Miguel Ángel Grimal Marco nunca pudo imaginar que su modus vivendi de comer en restaurantes de Zaragoza sin abonar el ticket no solo iba a protagonizar decenas de informaciones periodísticas bajo el nombre del Rey del Simpa, sino que también iba a inspirar una campaña publicitaria. 

La cadena de comida rápida KFC está llevando a cabo durante los días 15 y 16 de septiembre una campaña de promoción de sus establecimientos en la capital aragonesa inspirada en el Rey del Simpa. La famosa cadena de restaurantes está entregando una hamburguesa llamada 'La simpa' de forma gratuita a todas aquellas personas que visiten sus establecimientos.

En un comunicado, KFC detalla que la promoción estará disponible exclusivamente el 15 y 16 de septiembre, desde la hora de apertura de los restaurantes (entre las 12.30 horas y las 13 horas) hasta el cierre. Será válida únicamente hasta fin de existencias para pedidos en restaurante (no válido para servicio a domicilio) y se podrá adquirir una hamburguesa Simpa por persona. Añade la cadena que el Rey del Simpa está vetado en la promoción.

Tras sumar más de 60 estafas por los mismo, el pasado mes julio fue enviado a la cárcel de Zuera. Una prisión en la que ya estuvo hace un par de años por una condena de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Más allá de todas las ocasiones en las que ha sido denunciado por comer y cenar de gorra en innumerables establecimientos de Zaragoza meses atrás. Su mecánica ha sido siempre la misma: comer sin pagar, ser detenido y llevado al calabozo donde cenar y desayunar gratis; luego pasar a disposición judicial, quedando en libertad por orden del juez e inmediatamente repetir lo hecho el día anterior.

Las pequeñas estafas de Grimal Marco tienen como castigo multas económicas. Como está declarado insolvente, los jueces conmutan las cuantías no pagadas por días de cárcel.

Una situación que empezó a cansar a los hosteleros que llegaron a pedir que la ley tomara medidas sancionadoras más fuertes. Mientras prácticamente todos los ciudadanos lo conocen y lo denuncian cada vez que lo ven, a él no parece importarle. Su único interés es comer gratis y tener sitio en el que dormir todos los días. De ahí que en ninguna ocasión mostró algún tipo de resistencia en el momento de su detención. De hecho, su comportamiento ha sido siempre el contrario. Esperar tranquilamente a los agentes, mientras bromea con consumir algo más si abonar su importe. Cuando los policías entran en el establecimiento, siempre les ha saludado y espetado: «Aquí estoy, venís a por mí». Cuando salga de la cárcel