El Periódico de Aragón

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LA TRANSICIÓN DESDE LA LIBERALIZACIÓN DEL PEAJE

Los alcaldes de los pueblos de la N-2: "Los agujeros son tremendos, está descuidada"

Los pueblos por los que cruza esta vía denuncian su falta de mantenimiento, una de sus preocupaciones cuando se liberalizó la AP-2

Esta carretera nacional sigue siendo una vía muy transitada a pesar de la eliminación del peaje de la autopista. ANDREEA VORNICU

Apenas ha transcurrido algo más de un año desde la liberalización de la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell. Son casi 14 meses y poco queda ya de la incertidumbre que reinaba entre los hosteleros a pie de carretera, pues no han perdido esa clientela fiel que habían forjado durante tantos y tantos años. «Te decían que ellos iban a seguir viniendo, pero no lo sabes hasta que lo ves. El que quiere comer y cenar bien, se sale a la carretera. Gracias a Dios», dice Adriana Royo, propietaria de la Venta de Santa Lucía.

Esta eliminación de los peajes, una demanda que ya formaba parte de los anales de la historia de las reivindicaciones aragonesas, dio paso de inmediato a otras en aras de que la N-2 no cayera en el olvido y se continuara apostando por su mantenimiento. El objetivo no era otro que la seguridad vial. «Con una N-2 en perfecto estado de revista se podrían reducir mucho las afecciones que causará la apertura de la autopista», aseguró en su día Darío Villagrasa, alcalde de Bujaraloz. A día de hoy, el objetivo sigue siendo el mismo: la seguridad vial. Y parece que las promesas de mejoras han caído en saco roto. Justo lo que temían.

En este sentido, Villagrasa defiende que sobre esta vía deberían acometerse mejoras en el trazado y su visibilidad, así como también se tendrían que ejecutar ensanchamientos de la calzada, carriles de alivio y zonas para reducir la velocidad en pro de la seguridad de los vecinos que las cruzan perpendicularmente.

El 1 de septiembre de 2021 fue el primer día que la AP-2 ya no contaba con peajes. ANDREEA VORNICU

«Al principio sí que daba la sensación de que se había reducido el tráfico de camiones. Quizá ahora sea de menor intensidad, pero no hay que perder de vista que la N-2 siempre ha sido una carretera muy concurrida y sigue soportando unos niveles que nunca han desaparecido», señala el primer edil de Bujaraloz. A ello añade otras circunstancias que la ponen en valor, como su conexión con la N-230, que llega hasta Caspe. «No hay que pasar página, hay que reanudar las obras de mejora por la seguridad vial», sentencia. La reivindicación del alcalde de Bujaraloz se hace extensiva al resto de localidades por las que cruza la N-2.

"La AP-2 está sobrecargada de tráfico, no lo puede absorber", dice al alcalde de Osera de Ebro

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«Está descuidada. Los agujeros son tremendos, no tienes más que venir a verlos. El peligro es ese, que se ha descuidado. Y los alcaldes pedimos que el mantenimiento siga siendo el de antes», denuncia Enrique Gómez, regidor de Osera de Ebro. Más aún, continúa Gómez, cuando los conductores se están viendo obligados a dejar de lado la autopista: «La gente está volviendo a la nacional por la tranquilidad. La AP-2 está sobrecargada de tráfico, no lo puede absorber», explica el alcalde, a lo que añade: «No hay servicios. Las áreas de descanso son pequeñas para aparcar y para dormir. La gente tiene que salir de la autopista para comer porque es un servicio muy caro. Un café te cuesta 2,10 euros y, un bocata, imagínate. Resulta incomible».

Con él coincide Mercedes Abós, su homóloga en el cargo en Pina de Ebro. «Hay más tráfico porque todos no caben en la autopista y se están repartiendo. Es un infierno, el tránsito es tremendo», lamenta Abós, que apela a la prudencia al volante para evitar tragedias como la de este martes, cuando los tres ocupantes de un turismo perdieron la vida al ser golpeados por un camión: «Si un camión va a 90, pues se va detrás de él. Nos hemos vuelto muy...».

No obstante, la alcaldesa de Pina de Ebro recupera para su discurso viejas reivindicaciones que no han caído en el olvido: «Se pensaban que ya era suficiente con la liberalización de la AP-2 y por lo que luchamos es por el desdoblamiento de la nacional. Queda mucho trabajo por hacer y vamos a seguir luchando hasta el final de nuestros días».

El alcalde de Bujaraloz, sobre el desdoblamiento: "Nuestro papel es informar a los ciudadanos de lo complicado que es lo que es complicado"

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No obstante, el alcalde de Bujaraloz apela a ser «lo más realistas y posibilistas posible». «Claro que las obras primordiales de mejora de la N-2 no son incompatibles con el desdoblamiento. Pero nuestro papel es informar a los ciudadanos de lo complicado que es lo que es complicado. Desde que era niño siempre lo he escuchado en el debate político. Y son muchos años de trámites, una inversión pública elevada y un procedimiento administrativo muy largo en el que hemos recorrido pocas casillas», finaliza.

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