Ruido, mucho ruido. Y es que su material de trabajo son los fogones pero también las cacerolas, las sartenes y los cucharones. Casi medio centenar de cocineros y ayudantes de cocina de los colegios públicos de Aragón se han concentrado esta tarde a las puertas del Edificio Pignatelli para pedir mejoras en sus condiciones laborales y, además de vistos, han sido por los viandantes que paseaban por las puertas de la sede del Gobierno de Aragón.

Vestidos con sus casacas blancas y sus gorros de cocina y en las manos las cazuelas y los cucharones han realizado una cacerolada y leído un manifiesto para dar a conocer sus reivindicaciones, unas peticiones que, dicen, por las que llevan más de un lustro luchando.

Critican que son el único personal de educación que «no tiene ratios», por lo que existen centros de trabajo que con el mismo personal dan de comer a 100 personas o a 400, dependiendo de la «suerte que se tenga», ya que muchos trabajadores preparan 140 comidas en cinco horas de jornada; y otros más de 350.

VÍDEO | Cacerolada del personal de cocina de los colegios públicos de Aragón a las puertas del Pignatelli

VÍDEO | Cacerolada del personal de cocina de los colegios públicos de Aragón a las puertas del Pignatelli Ángel de Castro

Entre sus peticiones, las de ser sustituidos porque la DGA «es incapaz de contratar a profesionales de nuestras categorías», por lo que, señalan, en muchas ocasiones tienen que asumir el trabajo de los compañeros enfermos. También se sienten discriminados en sus centros porque son los «únicos fijos-discontinuos del departamento de Educación. Urgen también la «negociación colectiva» puesto que su convenio data de 2006 y reclaman mejorar la contratación porque «hacemos más horas de las que se nos reconocen y desarrollamos funciones de superior e inferior categoría, por el bien de nuestras cocinas». Y es que, señalan, que hacer comida con productos frescos y de cercanía «supone tener que desempeñar muchas funciones al margen de la propia elaboración, como encontrar a los mejores proveedores y establecer menús agradables y equilibrados».

La protesta de las técnicas de Educación aglutinó a profesionales y niños. JONATAN BERNAD

La del personal de cocina de los colegios públicos no fue la única propuesta del sector educativo, ya que las técnicas de Educación Infantil (la mayoría son mujeres) también mostraron su malestar porque la «mitad de la plantilla está en el paro» este curso ya que el Departamento de Educación ha recortado las plantillas y, señalan, que el curso pasado se licitaron 94 plazas, y este solo 68.