El Periódico de Aragón

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MARÍA DOLORES PASCUAL, PRESIDENTA DE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL EBRO (CHE)

"El cambio climático obliga a adaptarse a la reducción de los recursos hídricos en un 20%"

"La planificación hidrológica del Ebro busca compaginar la sostenibilidad del río con la satisfacción de las demandas"

María Dolores Pascual, en su despacho de la Confederación, durante la entrevista. ANGEL DE CASTRO

María Dolores Pascual preside la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) desde hace cuatro años, tras haber desempeñado distintos cargos en el organismo de cuenca a lo largo de dos décadas. Es licenciada en Derecho,  pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado desde 1997 y al comienzo de su carrera estuvo destinada en el organismo autónomo de Parques Nacionales y en el Ministerio de Agricultura.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha elaborado un plan hidrológico de la cuenca que traza las nuevas directrices de la gestión del agua.

Una de las cuestiones más importantes para la gestión del agua es la planificación, que en España tiene una tradición anterior a la Directiva Marco del Agua del año 2000. Al planificar en cada cuenca hidrográfica lo que se pretende es establecer una cuantificación lo más concreta posible de las demandas existentes y saber de cuántos recursos se dispone para satisfacer esos usos esenciales. Y eso es lo que se ha hecho en este ciclo de planificación, cada uno de los cuales cubre seis años y revisa lo hecho anteriormente, de forma que esas cuantificaciones se van corrigiendo. Y en este ciclo uno de los elementos esenciales ha sido la introducción del concepto de cambio climático en la evaluación de los recursos disponibles. Para ello todas las demarcaciones hidrográficas han contado con informes especializados del Cedex, que ha hecho estimaciones con modelos matemáticos que, si bien tienen su grado de incertidumbre,  marcan tendencia. Y esos informes reflejan distintos escenarios, todos ellos indican una reducción de los recursos disponibles en distintos escenarios. El plan hidrológico de la demarcación ha incorporado esas previsiones a la baja, de forma que este plan tiene que marcar un claro equilibrio entre los recursos disponibles y las demandas existentes y las futuras para que se garantice que va a haber recursos para esos usos.

¿Cuál es el punto fuerte del futuro plan hidrológico?

Creemos que el plan hidrológico de la demarcación que está en proceso de aprobación es una hoja de ruta para alcanzar un Ebro sostenible. Se trata de un plan que nos hemos dado todos porque es integral, no de la Confederación, sino de la cuenca. Se trata de alcanzar un equilibrio de sostenibilidad, de garantía de las demandas y de garantía ambiental del agua como un recurso escaso que es.

¿En qué medida influye el cambio climático en el nuevo ciclo de planificación?

Lo único cierto en el cambio climático es la incertidumbre, y por eso precisamente hay que anticiparse, prepararse y adaptarse a un escenario futuro, probablemente no muy lejano. Estos fenómenos extremos de riadas y sequía que hemos visto este año indican que el clima está variando y que la situación climatológica y por tanto hidrológica va a ser diferente de la que hemos vivido hasta ahora. Por tanto, en adelante tenemos que ser capaces de prevenir dentro de un margen de incertidumbre las previsiones más desfavorables y adaptar los usos y las demandas a los recursos existentes en cada cuenca hidrográfica. Eso es lo que se propone el plan hidrológico de la demarcación, que recoge los usos de todo tipo en toda la cuenca, incluida la comunidad de Aragón. Y las demandas futuras incorporadas al plan hidrológico para los próximos seis años tienen que tener estimativamente garantía de recurso, tomando en cuenta ese porcentaje de reducción de los recursos hídricos de un 20% a medio o largo plazo en las perspectivas más pesimistas.

Crecida extraordinaria del Ebro a su paso por Zaragoza, en diciembre de 2021. Jaime Galindo

¿Cómo reaccionan los regantes ante esta situación, verificada científicamente, en la que va a haber menos recursos disponibles?

Los regantes lo ven con preocupación, claro, como ocurre en cualquier actividad que tiene en el agua un recurso esencia en su actividad económica. Pero no se trata de estar o no de acuerdo, sino de anticiparnos. No hay otra opción. Hay que prepararse y creo que son conscientes de la necesidad de adaptación. De hecho, algunos de los sistemas de la margen izquierda del Ebro, Riegos del Alto Aragón o el canal de Aragón y Cataluña, están haciendo ya planes de adaptación a través de nuevos sistemas de cultivo, de modernizaciones y tecnificaciones, de cultivos que requieren menos agua y son más resistentes a la sequía, de mejoras en las técnicas y distribución y transporte del recurso… Al final es un proceso de adaptación colectivo en el que el plan hidrológico de la demarcación marca una hoja de ruta para todos.

 ¿En qué punto de la tramitación se encuentra el documento de la planificación hidrológica?

El plan ya recibió el informe favorable del Consejo del Agua de la demarcación, donde están todos los usuarios. En los usuarios del regadío hubo un voto en bloque que fue la abstención porque consideran que, aunque es un plan en el que se han incorporado cuestiones que ellos ven favorables al uso del regadío, no lo ven tan aceptable en otras cuestiones. Y entonces, una cosa por la otra les llevó a la abstención, pero en cualquier caso el voto favorable de la mayoría hizo que el plan siguiera su tramitación y ahora está en el Ministerio para su tramitación. Todavía no está aprobado, aunque ha superado el informe del Consejo del Agua.

"En el conjunto de la cuenta estamos ahora de media entre un 14% y un 15% por debajo de la situación del año pasado, con un 30% aproximado de la capacidad"

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¿Cómo se encuentran ahora mismo los embalses de la cuenca del Ebro¿ ¿Está garantizado el suministro del agua durante este otoño o puede haber problemas?

La cuenca del Ebro es muy amplia y variada desde el punto de vista de la geografía, del clima y de la pluviometría. No es la misma la situación de los embalses de la margen derecha que los de la margen izquierda, que están peor. En el conjunto de la cuenta estamos ahora de media entre un 14% y un 15% por debajo de la situación del año pasado, con un 30% aproximado de la capacidad. Pero se trata de una media. En la margen derecha, con ríos menos caudalosos y menos recursos, llevan sin embargo unos años en los que las reservas embalsadas son muy buenas, en particular en Aragón, en afluentes como el Jalón, el Guadalope y el Matarraña. Aquí los embalses están entre un 40% y un 60% de su capacidad de almacenamiento. En cambio, en la margen izquierda nos encontramos con que los embalses están en una situación muy mala, con muy pocas reservas porque la poca nieve que cayó el invierno pasado, la poca lluvia de la primavera y las altas temperaturas del verano han hecho que haya habido mucha más demanda en un momento de pocas aportaciones a los embalses.

La sequía es ya más que preocupante.

Llevamos un periodo de sequía que empezó mucho antes del verano, pero se trata de un fenómeno que se ha visto venir y se han tomado medidas. Por ello los embalses tienen como objetivos prioritarios el abastecimiento de las ciudades y garantizar los usos ecológicos. Todos los demás usos tienen que supeditarse a la garantía de esos usos prioritarios, ya sean el regadío o los usos hidroeléctricos. En el caso del regadío, el mayor demandante de agua, todos los sistemas de riego de la margen izquierda han ido adaptando su campaña a la disponibilidad de agua. Riegos del Alto Aragón, por ejemplo, ha establecido cupos porque se termina la campaña con una menor dotación de agua que en una época normal. En Bardenas, por otro lado, se ha anticipado el final de la campaña, mientas que el canal de Aragón y Cataluña también ha limitado sus dotaciones.

¿Hay algún caso preocupante? Por ejemplo, la ciudad de Huesca, que dispone de menos reservas debido al bajo nivel en que se encuentra el embalse de Vadiello.

El Ayuntamiento de Huesca tiene un abastecimiento que casi en su totalidad depende del embalse de Vadiello. Ya sufrió la sequía considerablemente y por eso hemos estado muy pendientes del suministro de la ciudad, que no está en riesgo dado que tiene otras fuentes de suministro que garantizarían el agua si Vadiello se agotara. Ya hubo un episodio muy grave de sequía en 2005 y se hizo una obra de emergencia, gracias a lo cual el ayuntamiento dispone de varias fuentes alternativas de suministro, aunque Vadiello es la prioritaria.

La presidenta de la CHE, ante un gran mapa de la cuenca del Ebro. ANGEL DE CASTRO

En el contexto actual de cambio climático, ¿tiene sentido hablar de trasvase del Ebro?

El cambio climático es el mayor reto ambiental al que nos enfrentamos en el planeta y en todos los ámbitos, regionales y locales. Lo fundamental es la adaptación porque este factor va a transformar los criterios por los que nos hemos regido hasta ahora. Y esa adaptación pasa fundamentalmente por la búsqueda de sistemas de ahorro y control y por una mayor eficiencia en el manejo de los recursos, en todos los usos. Se habla siempre de la agricultura, pero también hay que adaptar los abastecimientos, donde en los últimos años se han hecho inversiones importantes para mejorar el consumo por habitante y día. También es clave mejorar las instalaciones y el transporte… El cambio climático nos va a exigir nuevos planteamientos que se unan a los anteriores, sobre todo el ahorro, la eficiencia en la asignación del recurso y utilizar el agua necesaria.

¿Y cuál es el papel de la Confederación Hidrográfica del Ebro en este contexto?

La Confederación es un organismo gestor que se encarga de la distribución y la gestión del agua dentro de su demarcación. Por lo tanto tenemos que ser conscientes de que con el cambio climático las demandas deben adaptarse a los usos disponibles, y no a la inversa. Los usos deben estar dentro de la disponibilidad del recurso. Eso supone que las políticas sectoriales tienen que subordinarse a la planificación hidrológica. Existe un horizonte con un escenario de reducción del 20% de los recursos en el año 2100. Pero se hacen distintos escenarios y es la previsión más pesimista para el 2050. Entonces se han hecho inversiones para que la cuenca sea viable desde el punto ambiental y económico.

Las sequías no excluyen las riadas del Ebro, que son la otra cara de la moneda.

Así es. Y hemos tenido los dos fenómenos en el mismo año hidrológico. En diciembre de 2021 hubo inundaciones en el tramo medio del Ebro, y durante el verano de 2022 se ha producido una sequía. Esto es una consecuencia del cambio climático. Los expertos en meteorología sí que predicen una modificación en la forma de precipitaciones, no menos lluvia pero sí diferente, de manera torrencial o muy concentrada localmente. De manera que tenemos los dos extremos, lo que obliga a la adaptación a esta situación de extremos.

¿Y cuál es el papel de la planificación hidrológica?

Por un lado, la planificación hidrológica incluye las planificaciones sectoriales, como la que abarca la lucha contra las inundaciones, que es el plan de gestión de riesgos de inundación del Ebro y, por otro lado, el plan especial de sequías. Y en este campo, la experiencia con que cuenta la demarcación del Ebro, de inundaciones y sequías a veces con cuatro o seis meses de diferencia, nos permite gestionar estos fenómenos con mayor anticipación que en años anteriores. Sigue habiendo grandes consecuencias económicas tanto de las inundaciones como de las sequías, pero no debemos perder la perspectiva de que hace años tanto un fenómeno como otro provocaban muertes. Ahora mismo, por lo general estamos hablando ya solo de efectos económicos y poseemos herramientas para anticipar los efectos de unos fenómenos que se van a seguir produciendo.

¿En qué punto están las obras del embalse de Almudévar?

Ahora mismo está construido en torno a un 90% o un 95% del embalse. Los diques están terminados y el trabajo se centra en la coronación de esas estructuras con la colocación de barandillas e iluminación. También se está trabajando en las instalaciones de bombeo para el llenado y el vaciado del embalse, y en la construcción de la línea eléctrica que suministrará energía a las bombas y a las turbinas. La obra va según lo previsto y esperamos que a finales del año que viene esté todo terminado. Entonces empezará la fase de puesta en carga y posteriormente la explotación.

Efectos de una riada en el término de Pradilla, cerca de Tauste. ANDREEA VORNICU

¿Compensa Almudévar el hecho de que se anulara el proyecto para hacer otro embalse en Biscarrués?

El actual plan hidrológico de la demarcación, denominado Un Ebro sostenible, debe ser el documento para garantizar las demandas y además proteger el agua y sus ecosistemas asociados buscando el equilibrio entre la parte de la demanda y la parte de la protección medioambiental. Y en este capítulo se han incorporado medidas de carácter ambiental, como los caudales ecológicos, y la finalización de las obras de regulación, que permitirán garantizar cultivos que hoy en día son muy competitivos. En concreto, el embalse de Almudévar aportará garantía a las nuevas demandas agrarias dentro del Sistema de Riegos del Alto Aragón. Hemos incluido nuevas hectáreas de regadío, hemos sido restrictivos en incluir nuevos regadíos en el plan del Ebro porque entendemos que deben ser viables desde todos los puntos de vista, ambientalmente e hidrológicamente, tiene que haber recursos que garanticen esos regadíos. Y con el embalse de Almudévar las 145.000 hectáreas que se prevén tienen una garantía de recursos suficiente para que los cultivos sean competitivos. Y ese es nuestro objetivo en los próximos seis años. Nuestro plan es hasta el 2027, y durante este proceso Riegos del Alto Aragón verá incorporado el embalse de Almudévar como una pieza de regulación fundamental dentro de su sistema, tendrá que incorporarla en sus criterios de explotación y tendrá que ir paralelamente desarrollando las nuevas hectáreas, algunas de las cuales ya tienen financiación comprometida del Gobierno de Aragón. Se llegará así al equilibro entre la disponibilidad del recurso y las demandas. Y creemos que es un objetivo razonable.

¿En qué punto se halla el embalse de Mularroya? Hubo una sentencia de la Audiencia Nacional que declaró la nulidad del proyecto. ¿Se retomarán algún día?

Estamos esperando el pronunciamiento del Tribunal Supremo, ya que se recurrió la sentencia de la Audiencia Nacional por parte de la Abogacía del Estado, por parte de los usuarios y por parte de la empresa que ejecuta las obras. El contenido de esa sentencia determinará las decisiones que se tomen posteriormente.

Sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro. ANGEL DE CASTRO

¿Hay fecha para la terminación de las obras de recrecimiento de Yesa?

El proyecto ya lleva muchos años en marcha y es una de las cinco obras incluidas para terminar dentro del plan hidrológico de la demarcación dentro del actual ciclo hidrológico. En estos momentos la presa recrecida ya está terminada y se está trabajando con normalidad en aspectos complementarios de la obra principal. Es una obra que cuenta con un sinfín de elementos de auscultación y de control exhaustivo.

Los deslizamientos de la ladera en la margen derecha han sido una constante desde que empezaron las obras.

Por eso mismo se han reforzado todos los controles en la obra, y creo que es una de los proyectos con mayores medidas de seguridad dentro de la cuenca y quizá en todo el país. De hecho, hay obras complementarias para mejorar la seguridad de la presa.

Recientemente se lanzó el Plan Ebro Resilience. ¿En qué consiste?

En todos los fenómenos de inundaciones la Confederación trabaja en varias líneas, no solo con el Ebro Resilience. De acuerdo con el plan de gestión de riesgos de inundación existe una serie de herramientas en la lucha contra las inundaciones, entre ellas las medidas de recuperación, pues lo inmediato es la recuperación de la situación para llegar a un punto lo más parecido posible a lo que había antes, como sucedió en la riada de diciembre de 2021. En ese sentido, el Consejo de Ministros hizo una declaración de emergencia para recuperar sobre todo las defensas y las motas que protegen los núcleos urbanos, las redes de abastecimiento y depuración y los nudos de comunicación. Se estableció una primera fase con aproximadamente 10 millones de euros de inversión, así como una segunda fase con otros 16 millones, de forma que en total se están invirtiendo en este momento, a lo largo de todo el tramo medio del Ebro, en Aragón, La Rioja y Navarra, del orden de 26 millones de euros. Esa suma servirá para mejorar las defensas siguiendo las prioridades marcadas.

"No podemos tener los ríos como un canal, es cierto, pero sí creo que los ribereños tienen razón en cuanto que todos los cauces requieren un mantenimiento para que el río cumpla estrictamente esa función hidrológica"

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Y a largo plazo, ¿qué política se sigue?

Por otro lado, de forma constante, tenemos que adoptar medidas que nos permitan estar mejor preparados para la próxima avenida, que vendrá, aunque no sabemos cuándo. Esa es la estrategia Ebro Resilience, que cubre aproximadamente 300 kilómetros de río divididos en 18 tramos. En cada uno de ellos se analizan exhaustivamente los problemas de inundación que existen y se diseñan varias soluciones para cada problema, sobre todo la retirada de motas dando más espacio fluvial al río, la permeabilización de infraestructuras, la adaptación de las márgenes a las inundaciones mediante zonas inundables o la permeabilización de grandes islas del río para que no obstruyan la corriente. En definitiva, lo que incorpora Ebro Resilience, además de la visión tradicional del río, que es puramente hidráulica, es una visión ambiental, es decir, el río entendido como un ecosistema que mejore la calidad del agua. No es que haya una prioridad de satisfacción de las demandas o de garantía medioambiental, sino que la mejora de las masas de agua, del recurso, es un elemento esencial para garantizar los usos y las demandas. Si no tenemos un agua de calidad, no podemos garantizar el abastecimiento. Si no tenemos unos ríos sanos y con caudales suficientes, no podremos tener usos lúdicos o deportivos. Al final es un círculo que nos tiene que llevar a la sostenibilidad para la garantía de nuestras masas de agua, que es el objetivo fundamental de la Directiva Marco, y la satisfacción de las demandas.

¿Qué aporta el plan Ebro Resilience a la política hidrológica?

Para nosotros Ebro Resilience es una estrategia importante porque pone elementos nuevos desde el punto de vista de la gestión de las inundaciones. Aporta una visión ambiental en la gestión del agua y comprende todo el tramo medio del Ebro, que requiere la coordinación de los distintos niveles de la Administración. Además aumenta el elenco de herramientas a nuestra disposición para luchar contra las inundaciones. Incorpora además elementos de mejora de la previsión hidrológica a través de sistemas automáticos de información hidrológica que nos permiten anticiparnos. Es una estrategia que puede ser replicable en otros cauces de la cuenca, a menor escala. Las tres direcciones de la Confederación en la lucha contra las inundaciones serían la recuperación después de los episodios, planes de resiliencia como Ebro Resilience y la previsión hidrológica que anticipa los caudales de avenida y permite anticipar los avisos a la población y a Protección Civil, así como la gestión de los embalses en caso de avenida, como el SAIH y el SAD.

Crecida del río Ebro en Novillas, el primer pueblo de la ribera aragonesa al oeste de Zaragoza. ANGEL DE CASTRO

¿Qué incluye el plan hidrológico de la demarcación?

El plan hidrológico de la demarcación incluye elementos dirigidos a la mejora de las masas de agua, pues cuanto más sanos estén nuestros ríos, más capacidad de recuperación tendremos. Por eso en el plan del Ebro se han incluido, además de horas de regulación y ampliaciones de regadío, elementos de protección del recurso como los caudales ecológicos y la limitación del plazo de las concesiones y las reservas hidrológicas… Todo ello permite, creemos, un documento equilibrado que nos lleve a un Ebro sostenible en el próximo ciclo de planificación.

Desde hace años, una demanda reiterada de los agricultores y ganaderos es que se limpie el cauce del Ebro.

Cuando hablamos de limpieza el problema es que es un término ambiguo que para unos significa una cosa y para otros, otra diferente. Nosotros intentamos convencer a los ribereños de que lo que ellos entienden como limpiezas masivas o dragados no son sostenibles ambientalmente a lo largo del tiempo. De ahí ha surgido también el plan Ebro Resilience, pues nuestra experiencia en inundaciones nos ha demostrado que una política que se ha llevado desde los años 60 y 70, a base de defensas frente al río y de dragados masivos, puede servir en momentos puntuales. Pero se trata de utilizar herramientas que incorporen la visión ambiental del río. No podemos tener los ríos como un canal, es cierto, pero sí creo que tienen razón en cuanto que todos los cauces requieren un mantenimiento para que el río cumpla estrictamente esa función hidrológica. Pero ese mantenimiento tiene que ser desde ese punto de vista. Después la función ambiental y de garantía de los sistemas ecofluviales requiere también el transporte de áridos, cierta vegetación… El río no puede ser un canal. En este sentido, Ebro Resilience tiene también un componente muy importante de participación de los ribereños para mostrarles que hay otras opciones aparte de los dragados masivos y de las limpiezas. Ellos son los principales perjudicados y beneficiarios de las inundaciones y sin su participación estas políticas están abocadas al fracaso. Por eso la estrategia tiene esa visión hidrológica y ambiental, la coordinación con las administraciones públicas y la labor de divulgación y de participación con los ciudadanos. Vamos aprendiendo los unos de los otros. Además Ebro Resilience tiene una parte muy importante de diagnóstico de las situaciones para cada tramo. Cada uno de ellos se estudia de forma muy exhaustiva con respecto a los riesgos de inundación. Para cada problema se hacen modelizaciones que permiten ver qué pasaría y en algún caso las aportaciones de los alcaldes y de los ribereños han modulado las soluciones que nosotros habíamos previsto. Y para ello hace falta realizar mucha labor pedagógica.

¿Se toman medidas para combatir la contaminación en la cuenca?

Existe un problema de contaminación difusa por la presencia de nitratos dentro de las masas de agua superficiales y subterráneas. Y no solo proceden de las granjas, también se deben al vertido de nitratos en los campos, así como a los purines utilizados como abono y que, en conjunto, con el paso de los años, producen índices muy por encima del máximo permitido por la Comisión Europea. En este terreno, el plan hidrológico también incorpora medidas que intentan mejorar las masas de agua, aunque también tiene mucha importancia el papel de los responsables agrarios en la mejora del abono. 

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