El Periódico de Aragón

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El sector servicios

El comercio aragonés se adapta al ralentí al plan de ahorro energético

En cuatro días será obligatorio que todas las tiendas tengan un sistema automático de cierre de puertas / La DGA dará ayudas por 10 millones para digitalizar y adaptar las instalaciones de tiendas, bares y hoteles

Un comercio con puertas automáticas situado en el paseo de las Damas de Zaragoza. | ÁNGEL DE CASTRO

A partir del próximo sábado será obligatorio que los comercios, hosteleros y negocios a pie de calle dispongan un sistema automático de cierre de puertas. Es la medida más polémica y costosa que recoge el primer plan de ahorro para reducir el consumo de energía que puso en marcha hace poco más de un mes el Gobierno central, un decreto con el que España pretende contribuir a cumplir el compromiso exigido por la Unión Europea de bajar el consumo de gas un 7% en plena crisis energética, producto de las tensiones geopolíticas con Rusia por la invasión y la guerra de Ucrania.

Aunque las medidas no fueron bien recibidas por la mayoría de los empresarios y levantaron ampollas en algunos sectores, los establecimientos se han resignado a su cumplimiento y le ha ido quitado hierro a los cambios introducidos. Aunque el cumplimiento de alguna de las normas es bajo o dudoso, el Ejecutivo autonómico no ha aplicado por ahora ninguna sanción y no prevé hacerlo a corto plazo. Apuesta por la vía de la conciencia, la información y el apercibimiento en lugar del castigo.

El decreto justifica la norma de mantener la puerta cerrada durante el día como una medida para impedir «el despilfarro energético» ocasionado por las pérdidas de energía al exterior, independientemente del origen renovable o no de la energía utilizada en los sistemas de calefacción y aire acondicionado. El texto, publicado en el BOE, matiza que el sistema puede consistir en «un sencillo brazo de cierre automático de las puertas», por lo que no manifiesta la obligación de instalar de cero una estructura como una puerta automática.

La diferencia de precio es importante: mientras que la instalación de puertas automáticas puede costar de 2.000 a 4.000 euros, la colocación de un brazo mecánico no pasa de los 60. Sin embargo, este último sistema no es posible para todo tipo de puertas.

La medida no ha tenido hasta ahora un gran éxito en el caso de Zaragoza. Basta darse una vuelta por las calles comerciales de la ciudad para comprobar que muchos locales, dispongan o no de un sistema automático, no han cerrado las puertas en el mes y medio que lleva en vigor la normativa.

Lo que más inquieta es tener la puerta cerrada —si se está utilizando el aire acondicionado o la calefacción— por el coste de poner un sistema automático

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«Hemos asumido el plan con resignación. Algunas medidas se han ido matizando y ahora no se ven con tanta gravedad como al principio», afirma Antonio Tornos, presidente de la Federación de Empresario de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (Ecos), quien asegura que el grado de cumplimiento del plan está siendo «muy alto».

Lo que más inquieta en el sector es lo de tener la puerta cerrada —si se está utilizando el aire acondicionado o la calefacción— por el coste que puede tener en algunos casos poner un sistema automático. «Lo recomendable sería que hubiera ayudas públicas para el pequeño comercio, ya que las grandes superficies o cadenas no tienen problemas para asumir este gasto», sostiene.

Tornos asegura que «el comercio se está adaptando» a la medidas de las puertas y que muchos han optado por colocar un brazo mecánico. También precisa que en las fechas actuales, con temperaturas más otoñales, «sale más barato estar con las puertas abiertas y no encender el aire acondicionado». En cualquier caso, el presidente de Ecos lamenta la «confusión» y los «mensajes contradictorios» que se lazan desde la Administración, ya que esta obligación choca con la recomendación sanitaria de ventilar los locales si se produce una nueva ola de contagios de coronavirus.

Inspecciones

Las encargadas de la vigilancia del plan de ahorro energético son las comunidades autónomas. Desde la entrada en vigor del real decreto, el Gobierno de Aragón ha realizado 48 inspecciones periódicas de instalaciones térmicas.

Aunque algunas de ellas están todavía en procedimiento porque se realiza más de una visita, la mayoría «han sido favorables», señalan desde el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial. «Se están incrementando las peticiones de realización de inspección periódica por parte de los titulares de establecimientos obligados, lo que denota sensibilidad y deseo de cumplir la normativa», apuntan.

Al margen de la petición que se hizo desde el Gobierno de Aragón para mejorar e incrementar los recursos, los organismos independientes de control, que inspeccionan este tipo de instalaciones, «están incorporando los recursos necesarios para atender la demanda con objetivo de coordinar mejor los esfuerzos y ser más eficaces». No en vano, Aragón aplica el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios) desde 2009, lo que permite afrontar el nuevo decreto de manera más garantista.

La consejería dirigida por Arturo Aliaga está ultimando el lanzamiento de una convocatoria de ayudas para la digitalización del comercio dotada de 3 millones de euros, que permitirá subvencionar la aplicación de soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia en el consumo energético y de los recursos, lo que podría incluir la instalación de puertas automáticas. También trabaja en otro programa dirigido para establecimiento turísticos y hoteleros enfocado en el ahorro energético, que contaría con una dotación de 7 millones de euros. En ambos casos, la financiación proviene de los fondos europeos de recuperación.

El consumo eléctrico baja el 4% en el primer mes de aplicación

El consumo eléctrico en el primer mes de aplicación del plan de ahorro energético ha caído cerca del 4% si se compara con el mismo periodo del año anterior. El decreto de medidas fue impulsado por el Gobierno de España a principios de agosto para hacer frente a la crisis energética que se cierne sobre la Unión Europea como consecuencia de los cortes de suministro del gas natural proveniente de Rusia, que adopta esta medida como represalia por el apoyo a Ucrania.


Según datos provisionales de Red Eléctrica de España (REE) recogidos por Efe, la demanda acumulada desde el pasado 10 de agosto —día en el que entró en vigor el decreto que regula el citado plan– hasta hoy, viernes 9 de septiembre, ha sido de 21.522,5 gigavatios hora (GWh), mientras que en el período equivalente de 2021 fue de 22.429 GWh.


Esto supone un descenso del 4%, mientras que si se compara la demanda acumulada en el período equivalente de 2019, antes de que estallara la pandemia (22.781 GWh), el descenso alcanza el 5,5 %. Cifras similares se observan si se compara la media diaria de consumo eléctrico desde el pasado 10 de agosto hasta el 9 de septiembre (694,27 GWh) con la media de esos mismos días en 2021 (722,55 GWh) y de 2019 (723,57 GWh). En ambos casos se observa un descenso del 4 %, tanto respecto del 2021 como de 2019, antes de que estallara la pandemia.

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