EL SECTOR PRIMARIO

El cambio climático y la guerra 'siembran' un "agrio" 2022 para el campo aragonés

El valor de la producción final agraria crece un 7,5% en la comunidad, pero la renta del agricultor familiar cae un 8,7% | Los episodios de pedrisco, sequía, heladas o calor se suman al fracaso de la reforma de la PAC para Aragón y a los sobrecostes de producción desorbitados para soliviantar y preocupar a UAGA en su balance anual

Alberto Escura, José María Alcubierre, José Antonio Miguel y Oscar Moret, respectivamente los secretarios de Teruel, Aragón, Zaragoza y Huesca de UAGA.

Alberto Escura, José María Alcubierre, José Antonio Miguel y Oscar Moret, respectivamente los secretarios de Teruel, Aragón, Zaragoza y Huesca de UAGA. / UAGA

El campo aragonés ha sufrido en 2022 "un año agrio más que agrario". La guerra de Ucrania y los estragos del cambio climático han desestabilizado al sector primario de la comunidad, que vuelve a registrar una pérdida de 200 profesionales en apenas un año y observa impotente cómo la agricultura familiar continúa en declive mientras las grandes estructuras mantienen su buena marcha. De ello se derivan dos datos que bien reflejan la dualidad del agro'. La producción final agraria en Aragón alcanza los 5.640 millones de euros, un 11,5% más que en 2021, pero la renta de los agricultores y ganaderos cayó un 8,7%.

Al mismo tiempo, los costes de producción siguen disparados, lo que reduce de manera considerable la rentabilidad de las explotaciones. Con unos insumos (fertilizantes, gasóleo, fitosanitarios o piensos) con costes medios un 50% más caros que en 2021, el sector primario recupera riqueza en el terreno macroeconómico gracias al incremento de los precios que todos notan al llenar la cesta de la compra, pero "lamentablemente ese incremento no va a la sociedad aragonesa, sino a las grandes corporaciones", ha asegurado José María Alcubierre, el secretario general de UAGA, la organización que este martes ha presentado su balance agrario anual.

"A veces nos cuesta ser catastrofistas, pero el año pasado, por estas fechas, ya decíamos que estábamos ante la siembra más cara de la historia. Ahora ya la hemos superado", ha apuntado Alcubierre al hablar sobre unas perspectivas "poco halagüeñas" para la próxima campaña.

Sin embargo, más allá de los envites que la geopolítica provoca en la actividad económica aragonesa, ha sido el cambio climático el culpable de los dolores de cabeza del campo. Las heladas de primavera, los episodios de pedrisco que acabaron con la producción del Bajo Aragón, los incendios de Nonaspe, Ateca y Añón de Moncayo en verano, la sequía otoñal y el anómalo calor han provocado un cataclismo en la producción de los cultivos leñosos. En 2022 se recogió un 13,16% menos de fruta que en 2021, con caídas muy pronunciadas en los olivares (un 53% menos), almendros o viñedos.

La siniestralidad fue un 52% superior al dato de 2021, alcanzando los partes de Agroseguro un valor de superior a los 110 millones de euros. La preocupación es máxima entre las organizaciones agrarias, pues se entiende que podría derivar "en un cambio de cultivos para el que no estamos capacitados", ha revelado Óscar Moret, secretario provincial de UAGA en Huesca. De hecho, la merma del sector de la fruta, el que más contrataciones genera por su idiosincrasia, ha derivado en una contratación en caída libre respecto a 2021, con descensos del 18,59% en la provincia de Zaragoza.

Por ello, desde UAGA piden que se comience a trabajar en la modernización de los seguros agrarios y que se adapten a los tiempos venideros, que previsiblemente estarán marcados por los episodios climáticos. "Ahora mismo, Agroseguro paga entre el 50 y el 70% de los costes de producción al estar desfasadas las condiciones de contratación", ha aseverado José Antonio Miguel, el secretario de UAGA en la provincia de Zaragoza.

Así pues, las buenas cifras en el terreno 'macro' no revierten en un regreso al campo, donde las cuentas de resultados son cada vez más escuálidas y la contratación es menor. No ayuda a dibujar un futuro esperanzador el contexto en el que se mueven los agricultores y ganaderos aragoneses, que volvieron a perder la batalla por el plan nacional de la Política Agraria Común (PAC), que sigue sin recoger las demandas de las asociaciones agrarias aragonesas que apuestan por un modelo familiar que ayude a fijar población en el territorio.

Críticas al Gobierno de Aragón

«Nosotros poco podemos hacer para cambiar las cuestiones del clima, pero sí podemos reclamar para cambiar las cosas en la Administración», ha dicho Alcubierre, que completaba así la crítica al Ejecutivo que preside Lambán y que se recoge en el balance: «El Gobierno de Aragón no ha sabido defender el interés de Aragón a nivel nacional, sin eco-regímenes, ni ayudas asociadas adaptadas al territorio aragonés y, una vez instaurados estos, sin establecer medidas flexibilizadoras para mejorar la adaptación de estos nuevos eco-regímenes a las características de la región». 

El valor de producción final agrícola del año 2022 asciende a 1.944 millones de euros, que al sumar los daños por siniestro alcanzan los 2.054 millones de euros, lo que representa un aumento del 7,5% respecto a la campaña 2021. Sin embargo, no refleja el encarecimiento de los insumos y energías utilizadas en la actividad agraria que han provocado que las rentas agrarias hayan disminuido. 

No obstante, es la ganadería el principal motor que tira de la producción agraria. El subsector creció un 16,5% respecto al 2021 y alcanzó un valor de 2.977 millones de euros, con alzas notables en los precios del porcino, bovino y productos ganaderos. Por otro lado, el ovino, el avícola (pollos) o el cunícola (conejos) presentan un descenso ya que las producciones se han visto reducidas y, aunque los precios se han incrementado de forma notable no compensan esa pérdida de producción.