El Periódico de Aragón

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COMERCIO

El comercio zaragozano pincha en su apertura en Todos los Santos

La restauración concentra a la mayoría de clientes con largas colas en las horas punta / En el centro, mucha afluencia de público paseando pero pocas compras

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Mucha gente pero pocas bolsas en los comercios en una nueva apertura en festivo

El comercio de Zaragoza ha vuelto a levantar sus persianas en una jornada festiva. El día de Todos los Santos se ha cerrado con una nutrida afluencia de gente en el centro de la ciudad pero con unos niveles mucho menores en las grande superficies comerciales de la capital aragonesa. El consumo, en todas las localizaciones, no ha sido muy distinto al que se puede apreciar cualquier fin de semana.

La tradición ha vuelto a imperar en una jornada que muchas familias se dedicaron a reunirse y a recordar a sus seres queridos fallecidos. Algunos, visitando el cementerio de Torrero -con una afluencia menor a la de años anteriores- y otros en torno a una mesa: la restauración sí que ha visto como muchos zaragozanos elegían el inicio del mes como una jornada para comer fuera de casa.

División de opiniones entre los trabajadores

Las dudas en torno a la apertura de los centros comerciales en jornadas festivas también llegan a los trabajadores, encargados de prestar esos servicios. En Puerto Venecia, hasta donde muchos zaragozanos se han acercado para comer o dar un paseo, aprovechando el buen clima, las preguntas intentaban averiguar si era realmente rentable permanecer abiertos durante todo el día.

"Entre semana no suele haber mucha gente por aquí, y por lo que hemos visto hoy es como cualquier sábado", cuenta Raquel, dependienta en la tienda deportiva de Joma. Tras su mostrador, esta joven asegura que la afluencia de gente "depende de los festivos, porque en algunos sí que viene mucha gente". Una opinión que comparte Pedro, de Sportsdirect, y que cree que en este día de Todos los Santos "han venido algo menos del 50% de los clientes que vienen en otros festivos". "Creo que la gente no era del todo consciente de que hoy los comercios abrían", cuenta Pedro, que sí que quiere trabajar en días como estos: "Por el convenio que tenemos nos viene bien porque lo pagan bien, aunque es cierto que pierdes estos días libres, que son para estar con la familia".

"Habrá que esperar a cerrar la caja, pero parece que no va compensar", contaba a mitad de la mañana Vanesa, encargada de Desigual, que admite que en la empresa prepararon esta fecha "pensando que iba a venir mucha más gente". "Vemos que hay mucho movimiento en la zona de restaurantes, pero en las tiendas entran poco", lamenta Vanesa. Una situación que contrasta con lo que cuenta Alicia, dependienta en Tezenis, que también prefiere trabajar en festivos por el correspondiente aumento de salario: "Hemos tenido más gente que un fin de semana normal, aunque es difícil porque cada sábado es muy diferente".

En el centro, de paseo

En los aledaños del centro, las terrazas de los bares estaban llenas y también los parques y el trajín de maletas que iban y venían era constante tanto por los que llegaban como por los que se iban. Y ya en el meollo, las familias paseaban por Independencia y Sagasta. Mucha afluencia pero pocas bolsas. Las figuras de Goya en la plaza santa Engracia se llevaban la palma y raro era el que no se acercaba a hacerse la foto. "Hay muy poca gente", decía la dependienta de Carlos Reula, ya que según ella muchos zaragozanos iban a los centros comerciales. A mediodía entraban a la zapatería varias personas, algunas con la idea clara. "Voy buscando unos botines para adelantarme al invierno", reconocía Laura. La entrada y salida era constante y eso que las obras hacen que la puerta quede un poco escondida. Quizá por eso, era el único establecimiento abierto en la zona, "más por rutina que por las ventas", decía.

Ya en Independencia, zona obligada de paseo, la mayoría de las tiendas habían levantado la persiana y en este caso las cerradas eran las menos. Las grandes cadenas tenían público, aunque menos que un fin de semana normal. "La gente ha tenido mucho tiempo para venir", señalaban en un establecimiento de moda. "Abrimos el sábado y el lunes...", decía con resignación. Por eso, la mayor parte del público paseaba pero sin bolsas, quizá alguna del supermercado ante una compra de última hora.

"Está siendo una mañana muy tranquila", aseguraban desde Primor; y ahora ya "la gente se va a preparar la comida", así que ya no esperaban mucha afluencia, "aunque quizá la tarde venga más gente", aseguraba.

María y su marido sí que habían picado. Han comprado una camiseta para ella y una camisa para él. "La verdad es que no pensábamos comprar nada, pero como estaba abierto, hemos entrado y mira", decía ella. Él, sin embargo, afirmaba que "los festivos están para descansar y no debería abrir nadie".

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