BAJAN LAS TEMPERATURAS

El frío se asienta en enero con descensos drásticos de más de 20º

Las corrientes de aire causan una tendencia que se asienta en la media histórica / La Aemet asegura que los grandes cambios térmicos serán más habituales

La nieve también llega a Aragón con las bajas temperaturas, como en el caso de Sabiñánigo, que ayer se despertó a 14 grados bajo cero.

La nieve también llega a Aragón con las bajas temperaturas, como en el caso de Sabiñánigo, que ayer se despertó a 14 grados bajo cero. / TOMÁS GALINDO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

las bajas temperaturas no han llegado a Aragón hasta bien entrado el 2023. Tras un final de 2022 anormalmente cálido, la comunidad afronta el final del primer mes del año con los termómetros peleando por lograr grados positivos y con la normalidad térmica instalada plenamente. 

«Lo que no era normal era lo que estuvimos viviendo antes de Navidad», resume Rafael Requena, delegado en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Una situación «anómala» que ha hecho que los aragoneses vivan estas semanas de enero con un fuerte contraste respecto a como acabaron el 2022. «Se ha juntado todo, un año cálido y además unas masas de aire radicalmente opuestas». 

Porque mientras que en diciembre el viento venía desde el sur, «lo que subía las temperaturas y hacía una sensación de algunos grados más», la entrada en el 2023 viene acompañada de «masas de aire que vienen del norte de Europa, con el consiguiente descenso de las temperaturas», según explica el propio Requena. «Por resumir, pasamos de la anomalía del mes de diciembre al frío de enero, que es lo normal, porque ahora es cuando tenemos que tener las temperaturas más bajas», sentencia el delegado de Aemet. 

La poca normalidad del mes de diciembre parece que, sin embargo, puede instalarse como habitual con el paso del tiempo. Dentro de las previsiones de la Aemet ya se encuentran los fenómenos atmosféricos bruscos y sus consecuentes cambios de temperaturas y de precipitaciones. «Cada vez va a ser algo más habitual», asegura Requena, que achaca estos hechos al «cambio climático y sus efectos, que cada vez se notan más». Para el delegado en la comunidad de la agencia, episodios como las borrascas Gloria o Filomena son los claros ejemplos de estos grandes cambios: «Tras las nevadas de Filomena hubo unos días de muchísimo frío, sobre todo en la zona de Teruel, pero en menos de dos semanas las temperaturas rozaron los 20 grados. Estos cambios bruscos van a ser tónica habitual a partir de ahora». 

Precisamente, la nieve es una de las protagonistas de las últimas semanas en la comunidad y motivo añadido de la bajada de temperaturas. «Contribuye a que el frío se mantenga, sobre todo cuando el cielo está despejado», justifica Requena, que confirma que las nevadas «no han llegado a toda la comunidad pero sí están cubriendo gran parte». Por ejemplo, Sabiñánigo, mínima ayer en Aragón y que se despertó a -14 grados. 

El viento es otro de los factores que hace que la comunidad atraviese ahora una de las semanas más frías del año: «Su presencia no es determinante para bajar las temperaturas, sí cuando hay ventiscas, pero su influencia sobre todo se nota en la sensación térmica, cada vez más fría». 

Entre la anomalía del mes de diciembre, que ha hecho que para Requena Aragón haya vivido «un último mes y medio muy peculiar» y la instalación del frío en la región, al delegado de la Aemet solo le queda animar a la población a «acostumbrarse a estos cambios bruscos, conocer que su origen, que está en el cambio climático, y aprender a reaccionar mejor en el futuro ante ellos».

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