El Periódico de Aragón

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TRANSICIÓN ECOLÓGICA

Las villas mineras piden diálogo y concreción para aplicar el convenio

El arreglo de la pista minera, la elevación de aguas y más viviendas, entre las demandas. "Estamos contentos, pero esperábamos más detalle", señalan desde Andorra

Joaquín Noé, alcalde de Ariño. ANGEL DE CASTRO

El día después de la presentación del convenio de transición justa se vivió en las villas mineras de Teruel con expectación, cierta incertidumbre, y la esperanza y la reclamación de que las promesas de la lluvia de millones se definan en proyectos concretos y cuantías específicas.

"No ha habido una explosión de alegría porque el anuncio fue algo inconcreto", explicitó el alcalde de Andorra, Joaquín Bielsa, que celebró, pese a lo dicho, la «buena noticia» por la llegada de más de 200 millones de inversión en la zona. Desde la vecina Ariño, su alcalde Joaquín Noé insistió en que la lista de prioridades lleva tiempo escrita, y reclamó también "concreción y diálogo" a todas las instituciones implicadas para aprovechar en el territorio "esta oportunidad histórica".

Ambos confían asimismo en las palabras de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que afirmó este lunes que se está en disposición de "recuperar la población y el empleo perdidos durante décadas en esta comarca". Casi nada.

Para conseguir el reto, desde las villas mineras tienen claro que no bastará solo con inversiones y planes de formación, como prevé el convenio de transición justa, sino que serán necesarias actuaciones en infraestructuras de comunicaciones, vivienda e Internet.

"Llevamos 15 años hablando del fin del carbón y hemos visto pasar muchas promesas y proyectos. Tenemos una oportunidad histórica con estos fondos para trabajar todos juntos de la mano, Gobiernos autonómico y central, empresas y ayuntamientos", reflexionó Noé.

"La mejora de la pista minera entre Andorra y Ariño es cuestión de vida o muerte. Las dos empresas instaladas en la zona lo necesitan para desarrollarse, y lo necesitamos los vecinos", empezó el también exminero de Ariño, que siguió definiendo su lista de "cuestiones pendientes".

"La mejora de Internet en los pueblos y en los polígonos, la elevación de aguas del Ebro, mejorar las líneas de evacuación de energía y activar un plan de vivienda en todos los municipios afectados", indicó. La clave en este punto, aseguró, no es "desarrollar 100 viviendas en Andorra", sino promover "cuatro viviendas de alquiler o venta en cada pueblo para que quien venga a trabajar, se pueda quedar".

Burocracia 

Los ayuntamientos claman también por tener apoyo de las instituciones más grandes para aliviarles de la carga burocrática que requiere la gestión de proyectos.

"Planteamos crear oficinas de transición en el territorio para agilizar todos los procesos", señaló Noé, que destaca también la propuesta de que se forme una comisión de seguimiento y plantea la creación de un perte minero.

Pese a su visión crítica, el alcalde de Ariño incidió en que están «encantados» por que se den pasos adelante. Desde Andorra, Bielsa se expresó en términos similares: "Estamos contentos pero esperábamos más concreción".

Esto ha hecho que la visita de la ministra no haya dejado un ambiente de alivio en la zona, aunque sí cierta esperanza. "Las intenciones son muy buenas, pero necesitamos concreción. Algún vecino comentaba que ‘para este viaje no hacían falta tantas alforjas’, y es verdad que faltan medidas concretas", manifestó.

En Andorra, la lista de peticiones también lleva tiempo definida. "La carretera minera, que el cargadero de Endesa pase a manos del Adif para poder utilizarlo, y la elevación del agua, porque si vienen empresas vinculadas al hidrógeno, es lo que necesitaremos", recalcó.

Para Bielsa, el objetivo que marcó Ribera es factible. "Soy muy optimista en que recuperaremos la población porque habrá oportunidades laborales", concluyó. 

La oposición pide pasar "de las promesas a las realidades"

La oposición utiliza distintas palabras para expresar su insatisfacción con el convenio de transición justa para las cuencas mineras después de la visita de la ministra Teresa Ribera.

"Con enorme escepticismo" lo recibió el presidente del PP en Teruel, Joaquín Juste, que criticó la "tardanza" en la firma, pendiente de la autorización de Europa. "Estamos hartos de promesas y queremos certezas", dijo. "Ahora viene Teresa Ribera, en la cercanía a la campaña electoral, para ofrecer y prometer", lamentó, y exigió que "se materialicen esas inversiones".

El coordinador de Cs en Teruel, Ramón Fuertes, aseguró que los anuncios "llegan tarde y sin certezas", por lo que reclamó al Gobierno "hechos concretos y no más falsas promesas".

"El plan se anunció en enero de 2019 y todavía no está firmado, por lo que lo normal es que acojamos estos anuncios a meses de las elecciones con escepticismo", reconoció.

El coordinador de IU en Aragón, Álvaro Sanz, señaló que su partido espera "que pasemos de las promesas a las realidades porque llevamos años de retraso que han supuesto una pérdida de población y empleo absolutamente inaceptable".

Desde Teruel Existe valoraron positivamente que "por fin" se presente el convenio, pero mostraron su preocupación. "Hay muchos vecinos de las cuencas mineras que emigran porque hasta ahora solo ha habido promesas y anuncios del Gobierno de Aragón de implantación de empresas que no se cumplen", lamentaron.

Santiago Morón, portavoz de Vox en las Cortes, aseguró que "el convenio es como el cuento de la lechera, con una gran inconcreción y tiene un claro tinte electoralista».

 

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