Caja Rural de Aragón se suma a la reivindicación y celebración del Día del Orgullo Rural. Una fecha en la que se pone en valor a nuestro territorio. Francisco Javier Alfaro, responsable del negocio en el oeste de la provincia de Zaragoza, explica que «es un día para seguir avanzando y concienciando de la importancia que tiene nuestro territorio y las personas que lo habitan. Se están haciendo inversiones en él, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Necesitamos entre todos sumar e invertir para continuar vertebrando nuestras comarcas, atraer a la gente joven al medio rural y frenar el envejecimiento de la población. Se dan pasos reduciendo las brechas digitales, de tecnología, pero debemos de seguir avanzando».

La entidad aragonesa de crédito cooperativo está muy presente en el medio rural. «Para nosotros es un gran orgullo. Todo el mundo tiene muy identificada la espiga, nuestro símbolo. Está presente en un gran número de localidades de Aragón. Poblaciones de todo tipo de tamaño. También pequeñas o muy pequeñas. Con nuestra presencia, dinamizamos proyectos y compartimos ilusiones en el territorio. Contribuimos a vertebrar nuestra tierra y ayudamos a repoblar con las inversiones. Intentamos que nuestras acciones generen un impacto positivo en la sociedad. Para Caja Rural de Aragón la rentabilidad social es muy importante. Nuestros equipos lo demuestran día a día», explica el director de la entidad financiera aragonesa.

«Fomentamos la incorporación de jóvenes agricultores y ganaderos. Impulsamos los nuevos proyectos de incorporación de mujeres al medio rural. Contamos en nuestra red de oficinas con personas especializadas en el sector agrario, pymes, autónomos o empresas para poder gestionar las necesidades que nos plantean. Nuestros clientes valoran muy positivamente la forma de gestionar, basada en la ética y los valores. Como siempre hemos hecho. Con la cercanía y sencillez que hemos ayudado en el medio rural toda la vida. Formas de hacer que ahora también nos permiten crecer en las ciudades y que seamos una primera opción financiera para los jóvenes», subraya Francisco Javier Alfaro.

Tecnología y cercanía

El trato personal diferenciador que se ofrece en las oficinas de la entidad aragonesa no está reñido con los avances tecnológicos. «Nuestros clientes, disponen de las aplicaciones digitales que les permiten estar a la vanguardia. Contamos con una banca digital sencilla y muy intuitiva. Inclusiva y pensada para que no genere problemas sino soluciones. Ayudamos a los clientes en su inmersión digital facilitándoles formación a través de nuestra Fundación y con compañeros y compañeras voluntarios que invierten su tiempo en ayudar a las personas. Además, hoy en día, estamos muy presentes en todas las redes sociales», concluye el director de zona de Caja Rural de Aragón.