Ucrania pide un brazo amigo al empresariado de Aragón para la reconstrucción del país

Las relaciones empresariales entre Ucrania y Aragón nunca han sido especialmente intensas, pero el país que sufre la guerra iniciada por Rusia en sus carnes quiere hacer renacer su economía con el apoyo internacional. Con una inflación que supera el 30% y una caída del PIB que cae en la misma proporción, Ucrania piensa hoy a futuros conforme gana terreno tras sus victorias en el campo bélico. Y en la recuperación del territorio una vez termine la guerra se abren "interesantes oportunidades de negocio".

Lo explica así Anna Derevyanko, la directora ejecutiva de la organización empresarial ucraniana European Business Association (EBA), quien ha visitado este martes la sede de la CEOE Aragón para reunirse con una treintena de empresas de la comunidad con el objetivo de tejer una red de apoyo beneficiosa para ambas partes. "Necesitamos que nos ayuden a reconstruir el país. Tenemos que utilizar el tiempo que aún queda de guerra para preparar las bases del futuro mercado de Ucrania. Hay muchísimas oportunidades y estamos aquí para que los empresarios colaboren nosotros", ha dicho Derevyanko.

"Necesitamos que nos ayuden a reconstruir el país. Tenemos que utilizar el tiempo que aún queda de guerra para preparar las bases del futuro mercado de Ucrania"

Ahora mismo, la situación más compleja en el país ucraniano está la zona del Este, en ciudades como Járkov o Dnipro, lo que también provoca un mayor bajón de la economía en estas . "Las infraestructuras y el las conexiones eléctricas están gravemente dañadas. Hay muchísimas pérdidas en sectores como la industria, maquinaria, logística, o energía", ha explicado la delegada empresarial, en referencia a los nichos de mercado que se mejor se posicionan para la intervención de empresas internacionales.

Sin embargo, el verdadero foco se ha puesto en el sector digital. "Somos gente muy creativa y nos hemos tenido que adaptar a situaciones dramáticas y muy graves casi sin interrupciones. Estas posibilidades pueden hacer valiosas contribuciones a las empresas que vengan", ha asegurado Derevyanko.

Una relación fría hasta ahora

Históricamente, las relaciones comerciales entre España y Ucrania no han destacado por su intensidad. Los mercados de ambos países no han estado bien conectados, y tampoco Aragón ha sido un nexo con el país del este de Europa. "A veces se ha pensado en nosotros como un país de corrupción, pero puedo decir claramente que nuestras empresas son ejemplares. Trabajamos para mejorar las conexiones de Ucrania y facilitar la seguridad digital. Debemos contar historias en España para transmitir confianza", ha aseverado la líder empresarial.

La recuperación va a requerir altas cotas de “inversión, cooperación y colaboración entre empresas ucranianas e internacionales, como las aragonesas”, ha destacado. Así mismo, Ucrania está llamada a convertirse tras el conflicto en referente empresarial y de internacionalización en el este de Europa.

La guerra hace volar un tercio de las mercancías del aeropuerto de Zaragoza

En este sentido, Miguel Marzo, el presidente de la CEOE Aragón, ha vuelto a pedir que termine la guerra "para que las empresas aragonesas puedan ayudar a reconstruir" un país en ruinas. "Somos referentes en varios sectores. Con nuestro conocimiento y tecnología podemos intervenir. No hay que verlo solo como una iniciativa de ayudar, sino como una oportunidad de negocio en los próximos años. Lo más importante es que se acabe la guerra y nos dejen trabajar a todos".

Tanto Marzo como Luis Lanaspa, director general de Economía que ha intervenido en el encuentro, han resaltado el gran margen de mejora existente en las relaciones económicas entre Aragón y Ucrania, todavía poco exploradas ya antes del conflicto, así como en el deseo de que "acabe cuanto antes esta guerra incomprensible y se pueda iniciar la reconstrucción y recuperar la normalidad". El encuentro se inscribe dentro de las actuaciones desarrolladas a través del Servicio Aragonés de Licitaciones (SAL) que gestiona CEOE Aragón con el respaldo del Ejecutivo autonómico.