RESUMEN DEL AÑO

El año en el que Andorra volvió a enchufarse

Con la demolición de las tres torres de refigeración de la térmica se dio el último adiós a la economía del carbón | Endesa, la ganadora del primer concurso de Transición Justa, producirá energía con renovables y creará 500 empleos

La demolición de las tres torres de refrigeración de la térmica de Andorra se llevó a cabo el 13 de mayo.

La demolición de las tres torres de refrigeración de la térmica de Andorra se llevó a cabo el 13 de mayo. / Jaime Galindo.

Tras años de promesas vacías y olvido institucional, Andorra comienza a otear un futuro para su economía tras el fin del carbón. Endesa, la misma compañía que había explotado la central durante 40 años, se impuso a otros 10 candidatos en el primer concurso de Transición Justa para gestionar en solitario el nudo Mudéjar, el sistema de evacuación eléctrica a la red de los 1.202 megavatios de capacidad de la central. Este era el verdadero tesoro de Andorra, el foco al que se dirigían todas las miradas en el sector energético y en el que Endesa invertirá 1.500 millones para pasar del negro del carbón al verde de las fuentes renovables y recuperar antes de 2029 prácticamente los 580 puestos de trabajo perdidos con el cierre de la térmica a mediados de 2020.

En apenas seis segundos, el corazón minero aragonés vio caer el pasado 13 de mayo la que fue su fuente de riqueza y prosperidad durante más de 40 años. La demolición de las tres torres de refrigeración de la central térmica de Andorra evidenciaba un futuro lleno de claroscuros con la única seguridad de que el carbón no se volvería a quemar en el bajo Aragón.

Con el cese de la actividad de la térmica no solo llegó el adiós a una era: quedó liberado el nudo Mudéjar, el sistema de evacuación eléctrica de la central por el que Endesa, la compañía que explotaba la térmica, transportaba a la red una capacidad de 1.202 megavatios. Por adjudicarse su explotación se afanaron las principales compañías energéticas que operan en España y también de grandes inversores europeos que se aliaron con empresas aragonesas como Térvalis y Forestalia.

Andorra iba a ser la protagonista del primer concurso público para generar con energías renovables lo que antes se producía con carbón y combustibles fósiles (el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y habrá 21 más por toda España) organizó para adjudicar la explotación del nudo Mudéjar. Poco se conoció del proceso más allá de que 12 proyectos presentados por 11 empresas distintas pugnaban por ejecutar el que sería el proyecto que marcará el devenir de Andorra y las comarcas mineras.

La resolución del concurso era uno de los hitos del ministerio y así lo había repetido en varias ocasiones la ministra Teresa Ribera. Sin embargo, la decisión se dio a conocer –dicen algunos que por un error informático­­– a través de un breve mensaje en Twitter en el que no se revelaba el ganador. Era Endesa, la misma compañía que había explotado el nudo de evacuación durante 40 años, la que se adjudicaba el concurso tras atar en solitario la explotación de 953 megavatios con una inversión de 1.200 millones de euros. Sin embargo, las bases reguladoras estipulaban que si la oferta ganadora no copaba la totalidad de esos 1.202 megavatios, un segundo operador solo podría participar en la explotación en 250 MW o más.

Así, Endesa presentó los avales en tiempo y forma y comenzó a detallar el futuro de Andorra. La compañía creará 6.300 puestos de trabajo, de los que 370 serán empleos permanentes relacionados con las actividades energéticas y otros 130, también fijos, se generarán dentro de las actividades del plan de acompañamiento.

Andorra mira al futuro con esperanza: el proyecto de Endesa tras adjudicarse el nudo Mudéjar promete recuperar los 500 empleos perdidos con el cierre de la térmica

En Andorra, el macroparque renovable que ya se está levantando en las inmediaciones de la central generará con energía limpia una potencia instalada de 1.843,6 megavatios entre solar y eólica. De este modo, antes de 2029 se habrán levantado sobre las cenizas del pasado andorrano siete plantas híbridas, dos proyectos de almacenamiento con baterías, un electrolizador de 15 MW para producir hidrógeno verde que se nutrirá del sobrante energético que no se puede evacuar y un compensador síncrono.

Aunque el apartado energético es la pata principal del proyecto y el que más beneficios puede reportar a la compañía española, es el proyecto de acompañamiento el apartado más alabado del plan de Endesa y una de las partes que mejor se valoraban por parte del ministerio y del Instituto de Transición Justa. Dicho plan contempla la creación de otros 170 puestos de trabajo fijos tras la construcción deuna fábrica de electrolizadores por parte de la empresa H2B2 como otra de seguidores solares, que desarrollará Soltec.

Del mismo modo, se impulsará la creación de 10 comunidades energéticas en las localidades de Andorra, Híjar, Albalate del Arzobispo, Puebla de Híjar, Jatiel, Castelnou, Ejulve, Molinos, Alacón y Alcorisa a través de la instalación de placas en emplazamientos públicos. Todas ellas lograrán reducir de forma considerable el gasto en la factura de la luz que beneficiará a 3.800 vecinos de estos municipios.

Además, la compañía ganó enteros en el concurso al proponer la integración de las fuentes de energía renovable con los sectores primario, secundario o terciario. Endesa instalará placas solares en explotaciones apícolas, apostará por los cultivos agrovoltaicos y trabajará con trabajará con la almazara Apadrina un olivo, ubicada en Oliete, para recuperar 50.000 de estos frutales abandonados. El plan también incluye la ampliación del balneario de Ariño y la construcción de un Centro de Investigación y Divulgación de Avifauna.