POLÍTICA

La crisis del PAR: el ‘clavico’ ante el precipicio

Los dos bandos del partido recrudecen su disputa tras la sentencia en un pulso por el poder que PSOE y PP siguen de cerca al ser determinante para sus opciones de gobierno

El día después 8 El vicepresidente del Gobierno, Arturo Aliaga, estuvo desde primera hora en el pleno de las Cortes. | ÁNGEL DE CASTRO

El día después 8 El vicepresidente del Gobierno, Arturo Aliaga, estuvo desde primera hora en el pleno de las Cortes. | ÁNGEL DE CASTRO / J. H. P. / L. C. L.

Hace ya tiempo que chocan las placas tectónicas en el seno del Partido Aragonés (PAR), pero nunca antes esta formación con 44 años de historia había caminado por una cuerda tan floja a apenas seis meses de las elecciones municipales y autonómicas. La sentencia que anula su último congreso y la reelección de Arturo Aliaga como líder ha dejado en fuera de juego al centroderecha aragonesista, donde no hay atisbo alguno de reconciliación entre bandos, sino más bien de una ruptura inexorable vistas las posiciones de unos y otros tras el fallo judicial y las acusaciones mutuas de traición. Algunas voces tratan al mismo tiempo, con discreción, de buscar la manera de «coser» un partido que a día de hoy está roto.

No se trata sin embargo de una mera batalla por el control del partido fundado en 1978 por Hipólito Gómez de las Roces. Está en juego su orientación ideológica y la posición que ocupa en el atomizado mapa político de la comunidad. Es decir, si se sale de la órbita del PSOE, en la que gravita desde el año 2019 con el pacto de gobierno alcanzado con los socialistas, Podemos y CHA que se alcanzó por unanimidad en una Ejecutiva del PAR, o si por el contrario se postula nuevamente como muleta del PP.

Basta con escuchar las últimas declaraciones de Javier Lambán y Jorge Azcón para observar que este es uno de los motivos de la pugna. Que el PAR caiga en unas manos o en otras puede suponer que cambie el signo del Gobierno en 2023, que volverá a decidirse por un puñado de escaños.

Llegar vivos a mayo

Eso sí, el PAR podrá ser de nuevo decisivo si logra sobreponerse a la situación y sobrevivir en las urnas. Abiertos en canal, cada vez hay más dudas de que consigan mantener el peso que tienen ahora en el Parlamento autonómico, las diputaciones y las comarcas. Algunos de los rostros más destacados del PAR reconocían este jueves que este camino «solo lleva la desaparición» y abogaban por un «congreso de la reconciliación». Otros aseguraban que el partido tiene atadas las listas electorales en muchos municipios. «El partido está por encima de todo», recalcaban.

Alberto Izquierdo, número dos del PAR, se pone de perfil al no aclarar si sigue apoyando a Aliaga

El partido estudiará finalmente si recurrir la sentencia, para lo que dispone de 20 días de plazo

Los unos sienten que la actual dirección ha ultrajado el ideario del partido. Los otros acusan a los rebeldes de deslealtad. Oficialistas y críticos llevan años midiendo sus fuerzas. Los primeros ganaron en el polémico cónclave de octubre de 2021. Los segundos optaron por judicializar la disputa, después de perder varios envites judiciales menores, y ahora sí han salido victoriosos en los tribunales.

Los de Aliaga insisten en que el juez solo se fija en cuestiones «de procedimiento» y confían en recuperar su legitimidad en un nuevo cónclave. Está por ver, también, si finalmente el partido renuncia a recurrir la sentencia. Este jueves abrieron la puerta, al menos, a estudiar si la recurren.

En el sector crítico dudan que el vicepresidente del Gobierno de Aragón pueda mantener el timón del barco y aseguran que pierde fuerzas internas. Otros lo ven «enrocado en sí mismo», mientras los fieles recuerdan su «legitimidad» y sus apoyos «en todo el territorio». «Es impoluto e intachable», dicen en su núcleo duro.

Ambos bandos siembran dudas sobre la fortaleza de sus adversarios, señalando ausencias y tibiezas a cada lado. «¿Quiénes son los críticos, los tres de la foto?», se preguntan desde el sector oficial. Mientras, otros históricos del partido abogan por la «reconciliación», algo que casi suena a utópico.

El número dos se pone de perfil

La primera prueba de resistencia del presidente será en la tarde de este viernes en la reunión de la comisión ejecutiva del PAR, que debe determinar los pasos a seguir. Los críticos están convencidos de que algunos de los fieles del presidente darán un paso atrás.

Entre los más señalados por este cambio de criterio estaría Alberto Izquierdo, secretario general del PAR y peso pesado en Teruel. A preguntas de este diario, el número dos de la formación aragonesista eludió dar respuestas sobre si sigue respaldando a Aliaga o las razones por la que no le acompañó en la rueda de prensa. «Soy partidario de la unidad y el respeto», aseguró, al tiempo que rehusó hacer declaraciones sobre la sentencia y el futuro del partido.

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