El 25% de los niños ha sufrido acoso escolar en algunas de sus formas, según un estudio del Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo de 2006, si bien la falta de datos actualizados no permite conocer la situación real del problema. En esta fecha tan especial hemos hablado con Javier Coromina, miembro del Patronato de la Fundación ColaCao, entidad sin ánimo de lucro que lucha desde 2021 contra el bullying, convertido hoy en un gran altavoz de reivindicación y concienciación social para romper el silencio y lograr que los casos se denuncien a tiempo.
"La creación de una Fundación centrada en luchar contra el acoso escolar fue una apuesta que se dio de manera muy natural. ColaCao siempre ha sido una marca que ha estado al lado de los niños, empujándoles a sacar lo mejor de ellos mismos y de sus familias". Coromina señala cómo Fundación ColaCao empodera a los niños y niñas para que obtengan lo mejor de ell@s mism@s, enseñándoles a amar aquello que les hace únicos y luchando contra el acoso escolar, uno de los grandes enemigos de la diversidad.
Somos Únic@s, educar contra el bullying desde la prevención
Divulgación, educación e investigación son los tres ejes sobre los que Fundación ColaCao lidera proyectos de acción social. Una de las iniciativas estrella es Somos Unic@s, un programa educativo desarrollado en colaboración con la Asociación No al Acoso Escolar (NACE) y que busca sensibilizar a alumnos de Educación Primaria contra el acoso escolar desde la prevención y la educación emocional.
El proyecto es totalmente gratuito y permite a los alumnos herramientas para conocer cómo actuar ante un caso de bullying. Comprende tres módulos. Soy Únic@, el primero de ellos, busca el fortalecimiento de la autoestima del alumn@. Tod@s somos diferentes trabaja la empatía y el respeto hacia los demás. Y el tercer módulo, Junt@s contra el acoso escolar, invita a detectar los procesos de acoso escolar mediante la unión y fuerza del grupo.
El programa pone a disposición del profesorado materiales didácticos adaptados a cada ciclo y con pautas de desarrollo para poder llevar a la práctica estos tres módulos. Los soportes están diseñados para ir trabajándolos a lo largo del curso de forma curricular mediante metodologías innovadoras como la gamificación.
Los materiales del programa están disponibles en las lenguas cooficiales del Estado, y su aplicación en el aula es flexible en el calendario. De este modo, cada profesor puede adaptarlo a las necesidades y características de su alumnado.
Los datos aportados por Javier Coromina reflejan que ya se han inscrito más de 1.000 centros educativos de todo el país, y recibirán esta formación más de 80.000 niños y niñas. Estos datos desprenden la gran acogida de “Somos Unic@s”, un programa al que es posible apuntarse gratuitamente a través de este sencillo formulario.
Otros proyectos de la Fundación se han centrado en la investigación, trabajando en estudios sociológicos que aporten datos de calidad y rigor sobre la prevalencia del acoso escolar en España. También en la divulgación, como el documental sobre el acoso escolar y el papel del deporte como herramienta para combatirlo.
Una lucha colectiva
"El acoso escolar es hoy una de las mayores preocupaciones de las familias: afecta a 1 de cada 4 niños en España. Es un tema que nos toca a todos y en el que todos podemos hacer algo", señala Coromina. Por ello resulta fundamental romper el silencio ante el bullying y actuar sin miedo y con determinación. Toda la comunidad educativa (alumnado, profesorado y familias) juega un papel importantísimo en la prevención y atención de esta lacra social.
Para los padres, el bullying y la posibilidad de que sus hijos lo ejerzan o lo reciban es una de sus grandes preocupaciones. El rol que tienen a la hora de detectar que su hijo está sufriendo acoso escolar es crucial para poder solucionarlo, sabiendo decodificar las señales, aunque no sean verbalizadas.
Es importante en esta lucha no dejar atrás al agresor, que también es una víctima. Detrás de su comportamiento agresivo -físico o emocional-, hay un menor que sufre y canaliza ese sufrimiento a través de la violencia. Para los expertos de la Asociación NACE es crucial mostrarle confianza para tratar de averiguar el porqué de su conducta y dejarle claro lo inaceptable de su comportamiento e inculcarle la empatía como base para la relación con sus compañeros.
Señales de alarma para detectar el acoso escolar
Para poder percibir señales de alarma que nos indiquen que un menor está sufriendo acoso escolar es muy importante prestarle atención y observarlo, ya que su cuerpo y también su comportamiento "pueden hablarnos" y darnos mucha información. La Asociación NACE propone La regla de las 3 C para detectar un caso de bullying.
La primera señal de alarma son los cambios psicológicos y emocionales que la niña o el niño empiezan a dar. Cosas que antes no le pasaban y ahora sí: bajada de notas, pérdida o deterioro frecuente de material escolar, cambios en el ritmo del sueño, desinterés por salir, cambio de amigos e incluso moratones o arañazos en el cuerpo.
Otra señal de acoso es el absentismo o “hacer campana”, no querer ir al colegio. También el menor acosado suele sufrir el síndrome del “domingo por la tarde”, es decir la somatización de la angustia y el miedo. La intensidad de estos síntomas suele ser proporcional a la intensidad y la duración del maltrato. Y es un claro indicador de la gravedad del acoso escolar que está sufriendo.
Por último, otra señal de alarma es el cuerpo. Este no miente y cualquier anomalía como querer pasar desapercibido y presentar autolesiones o mirar al suelo puede ser síntoma de que existe un problema de acoso.
Hablar del 'bullying' sin tapujos
"Todo empieza por la visibilización de la problemática y la generación de conversación social alrededor del acoso escolar. Debemos poder hablar de ello frontalmente y aunar fuerzas desde todos los sectores sociales, no solo los centros escolares y las administraciones, para avanzar hacia su desaparición", añade Javier Coromina.
Con iniciativas como las de la Fundación ColaCao, cada día somos más conscientes como sociedad del problema del bullying y de las consecuencias que este acarrea. Hablando abiertamente de este problema y colocando el acoso escolar en el centro de la agenda podremos erradicarlo y lograr, entre todos, que llegue el momento en el que no sea necesario celebrar este día.
