El Periódico de Aragón

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EL SECTOR DE LAS 'STARTUPS' ANTE LA NUEVA LEY

Tres ejemplos del talento aragonés: "Me ilusiona emprender porque es la forma más rápida de aprender"

Emprendedores aragoneses cuentan a EL PERIÓDICO su experiencia y las dificultades del proceso

Álvaro Vidal, con varias cajas de las tarjetas gráficas con las que trabajan en Sujétame el Pico. EL PERIÓDICO

Tres responsables de tres startups aragonesas cuentan su experiencia y su desarrollo del talento de la tierra a través de esta fórmula empresarial. Dificultades, satisfacciones y sus reacciones a la nueva ley que, desde el Ejecutivo autonómico, potenciará el papel de las startups en el tejido industrial aragonés.

Dersu, un montañismo accesible y digital

A los fundadores de Dersu, una startup afincada en Jaca, se les ocurrió que al montañismo le hacía falta un espacio en internet donde se reunieran partes meteorológicos, rutas diseñadas por guías expertos, previsiones, alertas sobre la dificultad e incluso un reconocimiento de los peligros y puntos de riesgo que esconde la ruta. Les gustaba la montaña y creían que quienes compartían su afición necesitaban un servicio como ese. Fue tan fácil como ponerse a ello, levantar una ronda de financiación de un millón de euros y crear en apenas un año una aplicación.

La idea se les ocurrió a Borja Delgado, un experimentado emprendedor que vivía en Madrid, y al guía de montaña Fernando Errekalde, que compartían «el amor por la montaña». La app cuenta ya con 11.000 usuarios desde su lanzamiento en mayo, con rutas por las principales cadenas montañosas de España, desde los Pirineos a los Picos de Europa, el Sistema Central o la Cordillera Bética. Además, el equipo técnico está trabajando en otras aún más atractivas, incluso fuera de Europa: los Alpes y el Himalaya.

De ello se encarga parte del equipo de 23 trabajadores que forman ahora mismo la empresa, además de contar con el apoyo de los guías de montaña profesionales, pues más de 100 pertenecientes a la Asociación Española de Guías de Montaña están registrados y pueden ser contratados en ella.

Además, cuenta con un examen de habilidades para responder a esa típica pregunta que surge en los grupos de WhatsApp antes de una excursión que viene a decir eso de ¿pero será fácil o difícil? La aplicación estudia el nivel físico, técnico y psicológico de los usuarios y les proporciona la respuesta.

El caso es que la aplicación va viento en popa, quizás porque no es precisamente la primera en la que se metieron Borja Delgado y sus socios habituales Juan Delgado y María Renilla. Entre los tres suman más de 200 proyectos de emprendimiento digital, por lo que algo saben de startups. «Hay una serie de estereotipos asociados al mundo emprendedor de ser demasiado ambicioso, de trabajar 80 horas semanales, de no tener familia. Eso es más una leyenda que una realidad. Aquí tenemos familias y carreras sólidas. Emprender se trata de buscar un proyecto que te ilusione con gente con la que te apetezca compartir la experiencia y con una empresa que te pague las facturas», razona Delgado. 

Sujétame el pico, minería de criptomonedas

No yerra quien cree que a veces, y solo a veces, el mundo de las startups y el emprendimiento es complejo. Lo parece si alguien le habla de la minería de criptomonedas y datos, a lo que se dedican los zaragozanos Álvaro Vidal y Karim Halim, dos chavales de 25 años que empezaron desmontando ordenadores en el barrio de Las Fuentes y ahora se dedican a cifrar el código interno de las transacciones por internet hasta atomizar la información y los datos para ganar en ciberseguridad en el sistema conocido como blockchain. En ello consiste Sujétame el Pico, la startup que fundaron en abril de 2021 y con la que han facturado ya cerca de 1,35 millones de euros, manteniendo un equipo de cuatro personas. Su trabajo consiste en el alquiler de ordenadores dedicados al almacenamiento de datos encriptados. Los clientes invierten en el alquiler de los equipos con un desembolso de 2.200, 3.000 o 4.800 euros según con la criptomoneda con la que se quiera trabajar, como Bitcoin.

«Hemos llegado a tener rendimiento de entre el 70 y el 120% de beneficio anual, lo que es una barbaridad, ya que recuperas la inversión en un año», cuenta Vidal, que, no obstante, depara sorpresas en su conversación. El mundo de las criptomonedas está imbuido por una niebla de desinformación, casi de gurús que no hacen sino prometer el tesoro de El Dorado. Contra ese estigma, Vidal no tiene otra receta que la honestidad y la transparencia con el cliente.

«Tenemos una relación muy directa con los clientes. Si das sinceridad, el cliente se siente seguro. Ahora mismo, la bolsa y las criptomonedas han caído mucho por ser entornos muy volátiles, así que los mineros de datos estamos en una situación muy dura. Los clientes han visto como han ganado una pasada cuando el mercado iba bien y ahora verán que no ganan nada, pero con nosotros lo entienden. La clave es la sinceridad y la honestidad, que nuestros inversores sepan en qué están metiendo su dinero», explica Vidal.

Su posición vital es, en cualquier caso, sencilla de comprender. «El 90% de las empresas cierra y no pasa nada. No estamos en esa posición, pero hemos aprendiendo muchísimo de electricidad al intentar reducir el gasto y estamos entrando en el sector. Seguramente derive en una nueva empresa... Si es que a mí me ilusiona emprender porque es la forma más rápida de aprender algo», concluye el joven, que cuenta con varias startups en su haber. 

Promoloop, una 'app' para la fidelización en la hostelería

Adiós a aquellas tarjetas de cartón que los camareros sellaban cada vez que pedías un café para que el décimo te saliera gratis. La digitalización ha llegado para quedarse y ya no se le perderá a uno la dichosa tarjetita cuando apenas le quedaban dos consumiciones para ese producto a coste cero. Es el servicio de fidelización que brinda Promoloop, una aplicación móvil nacida de una startup zaragozana y con la que colaboran ya 33 locales de la hostelería de la capital aragonesa, como Jalos, el pub Loch Ness, el bar Memory o las cafeterías Olé.

Se trata de una app gratuita que Mario Jiménez fundó tras la pandemia junto a su socio Jorge Aínsa. «Cada bar está geolocalizado en un mapa de Zaragoza y puede crear entre una y cinco tarjetas de promoción y fidelización», explica Jiménez.

El funcionamiento es sencillo: el usuario compra el producto y al pagar puede escanear con su tarjeta. Y también le reporta beneficios al bar, explica el fundador, pues le proporciona información de consumo, las horas valle y qué perfil tienen los clientes que vuelven.

De hecho, la idea llegó a oídos de El Rincón, que ha firmado con la startup la integración en este sistema de fidelización digital a sus 62 locales. Ya está en funcionamiento en el establecimiento de la calle Cinco de Marzo y en breve lo pondrán en marcha los locales de Césareo Alierta y calle de Juana de Ibarbourou. Para hacerse una idea, El Rincón repartía 120.000 tarjetas de cartón al año. «Además, estamos instalándonos en Barcelona y expandiendo el negocio fuera de la hostelería. El sector servicios es proclive a este tipo de promociones, como las peluquerías», explica Jiménez.

Sin embargo, como este mundo de las startups es un prueba y error constante, no le cuesta contar al fundador de Promoloop que la idea primigenia consistía en una línea de negocio con el ocio nocturno. «La idea era ayudar al usuario a elegir al sitio al que ir salir por la noche en base al porcentaje de hombres y mujeres, si iban los amigos con los que habías conectado en la app y acelerar la capacidad de decisión», explica Mario Jiménez.

Pero aquello fue justo antes de la pandemia. «Con el confinamiento le dimos una vuelta porque pensamos que al ocio nocturno le costaría recuperar la actividad e hicimos algo parecido en la hostelería. Tuvimos buena repercusión», continúa el joven emprendedor. La idea le ha gustado a un importante fondo de inversión que prefieren guardar en el anonimato por eso de la suerte. 

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