UNO DE LOS PILARES TURÍSTICOS DE LA COMUNIDAD

Aramón mantendrá el erte en Teruel hasta que llegue la nieve

Las precipitaciones que llegan abren un rayo de luz para una campaña que no termina de arrancar / El sector turístico mantiene la esperanza, pero cree que no recuperará lo perdido en Navidad

La estación de Valdelinares ayer por la tarde, desde una de las webcams instaladas en el complejo.

La estación de Valdelinares ayer por la tarde, desde una de las webcams instaladas en el complejo. / ARAMÓN

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

La nieve y las estaciones de esquí marcan la campaña invernal de dos focos turísticos aragoneses. El Pirineo, que ya ha vuelto a la normalidad propia de estas fechas gracias a las precipitaciones; y la zona de Gúdar-Javalambre, que sigue mirando al cielo a la espera de unas nevadas que parece que por fin llegarán la próxima semana. 

El sur de Aragón sigue sufriendo los estragos del cambio climático y todavía no ha recibido la llegada de una nieve natural indispensable para iniciar la campaña. Sin embargo, desde mañana, el frío se instala en la provincia, según adelanta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Un hecho gracias al que las estaciones bajoaragonesas podrán encender sus cañones y fabricar su nieve artificial. Para la caía del cielo solo habrá que esperar unos días más, pues la misma Aemet asegura en sus previsiones que desde la próxima semana los copos caerán por toda la provincia. 

Hasta que estas precipitaciones no lleguen a su destino, Aramón mantendrá el erte activado a comienzos de esta semana, según confirman desde la propia empresa. La regulación de empleo afecta a 60 trabajadores, con suspensión de contratos y reducción de jornada, y tuvo que llevarse a cabo por causas productivas, al no poderse abrir las estaciones por no cumplirse las condiciones climatológicas necesarias para que se llevase a cabo su actividad. Una solución que se revisará el próximo lunes en la Dirección Provincial de Trabajo de Teruel, tal y como ha podido saber este diario. 

«Seguimos igual que cuando pactamos el erte», explicó Begoña Pérez, representante sindical de CCOO en Aramón. Pérez consideró «importante» el acuerdo al que trabajadores y empresa llegaron a cabo, que se cerró con un 12% de los complementos asumidos para cada trabajador. «No podemos hacer otra cosa que esperar a la climatología para que toda la plantilla pueda reincorporarse a su trabajo», terminó Pérez.

Una opinión compartida por Eugenio Novella, el representante sindical de UGT en esta empresa: «La situación es de standby, porque no podemos hacer nada hasta que el tiempo nos eche una mano». Esperando a que llegue la nieve «no se puede dar ninguna novedad», pero sí que se puede confiar en las previsiones que se manejan: «Por lo que sabemos, en cuanto se den las condiciones necesarias, vamos a empezar a funcionar». 

«Ojalá pudiéramos hacer algo, pero con este tipo de casos, que dependen de un clima que no podemos controlar, solo nos queda esperar», añadió Novella, que junto a sus compañeros espera «a la primera capa de nieve, para poder empezar con nuestro trabajo». «Es evidente que no es cuestión de voluntad, es solo cuestión del clima». 

Sindicatos y Aramón se encuentran en la misma postura: mirando al cielo y con el termómetro en la mano, a la espera de que la nieve caiga con regularidad y las temperaturas se mantengan lo suficientemente bajas como para poder producir nieve artificial con los cañones de las estaciones. 

Mario Gómez, director de Nieve de Teruel, mantiene la esperanza porque «tenemos todos los visos de que esta situación va a acabarse ya». Sobre el erte, solo quiere decir que era la «mejor manera para proteger al personal de las estaciones». 

«Aparte de la nieve, que va a llegar a partir del lunes, también viene mucho frío, que a las estaciones nos viene muy bien», explica un Gómez que considera que estos cambios climáticos les permitirán «abrir las estaciones a lo largo de la próxima semana, si todo va bien». No se puede dar una fecha concreta, y menos si se depende de los elementos para hacer la tarea. 

No cree estar en desventaja con un Pirineo que ya coge velocidad en el apartado turístico, porque «estas son situaciones que siempre hay que gestionar en este sector». «Unos años se empieza antes y otros más tarde», justifica, resignado, el director de Nieve de Teruel, que no pierde la fe en que la temporada se cierre con buenos registros: «Lo que queda, hasta marzo o abril, puede ser una gran época, porque a finales de enero y durante todo febrero viene siempre una buena racha». «Estoy seguro de que será una temporada muy positiva para todos», concluye. 

El problema del turismo

Los que se mantienen a la espera de que el tiempo responda a su llamada son los empresarios próximos a las estaciones de esquí de Teruel. Expectantes de que la nieve y el frío se asienten en la zona, ya celebran «que las temperaturas hayan bajado y las estaciones puedan empezar a fabricar su nieve», explica Nuria Rosa, vicepresidenta de la Asociación de Empresarios Turísticos de Gúdar-Javalambre. 

«Va a ser todo un alivio para todo el sector», añade Ros, que considera que los empresarios ya notan «cómo la temporada está arrancando y cómo las reservas están volviendo a hacerse». Sin dejar de ser precavidos, la sensación es buena y por tanto «las expectativas vuelven a ser positivas, porque podemos volver a ver la luz al final del túnel».

Las buenas noticias solo llegarán de la mano de la nieve, que caerá con fuerza en la zona a partir de la próxima semana. Solo entonces, según Ros, «los fines de semana volverán a llenarse, como habitualmente, e incluso tendremos algunas reservas entre semana, porque sabemos que el cliente se ha guardado días de vacaciones para disfrutar de la nieve». 

Pese a que parece que todo volverá a su cauce habitual en las próximas jornadas, los empresarios de Gúdar-Javalambre quieren mantener las emociones controladas: «Creo que podremos trabajar y salvar la campaña de enero y febrero, pero es imposible que recuperemos la campaña de Navidad». Lo perdido en el final del 2022 y el comienzo del presente año daña, para Ros, el resto de la temporada: «Es el grueso de nuestro trabajo, el momento en el que tenemos mayor actividad». 

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