Cuando apenas quedan unos días para la llamada noche de los difuntos, una rápida asociación de ideas nos lleva a enlazar siempre la celebración de Halloween con la onda expansiva sempiterna de Estados Unidos. Todo (o casi) lo que sucede allí tarde o temprano se replica o copia en buena parte del mundo. Ya se sabe: truco o trato.

A base de escuchar o leer la explicación año tras año, ya es sabido que esta celebración tiene un origen celta que llegó a EEUU como consecuencia de la migración masiva de irlandeses en el siglo XIX. Como telón de fondo pervive la leyenda de Jack el Tacaño, personaje que llegó a engañar al diablo y que tras su muerte terminó por quedar condenado a vagar en forma de espíritu por oscuros caminos de la mano de un candil fabricado con un nabo y un carbón encendido en su interior.

De ahí las calabazas cortadas de forma tenebrosa o ‘Jack-O-lanterns’. En Irlanda primero fueron nabos. En EEUU se reconvirtieron en calabazas, más conocidas, extendidas y mucho más fáciles de cortar y manejar.

Tradiciones genuinas

Pero más allá de los vestigios de la cultura celta, sus ramificaciones y la influencia estadounidense imposible de obviar, Aragón también puede presumir de tradiciones consustanciales a la noche de ánimas cuyos orígenes se pierden en el tiempo.

Especialmente enclaves como Trasmoz, conocido por sus historias de brujas y aquelarres, y Radiquero, donde los protagonistas son las almetas y los totones, tienen un sitio de honor ganado en el mapa gracias a esta celebración.

En Aragón las calabazas iluminadas sirven para guiar a las almas en su camino hacia la muerte

En ambos casos las calabazas iluminadas adquieren un papel de enorme protagonismo. Aunque en esta ocasión, y a diferencia de las costumbres irlandesa y estadounidense, es para guiar a las almas en su camino hacia la muerte. 

Calabazas propias del Somontano turismosomontano.es

Además de Radiquero, en toda la ribera del Vero cunden las tradiciones y las leyendas vinculadas a esta noche tan señalada, que tiempo atrás era la del 1 al 2 de noviembre en contra de la actual tradición de la víspera de Todos los Santos. Cabe destacar que este sábado el Museo Diocesano Barbastro Monzón ha organizado una conferencia y una visita nocturna al cementerio de la Catedral de Barbastro, la cripta de San Pedro y la iglesia del cementerio. El objetivo es ahondar en los ritos de la zona.

Una 'ouija' genuina

Una leyenda menos conocida tiene su origen en la localidad zaragozana de Moyuela, donde tiempo atrás los jóvenes del pueblo se quedaban despiertos toda la noche en la torre de la iglesia tocando la campana de forma continuada para ahuyentar los espíritus. Según explica el blog Identidad Aragonesa, para no dormirse se llevaban una gran cazuela de migas y se pegaban la noche contando cuentos de miedo, las llamadas “retolicas de los muertos”.

Además, la misma publicación explica una forma de contactar con las almas genuina de Aragón. Esta 'ouija' tan particular consiste en un plato lleno de judías sin cocer. Si se deja en una habitación durante la Noche de las Ánimas, el espíritu del difunto con el que se quiere contactar separará del plato tantas judías como misas necesite para salvarse.

O Camín d’as Almetas Comarca la hoya de huesca

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Otras iniciativas tratan de abrirse paso para asentarse con el tiempo. Alguna de ellas incluso tiene tinte deportivo, como es el caso de la marcha senderista teatralizada O Camin d’as Almetas, que este año alcanza su cuarta edición. Se trata de celebrar la noche de Todos los Santos caminando. Eso sí, unos días después: el 5 de noviembre. La comarca de la Hoya de Huesca organiza para el sábado esta ruta nocturna dirigida al público familiar que discurrirá por los caminos próximos a Lupiñén. La marcha está inspirada en el tránsito que, según la tradición de la Hoya, realizaban los espíritus en la noche de ánimas.

‘De tumba en tumba’

La iglesia de San Pablo de Zaragoza propone una actividad despecial que permite retroceder en el tiempo para conocer antiguos ritos y costumbres relativos a la muerte en la parroquia. El 27 de octubre al 12 de noviembre, la visita guiada "De tumba en tumba" recorre la iglesia del barrio del Gancho descubriendo lápidas, tumbas y sepulcros. Además, permite acceder a espacios habitualmente cerrados del templo vinculados con el mundo funerario como la cripta capitular.

En la visita se conocerán algunas historias de nuestros antepasados, cómo se enfrentaban a la muerte, ritos y costumbres funerarios, y también habrá donde se encuentran enterrados personajes ilustres de nuestra historia como la heroína de Los Sitios, María Agustín. Las entradas tienen un valor de 10 euros y se pueden comprar en la web de Zaragozago.