El Periódico de Aragón

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OBRAS HIDRÁULICAS

Mularroya, a un año del final de las obras

Javier Lambán y la presidenta de la CHE, Dolores Pascual, visitan las obras del pantano, donde la presa está terminada y falta acabar el túnel que deriva los caudales del Jalón al Grío | Del presupuesto de 154 millones de euros previsto se han ejecutado hasta ahora 130

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FOTOGALERÍA | Visita de Lambán y María Dolores Pascual al embalse de Mularroya ÁNGEL DE CASTRO

Hace ocho días el Tribunal Supremo dio la razón a los regantes del embalse de Mularroya en el cauce del río Grío y rechazó los deterioros medioambientales argumentados por las asociaciones ecologistas, que solicitaban el paro inmediato del proyecto de la presa.

De esta manera, devolvió la pelota a la Audiencia Nacional, que había declarado la nulidad de las obras anteriormente al entender que se estaba infringiendo la Directiva marco del agua de la Unión Europea, y dio alas a todos los que están a favor del proyecto. Como Javier Lambán, presidente de Aragón, y la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Dolores Pascual, que este jueves visitaron el estado de las obras para congratularse de entrar en la recta final. Por primera vez se dieron un plazo para la conclusión, que llegará a finales de 2023.

En la construcción del embalse se han invertido ya 130 millones de los 154 previstos. El cuerpo de la presa está finalizado y podría entrar en servicio, por lo que los trabajos se centran ahora en el túnel de derivación de los caudales al río Grío desde el Jalón, que están a un 70%, ya que están excavados 8,3 kilómetros del túnel, por lo que quedarían unos 4.300 para su finalización.

Así lo comunicó Pascual durante la visita que giró junto a Lambán, el consejero Joaquín Olona y el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, a Mularroya, donde se han ejecutado los servicios afectados, especialmente las carreteras A-2302 y unos tramos de la N-II, que prevé que «pronto» puedan entrar en servicio.

Además, se han ejecutado 11 millones de las medidas compensatorias y de restitución, centradas en la adaptación de líneas eléctricas para la protección de la avifauna, la mejora de hábitats de aves de alto valor ecológico, como el águila perdicera, o algunas especies de murciélagos, entre otras.

Lambán destacó que Mularroya es una de las obras «más importantes» del Pacto del Agua y del Plan de Cuenca con el que el Gobierno de Aragón está «satisfecho». Además, se mostró orgulloso de liderar en Aragón la transformación de secano en regadíos en toda España, «que no se hace en la práctica totalidad de las comunidades autónomas», 

Desde que llegó al Ejecutivo ha puesto en marcha 28.000 hectáreas, que llegarán a 39.000 cuando entren en funcionamiento todas las previstas en el Plan Hidrológico de Cuenca, una cifra «francamente esperanzadora», dijo el socialista, que recordó que se está impulsando con las comunidades de regantes la modernización de regadíos, no solo con fondos de la PAC, sino también provenientes de fondos europeos MRR. «Aragón ha sabido hacer bien las cosas y hay 82 millones destinados por el ministerio, pero bajo criterios del Gobierno de Aragón».

Sin embargo, para que esta sea rentable debe haber regadíos y para que haya regadíos «es fundamental las regulaciones de los ríos», subrayó Lambán, que apeló al «diálogo sincero, sin dogmatismos de ninguna clase».

"Todos somos ecologistas"

Lambán confió en que «definitivamente» se despeje el horizonte de esta presa «hasta su culminación», al tiempo que rechazó que el conflicto en torno a los embalses «se suscite entre ecologistas y no ecologistas», sino entre «opositores y partidarios de los embalses». 

«Todos somos partidarios de la sostenibilidad, de la defensa del medio ambiente y de luchar contra los efectos del cambio climático. Lo que pasa es que los opositores ponen su mirada exclusivamente en la sostenibilidad ambiental y otros ponemos la mirada también en la economía del territorio», dijo el jefe del Ejecutivo, que aseguró que «nadie está más comprometido con el medio ambiente que los agricultores y ganaderos», pero sin obras como esta de Mularroya «es imposible que haya vida, economía y empleo en el medio rural».

«Ecologistas somos todos, pero quienes apostamos por los embalses somos también defensores de la sostenibilidad económica. Y por eso hace falta agua, no solo la que llueve, sino la que se regula y se conserva en los embalses».

Las planificaciones las hacen, prosiguió Lambán, la CHE, los Gobiernos y los regantes, por lo que no se hacen «de manera irresponsable ni frívola», ya que quienes lo hacen «son los que realmente saben y quienes los critican normalmente no tienen ni idea». De manera que cuando se planifican las obras «se hace teniendo en cuenta todos los datos para actuar con seriedad», afirmó Lambán, que recordó que los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro «llevan muchos años haciendo las cosas muy bien, en algunos casos arriesgando su seguridad jurídica».

Precisamente en los tribunales queda por resolver el resto de motivos de impugnación de la presa hechos por los ecologistas, relacionados con la seguridad, los incumplimientos en la protección de aves o la recuperación de costes. Las actuaciones han vuelto a la Audiencia Nacional, donde seguirán batallando desde la asociación Seo/BirdLife y la plataforma Jalón Vivo, que consideran que la sentencia «no es definitiva». Lo sea o no, es muy posible que llegue antes el final de las obras que el fallo último.

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