La sensación es que la FP no solo forma bien al alumno sino que prepara al trabajador y por eso mucha gente ha empezado a dejar de obsesionarse con las carreras universitarias, al comprobar además que el porcentaje de encontrar una salida laboral es muy alto y constatar que es un buen camino, que todavía no es la carta pero que ha sido capaz de elegir e integrarse, de ensamblar con las características propias de las diferentes zonas del territorio. Ya no es el patito feo de la enseñanza, ni el pozo donde caían los peores estudiantes.

"La sociedad ha cambiado la concepción que tenía de la FP y desde la DGA se lo han tomado con mucho interés", explica Marta Rivas, directora del Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) de Movera, con quien coincide la profesora Ana Aparicio, que admite que queda "mucho trabajo por delante", pero explica que la percepción social va cambiando poco a poco. «Alguien que estudiaba Bachillerato antes, a veces no conocía las opciones que tiene la FP».

El giro ha sido absoluto. "Intentamos relacionarnos más con el entorno y que nos conozcan, que se perciba que es una opción igual de válida que ir a la Universidad y una FP de calidad", a diferencia de lo que ocurría años atrás, cuando estaba más enfocado a aprender un oficio. "Ahora somos más innovadores, aplicamos las nuevas metodologías, la digitalización. Ahí sí que está habiendo un cambio. Se apuesta también por otras maneras de enseñar, o de que aprendan. Antes había un tipo de enseñanza más de memorizar y el que se adaptaba le iba bien y el que no se podía perder", cuenta la profesora Ana Aparicio.

Datos del observatorio de FP de Caixabank.

La modalidad dual, en la que combinan las enseñanzas en el centro con el trabajo en una empresa, les aporta una visión más amplia. El alumno recibe una amplia formación por parte del centro, pero al mismo tiempo ve cómo trabaja esa empresa.

La apuesta es general, de arriba abajo. "Desde el Gobierno de Aragón o la dirección general hasta los IES que vienen a visitarnos. Hay ciclos en los que tenemos más ofertas que alumnado porque salen prácticamente colocados". Lo más importante es estar «en directa relación con las empresas, que nos van diciendo qué es lo que necesitan", indica Rivas. "Eso te permite orientar los módulos hacia uno u otro lado. Es decir, damos la formación del currículo, pero también lo que las empresas quieren".

Por eso se va a seguir incidiendo en la FP dual, que combina la docencia con las prácticas y en la que colaboran en la actualidad 230 empresas. Un último ejemplo, de la directora de la Escuela de Hostelería San Lorenzo de Huesca, Teresa Castaño: "Funciona tan bien el propio sector empresarial acude a nuestro centro a buscar personas formadas".