Participación ciudadana en la política

Las mareas ciudadanas creen que tras 10 años no se han recuperado los derechos en Aragón

Las plataformas surgidas al calor de los recortes en derechos solo mantienen sus núcleos duros. Reconocen la menor movilización social pese a que persisten los problemas en los servicios públicos

Manifestación conjunta de las mareas blanca, verde y naranja en Aragón el 20 de diciembre de 2012.

Manifestación conjunta de las mareas blanca, verde y naranja en Aragón el 20 de diciembre de 2012. / EL PERIÓDICO

Laura Carnicero

Laura Carnicero

Han pasado más de diez años desde que las primeras convocatorias multitudinarias de las mareas ciudadanas en defensa de la sanidad y la educación públicas y por los derechos sociales cobraron brío en las calles de todo el país al calor de los recortes impuestos desde el Gobierno central hasta los autonómicos, auspiciados por los 'hombres de negro' en Europa.

La crisis económica tras el crack de 2008 dejó en España y en Aragón una estela de recortes y congelaciones de salarios de los funcionarios, copagos farmacéuticos, cierres de aulas en la escuela rural y desahucios a familias en situación de vulnerabilidad y a aquellas que simplemente no podían pagar la hipoteca. Con una tasa de paro superior al 22% y al 40% entre los jóvenes, la movilización social alcanzó entonces en la comunidad autónoma los mayores niveles en décadas.

Quienes fueron los rostros visibles de aquellos movimientos echan la vista atrás y afirman que no se han recuperado todos los derechos que se mermaron entonces y aseguran que hay caldo de cultivo suficiente para que recuperen fuerza en las calles. Pero de momento, las manifestaciones son menos masivas que entonces.

Juana Moya es técnica de laboratorio en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza y era una de las portavoces de la Marea Blanca. Una década después, sigue formando parte del núcleo duro que queda de lo que fue el movimiento. "Tenemos un grupo de Whatsapp activo y estamos en contacto para denunciar las carencias de cada centro", explica.

Una de las protestas de la Marea Blanca en el Departamento de Sanidad en contra del copago, en 2013.º

Una de las protestas de la Marea Blanca en el Departamento de Sanidad en contra del copago, en 2013.º / JAIME GALINDO

A su parecer, la situación de la sanidad no solo no ha mejorado desde 2012, sino que está "peor". "Pese a haber pasado una pandemia, no hemos aprendido nada. Tenemos las peores listas de espera, las citas en Atención Primaria que antes eran cada 48 horas, ahora tienes que esperar una semana. Por no hablar del problema en el transporte sanitario o el sector de la limpieza", añade.

Visión más optimista tiene Alfonso Alegre respecto a la recuperación de los derechos en la educación pública, pero se muestra más pesimista respecto a la movilización social en Aragón. Quien fuera uno de los portavoces de la Marea Verde en Aragón, recuerda que "los ciclos de movilización suben y bajan", y cree que eso es lo que ha pasado con las reivindicaciones sociales por una educación pública de calidad.

Eso, y que el cambio en los Gobiernos autonómicos a partir de 2015 "empezó a revertir claramente la situación". "Para nada estamos como en 2012, que cada día recibíamos una bofetada nueva, pero quedan cosas por recuperar para volver a la situación previa a esa crisis», asegura.

Manifestación en defensa de la escuela pública, en Zaragoza, en 2013.

Manifestación en defensa de la escuela pública, en Zaragoza, en 2013. / ÁNGEL DE CASTRO

Cuestiones pendientes

Como ejemplo, Alegre enumera que los profesores siguen trabajando 20 horas lectivas semanales, que Aragón es la que tiene la mayor tasa de interinidad en el profesorado en España y que no se ha recuperado la situación de las auxiliares para las clases de Infantil, entre otras muchas cuestiones.

Con todo, incide en que "la marea verde en defensa de la educación pública sigue viva como idea, pero la actividad organizada que se realizaba hace unos años ha perdido impulso porque los recortes no fueron a más y también porque parte de ellos se pudieron revertir en relativamente un periodo corto de tiempo", añade.

Hace apenas dos semanas, los sindicatos y el Departamento de Educación firmaron el último acuerdo para reducir en una las horas lectivas que deben impartir los docentes aragoneses.

Es uno de los símbolos de que las relaciones con el Ejecutivo autonómico son más fluidas y nada tienen que ver con las protestas continuas que la marea verde protagonizó frente a la consejera del ramo en la etapa de Luisa Fernanda Rudi, Dolores Serrat (2011-2015).

Además, Alegre señala la importancia de las "tendencias" como explicación a que haya más o menos movilización social para reclamar el mantenimiento de los derechos sociales. "Cuando las cosas están mal y además hay una tendencia hacia la privatización, como ocurre con la sanidad en Madrid, estalla la Marea Blanca. Cuando la tendencia es positiva, no se produce tanta movilización", concluye.

Protesta de la Marea Naranja en Zaragoza contra los retrasos en el cobro del Ingreso Aragonés de Inserción, en 2013.

Protesta de la Marea Naranja en Zaragoza contra los retrasos en el cobro del Ingreso Aragonés de Inserción, en 2013. / ÁNGEL DE CASTRO

El espacio de derechos de la Marea Naranja sigue activo

Ángel Sanz, representante de la Marea Naranja en defensa de los Derechos Sociales, explica que el espacio de derechos, que fue una de las derivadas más palpables del movimiento ciudadano, "sigue funcionando, con reuniones regulares y la atención a las personas vulnerables que lo necesitan".

En este ámbito, la situación ha mejorado en Aragón, por ejemplo, en el número de personas dependientes atendidas. Pero queda mucho espacio para mejorar, reconoce Sanz, en la atención en las residencias, donde la pandemia mostró de nuevo cuáles eran las carencias.

La situación no es "idílica", ni mucho menos. Pero la puesta en marcha de la renta básica, por ejemplo, hace que "quien está en una situación muy precaria pueda mirar a final de mes con algo de esperanza". Antes, recuerda Sanz, esta alternativa no existía. Por eso cree que la movilización social es menor ahora, y porque la presencia permanente en las calles exige y desgasta a los manifestantes.

"Si la gente no está todos los días en la calle tiene que ver con que cualquiera se cansa de darse la cabeza contra la pared, reclamando, y sin resultados. La gente se cansa y se va a su casa. Pero volveremos a salir", vaticina. 

Los conflictos laborales copan ya el 37% de las protestas en Aragón

Los datos de la Delegación del Gobierno en Aragón reflejan que en este 2022 han bajado las solicitudes de protestas y concentraciones respecto a 2021 y que, un año más, los conflictos laborales ganan peso en el total de las concentraciones de protesta celebradas en la comunidad.

Según los registros de las manifestaciones y concentraciones para las que se solicitó permiso a Delegación, el pasado ejercicio fueron 906 en todo el año, mientras que hasta diciembre de 2022 han sido 826, casi cien menos a falta del último mes.

En 2021, mayo y octubre concentraron el mayor número de protestas comunicadas (173 y 104, respectivamente), mientras que en 2022 fueron marzo y abril (144 y 101 protestas).

El registro de la Delegación del Gobierno en Aragón revela también cuáles fueron las temáticas por las que se solicitaron dichas concentraciones, lo que también es un buen termómetro social de cuáles son los conflictos que motivan una mayor movilización.

Los asuntos laborales representan en este 2022 el 37% del total, mientras en 2021 eran el 36%. Las protestas en defensa de la sanidad pública casi se han duplicado en el último año, pasando de 21 (en 2021) a 51 hasta noviembre de este año.

En relación con la lucha contra la violencia de género, este año se han producido 10 concentraciones menos que en 2021, y también bajan las protestas relacionadas con el medio ambiente, los asuntos sociales o la enseñanza. 

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