LOTERÍAS Y APUESTAS DEL ESTADO

La ilusión de la lotería de Navidad en Aragón: "¿Por qué este año no puedo ser yo?"

Loteros y clientes apuran con ilusión los últimos días de venta de cara al sorteo del próximo día 22 de diciembre | "Hay gente que espera a que bajemos la persiana el último día para comprar el último décimo", cuenta la lotera de la administración número 5, en calle Don Jaime

Varias personas hacen fila para comprar lotería en una administración de la calle Alfonso de Zaragoza, el pasado viernes.

Varias personas hacen fila para comprar lotería en una administración de la calle Alfonso de Zaragoza, el pasado viernes. / ANDREEA VORNICU

Apenas quedan cuatro días para que ciertas administraciones de lotería se encharquen a base de champán celebrando un premio de la Lotería de Navidad, ya sea El Gordo o un pellizco del quinto premio. El nombre de otros pueblos que pasan desapercibidos a lo largo del año, como fue en su día Sodeto y sus 200 vecinos, recorrerá telediarios, desde los regionales aquí en Aragón hasta grandes cadenas nacionales como Antena 3 o Telecinco. Lo cierto es que el espíritu navideño ya se ha adueñado de los aragoneses con la ilusión de repetir esas imágenes de los vecinos de Sodeto

Así lo explica Cristina Bayón, lotera de la Administración número 73 de Zaragoza, mientras pone a punto su establecimiento con clientes ya guardando fila en Duquesa Villahermosa con García Sánchez. «La lotería de Navidad es muy bonita. Reparte mucha ilusión y jugarla es una forma de ser más sociable porque la compartimos con la gente. Nos quita las penas y nos da mucha alegría. Es muy especial. Es una tradición que vale la pena», describe Cristina, aunque puntualiza que este año se ha vendido «con menos alegría». «Estos días la ventana irá más espabiladica porque todavía queda mucha gente por venir, pero ya te puedo decir que hemos vendido un poco menos que el año pasado. ¡Falta dinero, hijo!», exclama esta lotera.

En el centro de la capital aragonesa parece que no les afecta esa incertidumbre económica por emplazarse en lugares «muy céntricos» y «abiertos a todas horas». Es lo que sucede en la administración número 1, «en Doña Isabel», casi llegando a calle Alfonso paseando por el Coso. 

Según su propietaria, Isabel Lalmolda, atrás han quedado «días de mucha venta» como pueden ser las Fiestas del Pilar, puentes e incluso el verano. Hasta allí llega gente «con un número específico» por tratarse de una fecha especial y también hay otros que van a la aventura. «¡El que más rabia te dé!», es una de las frases que se repiten año tras año en su establecimiento.

«La Lotería de Navidad es diferente porque la compartes con la familia y los amigos. Es muy bonito eso de que viene gente a por un número y te dicen: Dame tres décimos, uno para mí y otros dos para mis hermanos. Todos los años vemos esas imágenes en el telediario y a unos les toca siempre. ¿Por qué este año no puedo ser yo? Igual la felicidad no la da, pero, la tranquilidad, sí. Por 20 euros te pueden tocar 400.000», cuenta Isabel.

Eso es lo que piensa Pilar Valiente, mientras guarda fila en la administración número 5, en la calle don Jaime, para comprar un número «que acabe en 23». «Parece que la Navidad no es lo mismo sin la lotería. Antes pensaba que era una afortunada y que no tenía que coger lotería. Pero ahora que lo necesitas, sí que tienes esa ilusión», relata Pilar.

Detrás de la ventanilla aguarda Marta Baena para vender los décimos de esa lotería que ella llama «de envidia». «Por supuesto que también es compartir, pero también el ¿y si sí?», comenta entre risas Marta, que se encuentra todo tipo de clientes: «Hay gente que juega el número fijo y luego tienes a los fanáticos que te piden los números feos, esos que se repiten las cifras. Otros te dicen el número que les entra por los ojos. Incluso los eligen boca bajo y no lo miran hasta el día del sorteo. Hay gente que se espera a que bajemos la persiana el último día para comprar el último décimo».

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