Zaragoza es desde este miércoles –y hasta el viernes– la capital del periodismo mundial. Más de mil asistentes en la capital aragonesa en una cita en la que participan representantes de más de 80 países de todo el planeta. La capital aragonesa alberga este foro en un momento clave para la libertad de prensa, la desinformación y con la democracia liberal en jaque por los totalitarismos que recorren Europa y el mundo. De hecho, el rey Felipe VI ha hecho entrega de la prestigiosa Pluma de Oro a la libertad de Prensa que la organizadora del evento, la asociación de editores Wan-Ifra, otorgó al medio polaco Gazeta Krawczyk y su fundación por su apoyo a los medios de comunicación cuya actividad está en riesgo en países en conflicto.
Reuters, The New York Times, la BBC, The Washington Post, Financial Times. Todos los grandes grupos editoriales españoles sin excepción. Multitud de expertos independientes de los cinco continentes participan en el Congreso Mundial de Medios de Comunicación que el se celebra en el Palacio de Congresos de la Expo. Pocos serán los que se hayan querido perder la gran cita del año del periodismo editorial, donde se han trazado las líneas a seguir de una industria que mueve la opinión pública pero atraviesa un momento de renacimiento. Y bien es sabido que los partos son dolorosos, con la guerra de Ucrania, Afganistán, Irán y México en el imaginario colectivo.
Las opiniones son diversas, pero en las ponencias de los editores, los corrillos de periodistas y hasta entre los acomodadores se repetía la misma cantinela: sin independencia periodística no hay democracia liberal posible. Fue una de las claves de todos los encuentros, desde evitar la dependencia monetaria hasta hacer frente común con la ciudadanía para luchar contra las presiones políticas.
Precisamente en ello ha incidido Felipe VI, tras escuchar con atención una ponencia sobre el riesgo que corre la libertad de información, con periodistas de Zambia, Polonia, Brasil y La India. Tras la entrega de la Pluma de Oro, el rey ha querido dirigirse a los editores y periodistas para reclamar una protección a la independencia periodística.
«Los periodistas son el enlace entre los ciudadanos y los hechos», ha dicho el monarca, sobre una vocación que exige a veces «asumir esfuerzos y riesgos terribles en muchos lugares del mundo». «La libertad de información, consagrada en la Constitución en el artículo 20, representa la concreción de un fundamento nuclear en cualquier democracia que se considera plena», ha manifestado el rey, incidiendo en que España es hoy un «buen exponente de la libertad de prensa, pero como en todas las sociedades, exige esfuerzos constantes».
De su mano recogió la Pluma de Oro Joanna Krawczyk, la presidenta de la fundación de la Gazeta Wyborcza, y Piotr Stasinski, ex redactor jefe adjunto, quien ha alzado la singular estatuilla al cielo en nombre de la redacción del diario y de la libertad de prensa, lo que provocó alguna sonrisilla sobre el estrado. Nada más lejos de la realidad: no hay sonrojos para quien lucha por la democracia con poco más que un papel y una pluma.
Se concede este galardón, además, en el contexto del Día Mundial de las Noticias que, como cada 28 de septiembre, trata de situar en el foco de la sociedad al completo la importancia del periodismo y el acceso a las noticias e informaciones creíbles y veraces.
Estuvo acompañado el monarca por la ministra de Justicia, Pilar Llop, y la flor y nata de las autoridades aragonesas. Encabezaba la comitiva el presidente aragonés, Javier Lambán, que mentó a Aragón como la sede donde la asociación mundial de editores debate estos días su futuro «en un momento crítico para la historia de Europa». Han asistido también el presidente de las Cortes, Javier Sada, la delegada del Gobierno, Rosa Serrano, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.
Una cita muy aragonesa
Después, la velada transcurrió entre vino y tapas en dos sedes que unen la Zaragoza contemporánea con la histórica. La comitiva, junto a los asistentes del congreso, visitó el recientemente reformado Pabellón Puente, un camino de pocos metros en los que no faltaron las fotos con el monarca y, de nuevo, más corrillos.
Tras ello, ya sin Felipe VI, el Palacio de La Aljafería recibió a cientos de congresistas que descubrieron por primera vez una de las joyas del mudéjar aragonés. Entre siglos de historia en la actual sede del Parlamento aragonés, sonaron la jota y el flamenco para despedir una jornada que no dejó de lado la identidad aragonesas en un escaparate global.
Antes, por la mañana, fue protagonista el arte del bailarín Miguel Ángel Berna, que aúna la joya del patrimonio cultural aragonés con el icónico sonido de sus castañuelas con el flamenco y la danza contemporánea. No pasó inadvertido para los africanos, americanos, asiáticos y centroeuropeos, que asistían a hablar del futuro de su oficio y se encontraron con una interpretación emocionante sobre las tablas.
«Los españoles conocemos bien el valor de la libertad de la información. Durante una parte de nuestra historia no pudimos disfrutarla. Es un pilar básico de toda sociedad democrática», ha aseverado José Joly Martínez de Salazar, el presidente de la Asociación de Medios de Información y editor del Grupo Joly, en uno de los discursos de apertura del Congreso Mundial de Medios Wan-Ifra, que arrancó bien pronto por la mañana y marcó el hilo argumental de buena parte del día.
También en su discurso inaugural, el presidente de Wan-Ifra, Fernando de Yarza, ha destacado que los objetivos principales de la organización son defender la libertad de prensa y proteger la vida de los periodistas en el mundo. Ha señalado los lugares en el planeta donde, en este último año, es más difícil el ejercicio del periodismo y donde más en riesgo están los derechos a la información y la vida de los periodistas, como en distintas zonas de América Latina, Ucrania o Afganistán. Para todos ellos elevó el compromiso de Wan-Ifra para ofrecerles su apoyo y abogó por un contexto en el que se pueda trabajar «con seguridad y sin miedo».
El presidente de Wan-Ifra ha abordado también los cambios que se han imprimido en la profesión y en la propia organización desde la llegada de la pandemia, con el impulso al trabajo en remoto en las redacciones y el acelerón a toda la transición digital, después de varias décadas de las primeras webs de diarios en el mundo.
Este jueves, de nuevo a las 17.00 horas, se anunciará el ganador de los Digital Media Awards Worldwide 2022. Por la noche, la velada se trasladará al restaurante Aura de Zaragoza, a orillas del Ebro, antes de afrontar la jornada del viernes, que pondrá el broche definitivo al congreso.
