LA BATALLA ENTRE INSTITUCIONES

Lambán dice que Azcón toma "todas las medidas" para impedir que la DGA invierta en Zaragoza

«Llegarán incluso a ir a los tribunales para impedir que desarrollemos acciones en la ciudad", dice el presidente

Javier Lambán, junto Martín Llanas, el exalcalde de Épila que recibió el título de hijo predilecto.

Javier Lambán, junto Martín Llanas, el exalcalde de Épila que recibió el título de hijo predilecto. / DGA

Ignacio Martín

Ignacio Martín

La batalla entre el PSOE y el PP, trasladada en este caso a la guerra de instituciones entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, no tiene ni un día de tregua. Javier Lambán, el presidente, respondió este sábado a las palabras del concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, que calificó como «ataque sin precedentes» la judicialización del plan especial para la calle Embarcadero. «Quiero recordar que antes de la última bilateral el ayuntamiento no nos puso al Gobierno de Aragón uno sino tres contencioso-administrativos», dijo el jefe del Ejecutivo.

«El ayuntamiento cada día me sorprende más. Es incapaz de ver la viga en el ojo propio y se dedica a ver la paja en el ojo ajeno permanentemente. No estamos asistiendo a ningún cataclismo, fueron ellos los que inauguraron esta manera de entender las relaciones. Nosotros no pusimos el grito en el cielo, aceptamos deportivamente la interposición de aquellos contenciosos y seguimos negociando. De hecho, llegamos a la bilateral con aquellos asuntos encaminados», prosiguió el presidente aragonés en su visita a Épila para el homenaje a Martín Llanas.

Las tensiones y acusaciones vienen cruzadas desde hace días entre el Pignatelli y la plaza del Pilar, con recriminaciones y denuncias en distintos conceptos. Que si el pago del tranvía, que ya fue pero no está completado al faltar los intereses –1,4 millones, o 1,5, o 1.550.000 euros, según quién y cuándo lo diga; que si Torre Ramona, que está pero no; que si el sellado del vertedero; que si los cacahuetes de la Expo...

«Ahora se están empeñando en ralentizar las inversiones del Gobierno de Aragón en la ciudad de Zaragoza, pero nosotros lo que pretendemos es seguir hablando y, en el momento que lo resolvamos, quitar el contencioso. Queremos avenencia, pero también que el ayuntamiento no ponga obstáculos a las inversiones del Gobierno en la ciudad. Se da la curiosa circunstancia de que el ayuntamiento toma todas las medidas a su alcance para impedir que el Gobierno de Aragón invierta en la ciudad», manifestó el jefe del Ejecutivo, que cree que desde el consistorio de la capital «llegarán incluso a ir a los tribunales para impedir que desarrollemos acciones en la ciudad, ya sea de vivienda para jóvenes o de desarrollo industrial en el que se pueden crear 8.000 puestos de trabajo». 

En cualquier otro lugar, prosiguió Lambán, este interés «sería recibido en olor de multitudes, pero el Ayuntamiento de Zaragoza se empeña en que no se cree empleo en la ciudad ni se desarrollen promociones de vivienda para jóvenes, algo que la DGA no puede admitir bajo ningún concepto. Queremos que haya bilateral y se resuelva todo, pero no entendemos las actitudes del ayuntamiento. Un gobierno que va un municipio a invertir debería ser bien recibido».

La alcaldía de Huesca

El presidente también reaccionó a las palabras de Azcón de este viernes, cuando recriminó a Lambán hablar de opas hostiles y le reprochó que los votos que se han comprado en Aragón «fueron los del PSOE con Cs para quedarse la alcaldía de Huesca».

«Yo creo saber lo que ocurrió, pero no soy quien lo tiene que desvelar. Si van a la hemeroteca, a junio de 2019, verán que ni el PP ni Cs se llevaron las manos a la cabeza ni originaron ningún escándalo. Dejaron que aquello pasara sin decir nada... El Partido Popular debe mirar dentro de su propia casa para saber exactamente lo que pasó. Seguramente alguien contará lo que ocurrió aquellos días de 2019 y quedará absolutamente claro que el PSOE no tuvo nada que ver con lo que pasó», sentenció Lambán sobre un proceso a quien nadie ha puesto luz. Lo único que parece claro es que fue Enrique Novella (Cs), hoy concejal del ayuntamiento y diputado provincial, quien, contra todo pronóstico, metió en la urna el voto en blanco que le dio la alcaldía a Luis Felipe.

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