El hospital Clínico busca ‘quiosquero’

Si desea regentar un quiosco, tiene la oportunidad de hacerlo con el que se sitúa en el hall del hospital Clínico Universitario de Zaragoza. El último dueño se jubiló en septiembre y, desde entonces, este rincón ubicado al lado del acceso a la cafetería permanece cerrado. La dirección ha ofrecido, desde entonces, el servicio a diversas entidades o colectivos tanto sociales como de inserción laboral, pero sin fortuna hasta la fecha.

Desde hace algunas semanas, un cartel en su gran ventanal de madera avisa de que se buscan interesados en regentar este espacio tan típico y cotidiano en cualquier hospital. No hay licitación ni concurso de por medio. Cualquier ciudadano de a pie puede optar a la gestión.

No requiere de obra ni de acondicionamiento, porque ya está habilitado para ser utilizado como quiosco. De hecho, permanece tal cual lo dejó el último propietario.

Los medios digitales y las redes sociales hace tiempo que viraron el concepto tradicional de la prensa. Ahora todo se busca y se lee en internet porque la inmediatez manda, pero todavía hay personas románticas a las que les gusta comprar el periódico o alguna que otra revista del corazón. Si además hay que afrontar de por medio una estancia hospitalaria, el paso de las horas se hace mucho más ameno con unas paginas entre las manos.

La ausencia de demanda ha llevado a la dirección a hacer un anuncio generalizado, con teléfono (976768812) e email incluidos (lfara@salud.aragon.es), con el fin de captar a algún interesado entre los cientos de usuarios que, a diario, cruzan el vestíbulo del hospital para visitar a un familiar. El espacio se ofrece para ser gestionado bajo la fórmula de «concesión de servicio», según fuentes del centro. No requiere de obra ni de acondicionamiento, porque ya está habilitado para ser utilizado como quiosco. De hecho, permanece tal cual lo dejó el último propietario.

Productos de toda la vida

Prensa, revistas del corazón o especializadas, crucigramas, chicles, caramelos, libros, cromos o algún que otro juguete. Todo lo cotidiano que se puede esperar de un quiosco de toda la vida tiene cabida en las estanterías y en los expositores de este punto del Clínico que sigue buscando dueño.

Muchos usuarios, tanto al acceder como al salir del hospital, miran de reojo cada día a ver si el quiosco está abierto. Están los que buscan algún detalle de última hora, pero sobre todo están los de siempre, los que llevan ahí varios días o semanas. Probablemente, este sea uno de los rincones que más añoren los familiares que, en uno de esos muchos paseos que se suelen dar para estirar las piernas o simplemente para desconectar de la larga espera y de la rutina hospitalaria, agradecerían poder visitar. La oferta sigue en pie y en la dirección del Clínico confían en que, más pronto que tarde, suene el teléfono o la bandeja de entrada del correo electrónico contenga el mensaje de algún interesado.

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