Además de hablar de futuribles, la visita este lunes a Teruel de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, también sirvió para dar a conocer algunos de los proyectos empresariales de carácter innovador que ya han echado raíces en la zona. El principal de ellos se ha puesto en marcha en Ariño, sin apenas darse publicidad ni hacer ruido, el grupo Samca, el mismo que hasta hace cuatro años explotaba el carbón de este territorio. Se trata de la planta de biofertilizantes de Forgasa, una filial de la corporación de la familia Luengo a la que le acaban de conceder 2,6 millones de euros de ayudas desde el Instituto de Transición Justa (ITJ).

Tras varios años de investigación, intensa colaboración con universidades y ensayos de campo, la empresa ha levantado uno de los centros de fabricación de fertilizantes más modernos de Europa, que potencia la economía circular al aprovechar recursos autóctonos y contribuye a fijar población en el medio rural.

Forgasa ha desarrollado, registrado y patentado una nueva categoría de fertilizantes, los leofertilizantes. Fabricados a partir de la leonardita –derivado natural del carbón–, suponen una solución eficiente y sostenible, capaz de regenerar el suelo y satisfacer las necesidades de la planta con un solo producto.

Una capacidad de producción de 150.000 toneladas al año

Tras una inversión de 45 millones de euros, el complejo industrial cuenta con 19.000 metros cuadrados construidos y una capacidad productiva de 150.000 toneladas al año, ampliable a 300.000. Cuenta actualmente a 37 personas y un gran potencial de crecimiento ya que ahora trabaja al 15% de sus capacidad.

Ribera también visitó la empresa Thermowaste, que acaba de instalarse también en Ariño con una innovadora solución tecnológica para el reciclaje de basura.