EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL

Stellantis Zaragoza plantea un nuevo erte para 2023 por la crisis de microchips

La planta de Figueruelas lleva tres años con expedientes temporales de empleo: en 2020 por la pandemia y en 2021 y 2022 por la falta de componentes electrónicos

Un trabajador en la planta automovilística de Stellantis en Figueruelas. | JAIME GALINDO

Un trabajador en la planta automovilística de Stellantis en Figueruelas. | JAIME GALINDO / j. h. p.

J. H. P.

La dirección de la planta de Stellantis (antes PSA/Opel) en Figueruelas comunicó ayer a la representación de la plantilla el inicio del procedimiento para la aplicación de un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (erte) durante el próximo año. La empresa justifica la medida en causada organizativas y productivas derivadas de la falta de componentes, en concreto de microchips, un problema que viene sufriendo la factoría y el sector del automóvil a nivel mundial desde hace ya dos años.

La fábrica lleva ya tres años consecutivos echando manos de esta herramienta de suspensión temporal de empleo. En 2020 lo hizo tras el estallido de la pandemia al verse obligada a parar la producción de coches y en 2021 y 2022 volvió a recurrir a este mecanismo al tener que detener su actividad en días sueltos por la escasez de microchips. La previsión del mercado es que estos componentes electrónicos siguen faltando, lo que ha llevado a Stellantis a plantear un cuarto erte.

Por el momento no se conocen las condiciones que propondrá la empresa para este expediente a la espera de que empiece a negociarse el próximo 13 de diciembre. El que está en vigor este año tiene una duración máxima de 50 jornadas de forma colectiva (hasta 80 de manera individual) y recoge una garantía del 80% del salario sin merma de las vacaciones.

Denuncia del convenio colectivo

Precisamente la falta de microchips está teniendo un fuerte impacto en la actividad de la factoría en las dos últimas semanas. La línea 1, que ensambla el Opel Crossland y el Citroën C3 Aircross, lleva diez días parada, mientras que la línea 2, la que hace el Corsa, ha estado también sin funcionar seis jornadas y con el turno de noche bajo mínimos.

Al margen del erte, el comité ha denunciado el convenio colectivo, cuya vigencia finaliza al cierre de 2022, lo que activará la negociación de nuevo acuerdo dentro de 30 días.

Suscríbete para seguir leyendo