataforma que comparte la comunidad escolar.

Momento de la entrada al colegio Agustín Gericó, a las nueve de esta mañana. JAIME GALINDO

Mientras la investigación de Educación y del colegio siguen su curso, la familia de Saray tenía previsto denunciar este lunes el caso ante la Policía, finalmente decidieron acudir a la ayuda de un abogado y esperar a recopilar más información con el fin de aclarar lo sucedido y dirimir responsabilidades. Ellos insisten en que ya habían advertido a la tutora de la situación de su hija el año pasado.

Fapar: "Hay que dar a conocer los protocolos"

El caso de esta niña de 10 años, que salvó milagrosamente la vida, vuelve a poner el foco en la importancia de la prevención del acoso escolar en las aulas. Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) vienen detectando una «falta de información» en las familias respecto a los protocolos vigentes en la comunidad. «Tenemos un Observatorio de la Convivencia constituido desde 2018, pero insistimos mucho en que hay que dar a conocer los protocolos porque sino las familias no lo puede activar», señalaron.

Pueden darse casos donde «se piense que no es necesario» activar el protocolo, pero Fapar insiste en que «es preferible hacerlo y resolver un conflicto de convivencia, aunque no sea acoso escolar, antes que dejarlo pasar"

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De hecho, Fapar ofrece charlas a las Ampas y a los tutores de los menores con el fin de explicar la normativa. «El acoso escolar es el ejemplo más claro y grave de un problema de convivencia en las aulas, por lo tanto hay que atenderlo con inmediatez con la víctima y con el acosador. Estamos hablando de un espacio educativo donde, precisamente, hay que educar», apuntan las familias.

Pueden darse casos donde «se piense que no es necesario» activar el protocolo, pero Fapar insiste en que «es preferible hacerlo y resolver un conflicto de convivencia, aunque no sea acoso escolar, antes que dejarlo pasar y que luego sea peor», añadieron.

Por otro lado, en esa falta de difusión de la información Fapar apunta que en las direcciones de los centros puede existir «preocupación por un mal uso del protocolo» y, quizás por eso, no se dan las referencias necesarias. «No debe haber reticencias. Una de las ventajas del Observatorio de la Convivencia de Aragón es que el 80% del decreto son modelos sobre cómo actuar. Es decir, está todo explicado y prácticamente hecho. Eso facilita la labor burocrática de los centros y, además, hay un periodo de seguimiento del caso muy importante», reiteran desde Fapar.

"No hay razones que justifiquen que en un centro no se adopten medidas para mejorar y prevenir el acoso", insisten las familias.

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Por tanto, «no hay razones que justifiquen que en un centro no se adopten medidas para mejorar y prevenir el acoso», continúan desde este colectivo. «Un padre o una madre que consideren que su hijo o hija esté sufriendo, puede ir a secretaria a pedir la documentación para activar el protocolo. Se rellena un documento y, automáticamente, el proceso se pone en marcha. Es sencillo, pero en parte se desconoce», insiste Fapar.

«El acoso escolar es un problema. Existe en las aulas y hay que tomar conciencia, hay que actuar ya», reiteran las familias

Evolución favorable de la menor

Mientras el proceso y la investigación siguen su curso, la menor, que saltó desde un tercer piso, salió este domingo por la tarde de la unidad de cuidados intensivos del hospital Miguel Servet tras evolucionar positivamente. Después de que salvara milagrosamente la vida pese a la caída de más de diez metros de altura, y se saldara con una fractura de cadera y una fisura en el tobillo izquierdo, además de múltiples contusiones, su recuperación es «muy favorable» y ya se encuentra en planta y al cuidado de sus padres, Katya y Carlos, que no se separan de ella ni un minuto.

Su vida a partir de ahora pasa, remarcan sus progenitores, por una «recuperación de sus heridas que se prevé larga» y también en la parte emocional, ya en manos de los profesionales que la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) va a poner a su disposición tras contactar con ellos a raíz de lo ocurrido.

Ahora que la vida de Saray ya no peligra, esta semana comienza la batalla de los padres para que lo ocurrido sirva para que no vuelva a suceder. «Solo queremos que lo que ha sufrido nuestra hija no le pase a ningún niño más», explicó ayer Carlos a este diario.

Los progenitores sostienen que ese acoso comenzó «al mes de entrar en el colegio». Saray llegó a Zaragoza desde Colombia en noviembre de 2021 y obtuvo plaza en el Agustín Gericó de San José, donde empezó a ir a clase «en enero» de 2022. «Al principio creíamos que eran los típicos problemas de adaptación pero fue a más y cada vez eran peores las agresiones e insultos que padecía. Hasta que nos vimos obligados a contactar con la tutora», expusieron Katya y Carlos, muy molestos con cómo se actuó a partir de ponerlo en su conocimiento: «Nos llegaron a decir que eso no era bullying, que eran las típicas rencillas», afirmaron.

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