Irremediablemente, la polvareda política que ha levantado la decisión del Gobierno de España de eliminar el delito de sedición del Código Penal ha llegado hasta Aragón. Aunque el presidente autonómico, Javier Lambán, se ha manifestado al respecto en cada ocasión que ha tenido la oportunidad desde que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tomara esta decisión para «equiparar a Europa» el ordenamiento jurídico español, el líder del cuatripartito aragonés sigue pronunciándose.

Ayer lo hizo ante la mirada del ministro de Agricultura, Luis Planas, con quien compartió la inauguración de una feria agrícola en Zaragoza. Mientras, el Partido Popular continúa con su estrategia política y centra sus esfuerzos en denunciar la decisión del Gobierno central presionando a los barones socialistas que se han posicionado en contra de la línea de Ferraz.

Tanto es así que hoy su número dos, Elías Bendondo, estará junto al presidente del PP de Aragón, Jorge Azcón, manifestándose frente al Pignatelli para pedirle a Lambán que interceda ante Sánchez y frene sus propósitos.

El presidente aragonés ratificó ayer su rechazo a la supresión del delito de sedición del Código Penal y dijo que, como responsable del Ejecutivo autonómico, siempre defenderá «por encima de todo» la visión que cree que «la mayor parte de la población aragonesa tiene de la unidad de España».

Así lo aseguró tras participar, junto al ministro de Agricultura, Luis Planas, en la inauguración del I Encuentro Internacional Renowagro. Recursos orgánicos para la sostenibilidad del sector agroalimentario. «Antes que cualquier otra cosa soy presidente del Gobierno de Aragón y actúo interpretando de la manera más correcta de la que soy capaz» esa condición, comentó. 

En el caso del conflicto independentista, las relaciones de vecindad «hacen que como aragonés esté en mejor disposición que nadie de valorar lo que significa la Constitución», la unidad de España y el artículo de la Carta Magna que la consagra, aseguró. Lambán reiteró, como ha venido manifestando desde que el desafío soberanista cobrara más fuerza en el último lustro, que está convencido de que el independentismo catalán es un movimiento político que «aspira de manera irrenunciable a la independencia» y para lo que, en cada momento, «elige el camino que le resulta más apropiado», ya sea a través de pactos o acuerdos para conseguirlo.

Muy severas

El presidente mantiene que lo que ocurrió en octubre de 2017 «fue gravísimo» y son por tanto, a su juicio, un tipo de hechos que deben contar con penas «muy severas» y dado que «la secesión sigue siendo el objetivo prioritario de los independentistas» y existe «un riesgo de que se vuelva a repetir», lo que tiene que hacer España es «pertrecharse» y «aplicar correctamente el artículo 2 de la Constitución».

Con esta posición, el número dos del PP y el presidente conservador aragonés y alcalde de Zaragoza exigirán hoy a Lambán que presione a Sánchez para que dé marcha atrás en esta decisión. 

Además, Jorge Azcón consideró ayer «extremadamente grave» que el partido socialista esté pensando reformar también el delito de malversación, después de que el propio ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, haya abierto la puerta a esa posibilidad, y que se pueda rebajar la condena «a los corruptos».