El Periódico de Aragón

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ESTANCIAS EN EUROPA

Los Erasmus de Aragón inician el curso con precios de pisos «de locura»

Casi 1.300 alumnos de la Universidad de Zaragoza estudiarán este año en 28 países / La vida es «bastante más cara» en la mayoría de destinos internacionales

Guillermo Gómez (con sudadera negra, a la derecha), con otros españoles en Eindhoven (Países Bajos). SERVICIO ESPECIAL

Que la vida es cara en Zaragoza y los precios de los productos frescos, de la energía y de otros alimentos están por las nubes es algo conocido. La inflación está azotando a España, algo que sufrimos día a día todos, pero también Europa, lo que complica y encarece las andanzas de muchos alumnos Erasmus de la Universidad de Zaragoza que este año emprenden la aventura de estudiar fuera de casa y también fuera de España. 

Algunos de ellos ya están en destino mientras que otros todavía están haciendo las maletas, pero son un total de 1.281 alumnos los que este año cursarán su carrera en una universidad internacional ubicadas en 28 países. Los que tienen más demanda son Italia (414), Portugal (126) y Francia (118), mientras que solo hay 1 alumno Erasmus aragonés en Macedonia y dos en Malta y Letonia.

El alza de precios lo han notado incluso antes de visitar su destino, cuando han tenido que buscar una residencia. Algunos, los más rezagados, aún no la tienen todavía. Es el caso de Jesús Rodríguez, un zaragozano de 21 años, que en octubre comenzará 4º de Periodismo en la Universidad de Colonia (Alemania, país que recibirá a 76 alumnos de la UZ). «Es agobiante porque faltan tres semanas» y no sabe dónde dormirá, señala todavía desde Zaragoza. La universidad tiene una residencia e instan a echar la solicitud en ella, explica; pero reconoce que por la inflación, los posibles cortes de gas al ser un país dependiente de Rusia y el aumento de los precios, se podría aumentar el coste total de 100 euros de la habitación. 

La adjudicación de plaza es casi un concurso, cuenta Jesús, ya que él escribió para ofrecer 350 euros y no le contestaron, así que ha aumentado la oferta a 400 pero de momento «no me han contestado. Es complicado y ya está todo solicitado y hay pocas ofertas, así que a día de hoy no tengo nada» y quizá tenga que subir algo el precio. En Alemania los precios son «bastante caros» y cerca de la universidad no bajan de 450 euros mientras que lejos, unos 300, pero a eso hay que sumar los transportes.

Jesús Rodríguez todavía no ha viajado a Colonia (Alemania).

Jesús es consciente de que es «mucho dinero» pero ha estado trabajando para ahorrar desde que decidió irse de Erasmus y no ha gastado, «solo ahorrado para vivir un año estupendo», señala. Alemania no fue su primera opción, ya que él quería Lisboa porque es «mas barato o por lo menos como Zaragoza» pero no le cogieron y el segundo fue Alemania, que es caro pero «no precios desorbitados como Noruega». Llegará con la lección aprendida, ya que uno de los consejos que le han dado es que «tenga cuidado con el primer mes» porque se gasta más de la cuenta, aunque también «me han recomendado supermercados baratos donde debo ir a comprar». 

«Un amigo me ha recomendado supermercados baratos» en Colonia, señala Jesús Rodríguez, que reconoce que no podrá permitirse "caprichos"

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Quienes ya están en destino son Guillermo Gómez (en Eindhoven, Países Bajos) y Paula Monge (Amiens, Francia). El primero estudiará Ingeniería Química y señala que «es una locura» encontrar piso en Eindhoven. El tuvo suerte porque hizo todos los trámites muy rápido pero cuenta que «un 10% de los que lo han elegido no pueden venir por que no tienen residencia y no hay piso. Hay superpoblación y no hay vivienda disponible», cuenta. Guillermo paga 360 euros por una habitación, que comparte con otros dos estudiantes.

Asegura que los precios no le han parecido tan caros como «esperaba», aunque reconoce que la compra puede ser un 10 o un 15%, sobre todo la carne y el pescado, que «es bastante salvaje», aunque el resto es parecido, señala. La beca la ha utilizado para pagar la matrícula y el piso y su idea es «hacer una compra para sobrevivir la semana pero no ir al día» y sí que tiene claro que «no me permitiré caprichos».

Paula Monge reside en Amiens (Francia), donde este año estudiará Periodismo.

Lleva ya una semana y afronta el curso «con ganas». De los españoles, «llegué de los últimos, pero me he sentido bien acogido» porque la gente es «supermaja». De momento van haciendo viajes en tren y eso sí que es muy barato y sirve para conocer la zona y también para conocernos entre nosotros».

«Carne y pescado cuestan un 15% más en Eindhoven que en España», dice Guillermo Gómez, quien explica que un 10% no puede estudiar en la ciudad porque hay superpoblación y "no hay vivienda disponible"

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En el caso de Paula será la economía la que «marque los posibles viajes». De momento, esta estudiante de Periodismo de 20 años, ya está en Amiens (Francia) a punto de comenzar el curso. Ella prefería compartir piso pero costaban «alrededor de 500 euros» y la residencia le cuesta 250 euros al mes sin contar la comida, pero a eso hay que añadir la comida que puede hacerse en una cocina común o ir a los restaurantes de la universidad, donde el menú cuesta unos 3,5 euros. Esa es su opción elegida ya que en el caso de cocinar, hay que comprar todos los utensilios y «salvo que los compartas con alguien» el precio ya sube.

Eso de lunes a viernes porque «los fines de semana será ya fuera». Lo que más le va a costar es «adaptarme a los horarios», porque la comida es a partir de las 11 y la cena de 6 a 8, pero «habrá que adecuarse». Convivir en una residencia le permitirá «conocer gente», porque aunque ya ha compartido horas con italianos, marroquís y alemanes, «también me gustaría de la ciudad», algo que intentará también en sus paseos camino a la universidad, ya que en su caso, su lugar de residencia no está cerca del campus.

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