EMPRENDIMIENTO EN REDES SOCIALES

La otra cara de las ‘stories’ en Aragón

Cuatro creadores de contenido de la comunidad cuentan su experiencia en las redes y reflexionan sobre un modelo que, en muchas ocasiones, se convierte en un trampolín profesional

Gonzalo (izda) y Jaime (dcha) son dos zaragozanos a la caza de la mejor comida de la ciudad.

Gonzalo (izda) y Jaime (dcha) son dos zaragozanos a la caza de la mejor comida de la ciudad. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Las redes sociales son hoy una de las vías de comunicación más utilizadas por toda la sociedad. Asociadas casi siempre al público juvenil, cada vez más personas de distintas edades buscan consejos, regalos o ideas, contenido en general, entre el extenso mar de las plataformas digitales. Ellos, los influencers, son las caras visibles, los encargados de mantener frente a las pantallas a miles de usuarios y de colaborar con grandes marcas para dar a conocer sus productos. EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha hablado con cuatro de estas estrellas de las redes: dos se dedicaron profesionalmente a ello pero se cambiaron a un sector tradicional, los otros lo siguen viendo como un pasatiempo. ¿Qué hay detrás de quien nos entretiene?

High Grossery: "Hacemos lo mismo de siempre, sin pensar en el algoritmo"

Gonzalo es todo un veterano de las redes sociales y asegura que fue el primero de su grupo de amigos en hacerse Instagram. ¿Para qué? "Subía fotos de comida, algo que siempre me ha gustado mucho".

Años después, Jaime apareció en su vida y se sumó al proyecto High Grossery, que en breves cumplirá la década haciendo salivar a miles de zaragozanos. "Cuando llegó Jaime, que le gustan más las cámaras, creamos un personaje, un tipo con gorra y con nuestra camiseta que comiese mucho". 

Los dos se adaptaron como pocos a las stories, esas publicaciones de Instagram que solo duran 24 horas en la red. "Es algo fugaz, pero trabajamos mucho las fotos para que el contenido luzca", explica Jaime, que admite que su teléfono rebosa con «fotografías de hamburguesas y de mi perro».

El plato estrella, la hamburguesa, también deja hueco a las pizzas, los bocadillos o las raciones de toda la vida. "Siempre enseñamos comida con la que te entra hambre", coinciden los dos, que en diez años todavía no han recorrido todos los restaurantes de la capital aragonesa: "Lo bueno es que nuestros seguidores son de Zaragoza, gente que nos puede recomendar sitios y que puede aprovechar lo que nosotros enseñamos". 

Ello supone, a veces, cambiar en la forma de generar el contenido, pero High Grossery se mantiene firme en su creación. "Vemos cómo muchos compañeros se adaptan a lo que pide el algoritmo, pero nosotros preferimos mantenernos en ese contenido que nos funcionó desde el primer día". 

Un contenido exitoso que atrajo a muchas marcas, tanto de dentro de la capital aragonesa como de fuera. "No cobramos por ninguna de las cosas que mostramos, solo por las grandes acciones", detallan, "y por los sorteos, porque son las dos cosas que más tiempo, publicaciones y trabajo llevan detrás". 

Los restaurantes de la capital también han puesto el ojo en su logotipo, y por eso muchos cuentan con un plato ideado por Jaime y Gonzalo: "Nos encanta colaborar, preguntar a los dueños y que nos cuenten que la gente va a cenar en busca de nuestra hamburguesa o bocadillo. Es todo un orgullo verlo como un plato fijo de la carta". 

Andrea Izquierdo: "Los comentarios negativos complican mucho la interacción"

Andrea es una tantas jóvenes que comienzan detrás de una pantalla y pasan a estar delante de la cámara. "No tenía mucha gente con la que compartir mis gustos literarios", resume Izquierdo como la razón para abrir su canal de YouTube, con una clara referencia a la escritora de la saga Harry Potter.

Dejó YouTube por la falta de tiempo, "ya que esos vídeos necesitaban de un trabajo casi a tiempo completo" y hoy se le puede seguir en Instagram y TikTok, donde "se mantiene la cercanía y no hay que hacer unos vídeos tan elaborados". Una interacción que no siempre es fácil, "porque la complican mucho los comentarios negativos, que siempre atraen más".

Izquierdo comenzó como lo hacen todos los aficionados que aspiran a conseguir que su canal les de fama e incluso ingresos económicos. "Todo fue por mi cuenta, aunque luego las editoriales empezaron a contactar conmigo para que enseñase sus novedades", explica la ya escritora y empresaria, que aún recuerda el funcionamiento de esos contratos: "La editorial te ofrece un presupuesto y te piden lo que quieren, el tipo de contenido que necesitan para sus libros, con unas pautas marcadas". Si el youtuber acepta esas condiciones, se firma el contrato. Días después, sus vídeos y sus redes sociales es protagonizado por el último libro de la editorial que tocó su puerta.

Andrea Izquierdo, con un ejemplar de uno de sus libros.

Andrea Izquierdo ha dado el salto al mundillo editorial. / EL PERIÓDICO

"El precio es muy variable, porque depende del tiempo, la fidelidad o los números de cada creador de contenido", concreta Izquierdo, que aclara que, pese a pertenecer todos a un mismo sector de la plataforma audiovisual, "cada uno somos perfiles muy diferentes".

Pese a su éxito, decidió volcar su futuro hacia otro lado: "Me costó dejar de prestar tanta atención a las redes sociales, pero tenía ganas de profesionalizarme en el sector editorial".

Su vocación de emprendimiento y creación no se frenó, y hoy Izquierdo tiene dos proyectos empresariales, además de publicar sus propios libros, el último, La chica del Zodiaco. En el apartado empresarial, Meikabuk ofrece servicios a las editoriales y Literali Box lleva cada mes hasta los suscriptores una caja con libros y merchandising. Dos ejemplos de que las redes pueden ser un gran impulso.

Marta Álvarez: "La naturalidad, como la promoción, se nota"

Marta nunca vio como un trabajo sus publicaciones en redes sociales, aunque admite que durante un tiempo "fueron una dedicación a jornada completa".

Esta joven zaragozana, residente en Madrid, fue toda una pionera en booktube, ese ala literaria de la plataforma de contenido audiovisual. "Me parecía algo novedoso, divertido y natural", cuenta Álvarez, que empezó antes, con un blog, "porque se me acababan los amigos a los que dar la tabarra sobre mis últimas lecturas". "No esperaba nada pero fue un formato que despegó de repente", confiesa la ya escritora y editora, con una posición más asentada en el sector editorial.

En el caso de Martitara –así se da a conocer en redes sociales­– la fantasía y la novela juvenil eran las bases de su proyecto. "No me centré en ellos porque lo mandase el mercado, sino porque eran el tipo de libros que me gustaban a mí", cuenta la antigua booktuber, que tuvo claro siempre que "había demasiados libros para leer como para centrarme en los que no me iban a gustar".

Marta Álvarez, con una de sus novelas.

Marta Álvarez también ha iniciado proyectos literarios. / EL PERIÓDICO

Para Álvarez, el buen funcionamiento de su canal se debe a "la naturalidad, que se nota en todos los vídeos". Una naturalidad que se puede perder, si no se sabe gestionar, cuando las editoriales comienzan a llamar a la puerta: "Si ellas empiezan a decir que sí, que te mandan libros... es algo muy emocionante, sobre todo cuando comienzas".

Ello le llevó a que, cuando el canal iniciaba su despegue, aceptara casi todos los envíos y peticiones que le llegaba: "Te sentías una privilegiada". Pero debía mantenerse firme: "Se nota mucho cuando se recomienda algo que gusta, de forma natural, o cuando es una promoción".

Álvarez asegura que en su carrera "solo he hecho una colaboración pagada", ya que lo más habitual es "recibir el libro de forma gratuita y ya". Es consciente, a la vez, de que otros youtubers sí cobran, "pero las cifras dependen del impacto y los seguidores de cada uno".

Con todo, Marta ya ha dejado las redes para disfrute personal y está plenamente implicada en su carrera como escritora. Dos sagas juveniles, y un libro para niños, además de su proyección como editora, avalan que este proyecto también mantiene el rumbo. 

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