LA CRISIS ENERGÉTICA

Llenar el depósito en Aragón ahora cuesta lo mismo que antes de la guerra de Ucrania

Las estaciones esperan una avalancha de repostajes antes del 31 de diciembre, cuando expira la rebaja del Gobierno | El precio medio de la gasolina de 95 octanos sin el descuento de 20 céntimos ronda ya los 1,55 euros

La estación de servicio en Bon Àrea de Plaza, la más barata este miércoles en la provincia de Zaragoza con la gasolina a 1,386 euros sin aplicar descuentos.

La estación de servicio en Bon Àrea de Plaza, la más barata este miércoles en la provincia de Zaragoza con la gasolina a 1,386 euros sin aplicar descuentos. / GASOLINERA DE BON AREA EN PLAZA, LA MAS BARATA DE ARAGON EL DIA DE LA FOTO, GASOLINA A 1,386. CONSUMO IPC PRECIOS CARBURANTES

Llenar el depósito estas Navidades será más barato por primera vez desde el inicio de la guerra de Ucrania. El precio medio de la gasolina super 95 se situaba este miércoles en Aragón a 1,574 euros el litro sin aplicar la bonificación de 20 céntimos que el Gobierno central instauró para mitigar el sobrecoste disparado del carburante. No se veían precios semejantes desde la semana del 10 de febrero, cuando la tendencia ya era alcista, pero hay que remontarse hasta julio de 2021 para encontrar precios por debajo de 1,40 euros, lo que cuesta ahora si se aplica el descuento. Sin embargo, apenas quedan 10 días para que la medida del Gobierno toque (presumiblemente) a su fin, y aunque el precio se ha contenido, la rebaja atrae a todos los conductores. Las estaciones de servicio esperan largas colas para cargar los tanques durante los últimos días del año para hacer acopio de carburante y ahorrarse casi 10 euros de media por echar 50 litros de carburante.

«Somos conscientes de que en los últimos tres días del año habrá una avalancha de conductores que vendrán a llenar los depósitos y aprovechar el descuento», apunta Pilar Soto, la presidenta de la patronal Aesar, la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón y miembro del comité Ejecutivo de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES). «No se producirá desabastecimiento más allá de alguno muy puntual porque sus tanques sean de poco tamaño, pero no es nada preocupante», explica.

El precio cae 20 céntimos en un mes

La curva de precios es claramente desdecendente desde octubre. Tanto la gasolina de 95 octanos como el gasóleo A han registrado bajadas de 20 céntimos en apenas un mes, aunque el diésel se mantiene todavía por encima del precio de la gasolina. Ayer, su precio medio en Aragón se situaba en 1,647 euros el litro, unos ocho céntimos por encima del de la gasolina cuando tradicionalmente ha sido más barato.

El precio medio de la gasolina de 95 octanos en Aragón a fecha de 19 de diciembre (últimos datos disponibles en el portal web del ministerio) era de 1,574 euros el litro. Sin embargo, la gasolina más barata podía repostarse a 1,383 euros en la estación de servicio de Bon Àrea en Bujaraloz, seguida por las estaciones de la misma marca en Utebo, el kilómetro 311 de la autovía A-2 (Zaragoza) y en Villanueva de Gállego (las tres a 1,386 euros el litro). Sin embargo, al aplicar los descuentos gubernamentales y las bonificaciones que las grandes petroleras han promovido con el objetivo de fidelizar clientes en una época de baja demanda pueden observarse precios que rondan el litro del euro.

Menos atractivo es el precio del diésel en las gasolineras aragonesas. La estación de servicio más barata donde repostar gasóleo A es la de Family Energy en Garrapinillos (1,449 euros el litro), seguida de la estación de Bujaraloz (1,455 euros).

Todo ello dependerá en cualquier caso del próximo paso que sé el Gobierno de Pedro Sánchez en relación a los combustibles. La rebaja expira formalmente el 31 de diciembre y todo apunta a que la bonificación de 20 céntimos podría dedicarse a contener el precio de los alimentos, un 15% más caros que hace un año según los datos del INE. El Ejecutivo analiza ahora la posibilidad de sustituir el actual descuento indiscriminado por otras medidas de protección específicas en sectores económicos más afectados por la subida de los carburantes (transporte, ganadería, agricultura, pesca...).

La patronal de las estaciones de servicio reclama reducir el impuesto a los hidrocarburos como medida

La previsión del Ejecutivo contempla un impacto presupuestario de la rebaja de combustible de 5.752 millones desde que se inició en abril y un coste residual de otros 275 para el próximo, en consecuencia de los pagos en diferido a principios de 2023. Se prevé que el anuncio se realice el martes 27 tras el último Consejo de Ministros del año. El último en señalar el final de la rebaja ha sido el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García de Andrés, esta misma semana. Entre las justificaciones para su retirada hay tres que se repiten constantemente: su finalidad «temporal» para controlar la inflación, su elevado gasto y su carácter regresivo porque favorece a los de mayor poder adquisitivo.

Sin embargo, se desconocen tanto los detalles como las líneas maestras de la futura bonificación a los carburantes, lo que genera «expectación» en las estaciones de servicio. «En abril nos dijeron que éramos colaboradores y así nos lo tomamos. Nos avisaron de la implementación de la medida el día de antes y nosotros necesitamos tiempo para adaptar los sistemas informáticos. Creemos que una solución efectiva sería la reducción temporal del impuesto de hidrocarburos al mínimo permitido por la UE, como se ha hecho en Portugal», afirma Pilar Soto.

De hecho, la agilidad que se exigió con la guerra en Ucrania llevó a que las estaciones de servicio comenzaran a adelantar los descuentos de 20 céntimos con sus propios fondos. Eso supone para una estación tipo anticipar entre 30.000 y 40.000 euros en un sector en el que el 69% de las gasolineras están catalogadas como pymes. De hecho, esta situación, unida a sobrecostes de 25.000 euros para llenar las cubas que deben pagarse en apenas nueve días a las petroleras, ha puesto en jaque al sector.

Según explica la presidenta de Aesar, el barril de 'brent' (el petróleo crudo) es notablemente más caro que el año pasado. «Si a fecha del 21 de diciembre de 2022 cuesta 80,91 dólares, el mismo día de 2021 su precio se situaba a 72,85 dólares», asegura Soto. Por tanto, la reducción del precio no deviene de un bajón del coste de la materia prima, sino de «otros factores geopolíticos» en los que Aragón escasa injerencia puede ejercer. «Hay menos demanda de crudo por las cotizaciones y la política de covid cero puesta en marcha de nuevo en China, lo que ha hecho caer el consumo de diésel. Este hecho, unido a que los mercados internacionales se anticipan a una posible recesión, ha llevado a que los precios hayan caído por encima de lo normal. Es de esperar que en 2023 se produzca una subida», concluye Soto.