La plantilla de Linamar (la antigua Alumalsa) vota este lunes la ratificación del preacuerdo alcanzado por la directiva y el comité de empresa para el nuevo convenio colectivo. Si los trabajadores dan el sí, se pondrá fin a la huelga en la fábrica zaragozana que comenzó hace más de un mes. 

El preacuerdo contempla una vigencia del convenio de dos años con dos pagas lineales, de 1.200 euros para 2022 y de 1.400 euros para 2023, lo que sustituye a la subida porcentual que se pedía en un principio. Además, el convenio recogerá la existencia de dos pausas de descanso de 10 minutos, el reconocimiento salarial en los puestos de jefes de equipo –que hasta ahora no se aplicaban aunque se desempeñara la función– y el fin del ertenactual, con el abono de los retrasos pertinentes, según precisan fuentes sindicales de esta factoría en la que trababan casi 350 empleados.

Los trabajadores de la factoría votarán en los tres turnos en los que se divide la jornada, por lo que el resultado del comicio no se conocerá hasta la noche. Desde el comité de empresa se muestran optimistas respecto a la votación, pues la huelga comienza a hacer mella en el bolsillo de los operarios. "Buena parte de la subida lineal que hemos logrado se ha quedado en la calle", explican fuentes sindicales. El convenio tendrá una vigencia de dos años.

Las negociaciones del acuerdo que rige los derechos laborales de esta planta dedicada a la fundición de piezas de aluminio para el sector del automóvil estaban encalladas tras 13 reuniones entre la dirección y el comité de empresa, lo que llevó a la representación de los trabajadores a convocar paros diarios de cuatro horas desde el pasado 3 de octubre.