El Periódico de Aragón

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EL CRECIMIENTO DEL CORREDOR DEL EBRO

El Burgo de Ebro quiere ampliar en unas 30 hectáreas el polígono industrial de Saica

Al calor del desembarco de Amazon Web Services, la localidad se queda sin suelo industrial para futuras inversiones a pesar de que el 14% del término municipal está dedicado a ello | Inversores valencianos de la logística se interesan por los terrenos, cercados por la ARA-1 y la N-232 y que se urbanizarían en 2023

El alcalde de El Burgo de Ebro, Vicente Royo, señala una de las dos enormes parcelas que pretenden urbanizar en 2023 para que nuevas empresas desembarquen en la localidad. ANGEL DE CASTRO

El Burgo de Ebro se queda sin suelo industrial. Aunque cuentan con cuatro polígonos a ambos lados de la N-232, su ubicación en el corazón del corredor del Ebro y el desembarco de un gigante como Amazon Web Services han llevado a comprometer prácticamente la totalidad de suelo urbanizable del municipio dado el apetito inversor que desata el entorno de Zaragoza.

Por ello, el ayuntamiento del municipio quiere ampliar la superficie urbanizable del polígono El Espartal I «en 25 o 30 hectáreas», una vasta extensión que se extiende desde las instalaciones de las papeleras Saica e ITC Ibérica (Tronchetti) hasta el límite con la autopista ARA-1 por el noroeste y hasta el borde de la N-232 por el suroeste. Supondría duplicar la capacidad de este polígono, o lo que es lo mismo: crear sobre el papel un quinto espacio industrial en El Burgo de Ebro, pues por ejemplo las parcelas de La Noria se extienden precisamente por 30 hectáreas.

Se espera que el hambre inversor se desate con la llegada de Amazon, por lo que se vuelve primordial contar con suelo libre para usos industriales que tales empresas puedan utilizar

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De hecho, las características del terreno, la proximidad del Canal Imperial y las conexiones por tren y carretera ya han despertado el interés de una plataforma de logística valenciana que podría invertir en un futuro, aunque según explican desde el consistorio tan solo ha habido una toma de contacto sobre el terreno.

Las nuevas parcelas que se quieren urbanizar se ubicarán entre la ARA-1, la N-232 y el polígono El Espartal I, donde se ubican Saica y Tronchetti.

Las nuevas parcelas que se quieren urbanizar se ubicarán entre la ARA-1, la N-232 y el polígono El Espartal I, donde se ubican Saica y Tronchetti. EL PERIÓDICO

El interés del ayuntamiento por ampliar su superficie industrial nace de una cuestión evidente. «Debemos estar preparados para quien llame en la puerta», comenta Vicente Royo, el alcalde de la localidad, aunque esta situación ya se ha dado en más de una ocasión, según reconoce el propio regidor. Ahora mismo, en torno al 14% del término municipal de El Burgo es suelo industrial; con la ampliación de El Espartal I «se rondaría el 20%».

A la izquierda, el centro de datos de AWS (en el polígono El Espartal II); a la derecha, Saica y Tronchetti (en el polígono El Espartal I, donde se quiere acometer la ampliación). ANGEL DE CASTRO

En cualquier caso, el primer paso que debe darse es modificar el Plan General de Ordenación Urbana de la localidad, algo que el consistorio tendrá que elevar a la Dirección General de Urbanismo del Gobierno de Aragón para su aprobación. Según el alcalde de la localidad, las conversaciones van en la buena dirección y se ve el proyecto como algo «viable», pues los terrenos que se pretenden urbanizar se sitúan en un espacio contiguo a parcelas ya destinadas a usos industriales, aunque la mayoría son de titularidad privada.

Por este motivo corre prisa aliviar la carga burocrática: si una empresa llamara a la puerta como lo hizo AWS, el consistorio o futuros inversores deberán adquirir esos terrenos privados. Sí todo sale hacia delante, el consistorio espera empezar la licitación de las obras de urbanización «en 2023».

En el polígono El Espartal I se gestó el verdadero 'boom' de El Burgo de Ebro como polo industrial. Allí se asentó Saica, que le dio el verdadero «espaldarazo» a la localidad y la situó en el mapa. En la actualidad da trabajo a cerca de 900 empleados. Más tarde llegaría el empujón de la papelera especializada en papel tisú ICT Ibérica (Tronchetti), de capital italiano y que emplea a cercade 300 trabajadores.

Para hacerse una idea del tamaño de la operación, el suelo que el consistorio quiere urbanizar para usos industriales es el doble del adquirido por Amazon Web Services (AWS) para su centro de datos en El Burgo de Ebro, que conformará la región ibérica junto a los centros de Villanueva de Gállego y el parque tecnológico Walqa en Huesca. En el caso de la Ribera Baja, AWS desembarcó en el polígono El Espartal II, que se ubica justo en frente de El Espartal I, al otro lado de la N-232, para ocupar una parcela de 153.000 metros cuadrados, es decir, unas 15 hectáreas.

El aterrizaje de la filial tecnológica de Amazon para trabajar con la nube debería disparar el apetito inversor en el sector de la tecnología. Todos quieren estar pegados a AWS, y ese es el gran beneficio que se espera en El Burgo. Justo delante de la enorme parcela de AWS se ubicará el proyecto de hidrógeno verde que llevarán a cabo la empresa semipública Enagás y la Compañía Energética Aragonesa de Renovables (CEAR), quienes ya han adquirido suelos en el polígono El Espartal II, para ubicar una importante planta de electrolizadoras con una potencia instalada en su primera fase de entre 15 y 30 megavatios de este gas verde. En El Espartal II se ubica también Maquinza (maquinaria) y Transwerich (planta para lavado de camiones).

El caso es que la ampliación se presenta como algo capital para el devenir de El Burgo. No hay suelo disponible y así lo muestra en unos planos el alcalde Royo, donde apenas se atisba una decena de parcelas libres. «Muchas empresas ya asentadas en El Burgo han ido comprando terreno por si lo necesitan en un futuro para ampliaciones, así que es suelo ya comprometido», explica Royo.

Una de las calles del polígono La Noria, cuyo suelo industrial está ocupado al 100%. ANGEL DE CASTRO

Aunque cuentan con tres polígonos industriales y otras zonas que no se consideran como tal pero sí son asentamientos de empresas, el interés que se despierta entre los inversores al calor de Amazon es innegable. Y hay que estar preparado.

Así, no hay suelo libre en el polígono La Noria, el primero que obtuvo verdadera relevancia en el eje logístico de este municipio ribereño. Allí se ubican empresas asentadas desde hace tiempo como Tupersa (tubos perfilados), Oerlikon (soldadura), Meyco (maquinaria), Grávalos (gama blanca, automóvil y electrónica), Cavenco (equipamiento ganadero) o Bynsa (piensos) y otras más incipientes pero con una gran proyección, como Jóvenes Carroceros. Fuera de los tres polígonos de referencia, Mármoles y Granitos Antonio Herruzo o Mueble Confort suman una extensa trayectoria. 

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