"Hemos dejado de abrir el bar por las tardes. No nos sale rentable. Ha llegado un momento en el que menos es más, porque abrir menos horas es un ahorro para nosotros". José Luis Cebollada y Pilar López son lo que podría llamarse dos hosteleros de nueva ola. Regentan un pequeño bar en la calle Violeta Parra, el Parra 22, ubicado en el zaragozano barrio del Arrabal, justo en frente del centro de formación San Valero, que abieron en mayo de 2021 "con toda la ilusión del mundo" al regresar a su ciudad natal tras 35 años viviendo en Alicante. El negocio iba bien, pero la luz (y su factura) ha apagado buena parte de esa ilusión original.
Hoy se han plantado con una velita en la plaza del Pilar para protestar. Para que alguien les lance un salvavidas, más bien, porque la situación es, sencillamente, "complicada". "La vela es verde, porque confíamos en que esto se va a arreglar", decían José Luis y Pilar, antes de relatar sus penas cada vez que llega el final de mes. "Hemos pasado de pagar 250 euros a 800 de luz. Hacer una tortilla de patata nos cuesta el doble ahora. Estamos dando los almuerzos a los chicos del instituto a tres euros porque tenemos que atraer clientes, que ahora nos han bajado mucho. Hemos subido el precio del menú del día 50 céntimos, pero no podemos cobrarlo más caro. Ayer no dimos ninguno y hoy hemos dado tres, cuando antes lo normal era tener 20 clientes todos los días. Y es que es sencilla la cosa: estamos cambiando dinero", lamentaba la pareja.
El apagón ha tenido un notable seguimiento en la capital aragonesa. Los hosteleros han dejado este martes constancia de que el precio de la luz ahoga al sector y por ello han sacado una vela a las calles tras apagar la luz del interior de los locales. A las 19.00 horas han escenificado un simbólico "luces fuera" al desconectar la iluminación artificial y sacar a la calle una mesa con una vela en señal de protesta por la falta de medidas de protección contra los golpes de la factura energética en las cuentas de resultados de un gremio que salió cojeando de la pandemia.
Junto a José Luis y Pilar han estado varios representantes de Hostelería de España con el apoyo de Horeca Zaragoza, Cáfes y Bares y las asociaciones comerciales Zaragoza Esencial y ECOS. "Venimos de dos años de pérdidas y pensábamos que este iba a ser el momebnto de cicatrizar las heridas de la pandemia, pero los costes de la luz están lastrando la recuperación del sector incluso habiendo sido este un buen verano", ha explicado Fernando Martín, el presidente de Horeca Zaragoza.
Para Antonio Tornos, el presidente de ECOS, la situación es "muy crítica". "La electricidad se ha multiplicado por cuatro y la situación comiena a ser insostenible", ha dicho Tornos. En los mismos términos se ha expresado Alejandro Aznar, el portavoz de Zaragoza Esencial, quien ha incidido en el apoyo que deben brindarse el comercio y la hostelería, que tienen en la luz "una de las bases de su modelo productivo" al ser necesario para vender bien los productos.
El sector denuncia que en los últimos meses el pago de luz se ha disparado por encima del 200 y del 300%, lo que supone una reducción de los márgenes de beneficio que limita el ejercicio de la profesión. "Algunos no podrán superarlo y cerrarán, sobre todo los sobre todos los negocios que estén más débiles", señala el presidente de la patronal Hostelería de España, el zaragozano José Luis Yzuel. Y aún así, el año no está siendo malo para la hostelería en términos de afluencia. "El sector está muy preocupado con la situación, pero no faltan clientes, a pesar de que los agoreros aseguraban que el otoño iba a ser una hecatombe", asegura Yzuel. "Va a ser un final de año muy bueno, octubre ya lo ha sido y en noviembre tenemos una gran previsión. El problema es que la hostelería está trabajando con un desplome de la rentabilidad", lamenta el líder de los negocios hosteleros.
