El cuello de botella en que se encuentran algunos centros de Atención Primaria en Zaragoza ante el aluvión de pacientes derivados de la explosión de virus respiratorios propios de esta época del año ha encontrado un aliado en otra rama sanitaria. La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la capital aragonesa, Raquel García Fuentes, señaló el pasado sábado durante la celebración del Día del Colegiado que con una adecuada coordinación entre las farmacias y sus profesionales "pueden ser el complemento perfecto para un sistema sanitario con grandes necesidades de recursos financieros y humanos”.

El ofrecimiento público llegó tan solo unos días después de que el centro de salud de Valdespartera evidenciara de manera tan llamativa como explícita-con un cartel en el interior del ambulatorio- la falta de personal, coyuntural, para atender las consultas pediátricas al instar a los pacientes que no tuviesen cita previa a partir de las 17 horas a acudir directamente a urgencias para ser atendidos.

Si el Departamento de Sanidad salió entonces al paso de esta situación concreta asegurando a este diario que "se está buscando personal ahora mismo" para cubrir a los profesionales que se encuentran de baja en ese centro, los farmacéuticos no han dudado en ofrecerse para aliviar el pico de demanda.

Equipo multidisciplinar

Para reforzar este ofrecimiento, García Fuentes se apoyó en el proyecto de colaboración multiprofesional que está en marcha desde la pandemia entre el Centro de Salud La Jota y las 13 farmacias de zona de la avenida Cataluña. En esta iniciativa, médicos, enfermeros, personal de admisión, trabajadores sociales, farmacéuticos y pacientes han formado un grupo multidisciplinar que "ha conseguido implementar un medio de comunicación efectivo entre las farmacias y los médicos del Centro de Salud", a través principalmente de correos electrónicos, contacto telefónico de urgencia y mensajes en receta electrónica.

Para el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, esta vía puede ser una vía de escape ante las dificultades en la atención a los pacientes. “De esta forma, los pacientes pueden solucionar determinados problemas sin tener que pedir cita con el médico o con enfermería, consiguiendo una reducción drástica de la presión asistencial en el centro de salud”, destacó la presidenta.

De hecho, subrayó, el éxito de esta experiencia ha impulsado a extender este modelo a los centros y farmacias comunitarias de las zonas de Salud Actur Norte, Actur Sur, San José Sur, Zalfonada, Almozara. También fuera de Zaragoza capital está funcionando en el Centro de Salud y farmacia de Mequinenza, y en fase de implementación en la zona de Garrapinillos-Casetas.