DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER

Los pacientes de cáncer reclaman: "La actitud nos ayuda pero no nos cura, nos cura la investigación"

Piden más financiación para alcanzar el 70% de supervivencia en el 2030

Pilar Buil tuvo un cáncer primario de mama y ya va por el sexo.

Pilar Buil tuvo un cáncer primario de mama y ya va por el sexo. / Jaime Galindo.

Eva García

Eva García

Diagnóstico precoz e investigación son dos de las reclamaciones que piden los pacientes en el Día mundial de la lucha contra el cáncer. No se consideran héroes ni luchadores sino que han aprendido a vivir con la enfermedad. Aquí cuentan su experiencia con la enfermedad:

Pilar Buil (le diagnosticaron cáncer de mama en 2009): "Lo que me salva no es luchar, sino la medicina"

A Pilar Buil le diagnosticaron cáncer de mama en 2009, cuando tenía 32 años. Ese fue el primario, ya que con un tratamiento «me curé entre comillas porque los enfermos nunca nos terminamos de curar». A los cinco años le dio un trombo en el brazo y tenía un puntito en la axila y en el pulmón. Era otra vez cáncer. Ahora, a sus 46 años, va «por el sexto», en el hígado. 

Asegura que ha pasado por «todo el proceso: miedo, tristeza, ira, enfado, rabia... y ahora he pegado un cambio hacia la resignación porque veo que se investiga pero no lo suficiente», asegura, para insistir a continuación: «Estoy tranquila pero resignada porque son muchos años y uno se agota. Tengo un gen mutado y mi vida va a ser siempre así».

Reclama más investigación y más financiación porque «lo que nos cura es la investigación y los tratamientos y no la actitud», cuenta. El año pasado estuvo con goteros y ahora con quimio oral pero, a pesar de lo que dicen, ella no se considera «una campeona; a mí lo que me salva no es luchar, sino la medicina».

En estos momentos no lleva una vida normal porque «el cuerpo se resiente» pero no para «dentro de mis limitaciones». Tiene un «40% de energía, así que si por la mañana hago recados, por la tarde nada; y si quedo con mis amigos a un café, el resto del día descanso», afirma.

Siente dolor pero «no me paro a pensar y me fuerzo a hacer cosas» porque «en el sofá también continúa el dolor», concluye Pilar, que agradece la labor de la asociación contra el cáncer, a la que va al psicólogo, a igual que sus hijos.  

Nacho Bailón se apoya en su mujer en su lucha contra la enfermedad.

Nacho Bailón se apoya en su mujer en su lucha contra la enfermedad.

Nacho Bailón (le diagnosticaron un tumor neuroendocrino en 2007): "No soy valiente, el miedo no te lo quitas"

«No te queda otro remedio que convivir con la enfermedad. No soy valiente pero no te queda otro remedio». Así de contundente se muestra Nacho Bailón, de 48 años, al que en 2007 diagnosticaron –«ya llevaba tiempo con síntomas»– de un tumor neuroendocrino, es decir, en el intestino, que luego ha sido metastásico en el hígado. «Me quitaron el primario pero no la metástasis y desde entonces lo están controlando, unas veces con medicación y otras con radioterapia, explica. Ahora está «más o menos bien» pero le han encontrado una manchita nueva y hay que esperar a ver si es del tumor. La psicóloga de la asociación contra el cáncer le ayuda a «afrontar los miedos porque cuando vas al médico le das muchas vueltas a la cabeza», explica. Por eso, hace ejercicio porque «hay que cuidar la cabeza y también el cuerpo», señala.

Él está conviviendo con la enfermedad pero «no soy valiente, es que no queda otro remedio». Asegura que «el cáncer no te da nada, solo te quita; tienes que vivir una vida dura, pero otras también lo son y hay que aprender a vivir», asegura. Y «aunque el miedo no te lo puedes quitar, tienes que vivir con él», dice. Para ello es necesario tener cerca a personas (como en su caso su mujer, Sonia) que «te anime en los momentos malos, que esté ahí sin agobiarte y que te anime, que no todo el mundo es capaz».

En cuanto a la curación, asegura que es «poco probable, pero puede pasar», reconoce, antes de señalar que la «actitud es fácil tenerla cuando estás bien pero en los momentos malos no es tan fácil».

Inma Ramos sigue con revisiones tras haber superado un cáncer de mama.

Inma Ramos sigue con revisiones tras haber superado un cáncer de mama.

Inma Ramos (ha superado un cáncer de mama diagnosticado hace 21 años): "La palabra pobrecica está descartada"

Tras 21 años, Inma Ramos puede decir que ha superado el cáncer de mama que le diagnosticaron cuanto tenía 44 «recién hechos». Fue un «mazazo» tremendo. Ahora, «los miedos han desaparecido» después de tanto tiempo pero sigue «la preocupación» cada vez que va a una revisión. Una vez «hubo marcadores más altos de lo normal; no fue un susto porque no merece la pena», señala. El suyo fue un cáncer de mama muy agresivo y, aunque al principio dijo que no, poco después entró en un «tratamiento de investigación, porque pensé que sería egoísta no hacerlo», señala. Tuvo «todos los efectos secundarios y más: vómitos, mala gana, las manos se dormían, las uñas feas...» Ahora, los huesos los tiene «hechos polvo» por una menopausia precoz.

Al cáncer «no le tengo que agradecer nada», señala, porque «me hizo sufrir mucho». Y también ahora «la palabra pobrecica está descartada» porque cueste más o cueste menos «no hay que tenerle miedo. Yo antes ni nombraba la palabra, pero tenía claro que del cáncer no iba a morir», dice.

Por eso, insiste en que «ya no me amarga, fue una etapa de mi vida», en la que tuvo también el apoyo de la asociación contra el cáncer, ella y sus hijos. «Me enseñaron cómo tenía que vivir», asegura. Con el paso del tiempo se hizo voluntaria aunque, con el covid, ha tenido que paralizarlo pero «espero recuperarme del todo y poder volver». Insiste en la necesidad de la investigación porque «nos puede tocar a todos» y gracias a ella los tratamientos «cada vez son menos agresivos», concluye.

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