Muchas flores, pocas chaquetas y menos visitantes que en años anteriores. Ese es el resumen del día de Todos los Santos de este 2022 en el que la buena temperatura permitió a los 21.381 zaragozanos honrar la memoria de sus difuntos. En total, sumando los cuatro días en los que se ha establecido el conteo, casi 59.000 visitantes han pasado por el camposanto zaragozano. 

Una jornada que no recordó a aquellos tiempos de atascos en las calles del camposanto. Ni siquiera en el exterior, ya que el potente dispositivo ha permitido que, al menos en la entrada al complejo funerario, la fluidez marcase la jornada.

Muchos de los visitantes han aprovechado el buen tiempo para recorrer, en un agradable paseo, las calles del cementerio. Algunos, previsores, han decidido que este martes era un día de visita, con las flores ya puestas en su lugar desde hace varios días.

A la estampa habitual de familias reunidas en torno a sus fallecidos, se han sumado las distintas actuaciones en homenaje a algunos de los difuntos más conocidos de Torrero, como Joaquín Costa o Ángel Sanz Briz. La música ha concentrado a varias decenas de visitantes en torno a los escenarios que han llenado toda la jornada el camposanto.

Otros de los que no han faltado a la cita con el día de Todos Los Santos son personas como Víctor, que lleva casi cuatro décadas ayudando a los visitantes a alzar las flores hasta los nichos más altos. "Hay mucha menos faena que otros años", aseguraba, antes de considerar que cada vez "viene menos gente". La apertura de los centros comerciales pudo influir algo, "aunque creo que no es la clave".

Nadie sin sus flores

Ese pequeño atasco que ha marcado la entrada en coche al complejo funerario también se ha repetido en las aceras, con muchas personas apurando hasta el último momento para recoger sus ramos de flores. Aunque, para los profesionales del sector, la sensación es de que "cada vez más zaragozanos encargan sus flores con tiempo, porque nadie quiere quedarse sin ellas".

"Estamos muy contentas porque el tiempo ha acompañado todos los días", contaba Cristina Villafranca, encargada de una de las floristerías junto al cementerio. Para Villafranca, con experiencia desde hace años, la sociedad zaragozana "sigue respondiendo" a la tradición de Todos los Santos.

Una opinión que comparte Noemí Vielba, tras otro de los mostradores cargados de pétalos: "Aunque la gente ha venido antes, el día 1 siempre es el más grande y el que más gente concentra".

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Para las dos, la inflación ha supuesto un asunto a tener en cuenta a la hora de preparar los encargos y gestionar las ventas de flores: "Se ha encarecido todo porque las flores llegan desde Colombia u Holanda, además de tener que conservarse en cámaras refrigeradoras".

Un impacto que, sin embargo, no hizo que los zaragozanos comprasen menos flores para sus difuntos: "Alguno pregunta, pero como es un día especial en todo el año, no se quejan".