Entrevista | Ana Ferrer Jefa de la Unidad de Toxicología Clínica del hospital Clínico de Zaragoza

"Las drogas están detrás del 50% de las intoxicaciones"

Ana Ferrer, jefa de la Unidad de Toxicología del hospital Clínico de Zaragoza, este miércoles.

Ana Ferrer, jefa de la Unidad de Toxicología del hospital Clínico de Zaragoza, este miércoles. / Jaime Galindo.

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Zaragoza

El hospital Clínico Universitario de Zaragoza acoge estos días unas jornadas nacionales sobre toxicología clínica y toxicovigilancia a las que asisten expertos de todo el país para abordar el presente y el futuro de esta práctica sanitaria que no está reconocida como especialidad.

-¿Sorprendería a la ciudadanía la cantidad de casos de intoxicaciones graves que atienden?

-Sí, sobre todo porque siguen llegando casos relacionados con accidentes domésticos por la toma de productos químicos o de limpieza. Aquí el problema es que cada uno pertenece a una familia química diferente y eso complica el diagnóstico y el tratamiento. Se dan porque, aunque parezca mentira, en algunas casas siguen estando al alcanza de los niños y los menores. También atendemos intoxicaciones por consumo de drogas y de medicamentos que están asociados a gestos suicidas. Estamos totalmente en coordinación con urgencias y al año atendemos unos 900 casos agudos.

"Nos preocupa y nos da miedo que parece que se está volviendo a hablar de jeringuillas. No tenemos datos ni casos atendidos, pero parece que corre ese comentario y esa percepción"

-De esos 900 casos agudos, ¿qué perfil de paciente atienden?

-Hay que partir de la base de que de esas 900 personas que llegan a Urgencias, el 50% son intoxicaciones por abuso de drogas y, de ellas, la mayoría son por alcohol. Después, hay una cuarta parte que tiene relación con la toma de medicamentos y gestos suicidas. El pronóstico en la mayoría de los casos es bueno con tratamiento. Eso no significa que no haya fallecidos, porque los hay. En cualquier caso, la mortalidad en los últimos 20 años ha sido de un 0,5%. El perfil, por tanto, está dividido en dos grupos claros: jóvenes entre 14 y 25 años, muy vinculados a la toma de alcohol y drogas en fiestas y en fines de semana, y gente adulta entre 40 y 50 años. Estos últimos ya tienen otras patologías asociadas como podría ser alcoholismo.

-Habla de drogas, alcohol y jóvenes. ¿Les preocupa?

-Realmente la cifra está muy estabilizada en los últimos años, aunque obviamente nos gustaría tener menos casos. Lo que es una constante, con diferencia, son los pacientes que llegan por consumo de etanol (alcohol). En los años 90, por ejemplo, teníamos casos por heroína y ahora no, aunque nos preocupa y nos da miedo que parece que se está volviendo a hablar de jeringuillas. No tenemos datos ni casos atendidos, pero parece que corre ese comentario y esa percepción de que existe es un asunto que nos preocupa mucho por el efecto devastador que producen estos opiáceos intravenosos, que acaban en muertes no naturales. Estamos prevenidos y atentos a posibles casos.

-¿Los casos de coma etílico son frecuentes entre jóvenes?

-Es el perfil donde más se dan. El problema de esto es que el etanol, además de provocar una intoxicación aguda, desata peleas, actitudes agresivas de todo tipo. Esta situación deriva también en caídas, traumatismos o accidentes de tráfico, por ejemplo, por coger el patinete o una bici en esas circunstancias.

"El alcohol, además de provocar una intoxicación aguda, desata peleas, actitudes agresivas de todo tipo. Esta situación deriva también en caídas, traumatismos o accidentes de tráfico, por ejemplo, por coger el patinete o una bici en esas circunstancias"

-¿Han atendido casos de sumisión química?

-Se ha hablado mucho de esto últimamente y, en este aspecto, con enorme diferencia en la frecuencia de casos, la sustancia que genera esta amnesia es el alcohol. En el 99% de los casos es el etanol el motivo y lo tenemos contrastado con informes clínicos. Continuamente llegan pacientes, sobre todo femeninos y también algún chico, que nos trasladan que tienen lagunas mentales, que no se acuerdan de nada, y eso es fruto del alcohol. Dicen que les habrán puesto algo en la bebida (algún tipo de sustancia) o les habrán pinchado, pero no se acuerdan. Es el alcohol lo que está detrás casi siempre.

-La unidad que dirige llevó el caso de la senderista que se comió unas bayas en el Pirineo. ¿Son comunes estas intoxicaciones?

-Aquel caso se demostró que fue un accidente total y fue grave. La gente que sale al campo debe tener siempre en cuenta que hay muchas plantas, muchísimas, que son venenosas. Es una cuestión de costumbres y de que la gente cree que controla la situación, pero no es así. Ahora llega la recolecta de setas y yo jamás cogería una en el campo porque hay muchas que son tóxicas y desconozco el tema.

-¿Cómo está la unidad en cuanto a personal y recursos?

El problema es que no somos una especialidad reconocida, sino que estamos dentro de Urgencias y Medicina Interna. Es decir, somos como una superespecialización y los toxicólogos clínicos somos pocos. Ahora, desde la Fundación Española de Toxicología Clínica, queremos promocionar la proliferación de estas unidades entre los hospitales para que haya al menos una por comunidad en los servicios de Urgencias de referencia

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