La zaragozana cárcel de Zuera mantiene tres módulos cerrados por unas obras que se prolongan ya más de 18 meses por lo que se encuentra en un 128% de su capacidad operativa, lo que impide el correcto funcionamiento del penal. ACAIP-UGT ha solicitado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que se realice un traslado extraordinario de reclusos a otros centros penitenciarios para poder hacer frente a las necesidades de internos, respecto a los estándares de atención que marca la Constitución, y manteniendo la seguridad del establecimiento.

La ocupación en el centro penitenciario ha sobrepasado los límites óptimos de funcionamiento. En marzo de 2021 comenzaron unas obras para instalar el nuevo sistema contra incendios que ha obligado a tener cerrados, al menos, dos módulos residenciales de manera continuada. A esto se ha unido la necesidad de disponer de un módulo habilitado para las cuarentenas derivadas del covid19, por lo que son tres los módulos que han estado sin poder utilizarse con normalidad. Las obras, y por tanto el cierre de módulos va a continuar, al menos otros seis meses, ya que también se van a acometer un arreglo en las fachadas y la climatización de las unidades.

En estos momentos el centro alberga alrededor de 1.100 presos distribuidos en 11 módulos residenciales. Es decir, no se deberían superar los 800 presos para un funcionamiento acorde a la legislación penitenciaria, de un interno por celda. El problema principal que supone esta sobreocupación es la imposibilidad de realizar una correcta separación y clasificación interior que atiende más a criterios de espacio que a criterios de idoneidad, y donde por ejemplo no se dispone de un módulo de presos preventivos primarios. Además, dificulta enormemente el tratamiento penitenciario y el normal desarrollo de los programas que se diseñan.

Señalan que "es muy complicado mantener una convivencia ordenada, unido a las dificultades añadidas de estar desarrollándose una obra en el interior del centro sin que cese la actividad del mismo". "No hay que olvidar que la vigilancia se centra, no solo en los propios internos, sino también en las instalaciones, que debido al acceso de personal ajeno a la institución requiere un mayor y mejor control por parte de los funcionarios", aseguran desde ACAIP-UGT.

En prisiones de similares características, muchas de ellas cuentan con un número similar e incluso por debajo de internos, aunque estas se encuentren operativas al 100%, cosa que no ocurre en Zuera.